Jeremías  40 Biblia Textual IV (SBI, 2017) | 16 versitos |
1 Palabra de YHVH que recibió Jeremías, después que Nabuzaradán, capitán de la guardia, lo envió desde Ramá, cuando lo encontró encadenado entre todos los cautivos de Jerusalén y de Judá que iban deportados a Babilonia.
2 Y el capitán de la guardia apartó a Jeremías y le dijo: YHVH tu Elohim habló este mal contra este lugar,
3 y YHVH lo ha traído y hecho según lo había dicho, porque pecasteis contra YHVH, y no oísteis su voz, por eso os ha venido esto a vosotros.
4 Y ahora, he aquí hoy te libro de las cadenas que están en tus manos. Si te parece bien venir conmigo a Babilonia, ven, y yo velaré por ti, y si no te parece bien venir conmigo a Babilonia, déjalo. Mira, toda la tierra está delante de ti. Ve a donde mejor te parezca ir.
5 Como aún no se volvía, le dijo: Regresa a Gedalías ben Ahicam, hijo de Safán, al cual el rey de Babilonia ha puesto sobre todas las ciudades de Judá, y vive con él en medio del pueblo; o ve a donde te parezca mejor ir. Y el capitán de la guardia le dio provisiones y un presente, y lo despidió.
6 Jeremías fue entonces a Gedalías ben Ahicam, a Mizpa, y habitó con él en medio del pueblo que había quedado en el país.
7 Los capitanes del ejército que estaban por el campo con sus hombres oyeron que el rey de Babilonia había hecho gobernador de la tierra a Gedalías ben Ahicam, y que le había encomendado a hombres, mujeres y niños, de los más pobres de la tierra, que no habían sido transportados a Babilonia.
8 Entonces fueron a visitar a Gedalías en Mizpa: Ismael ben Netanías, Johanán y Jonatán, hijos de Carea, Seraías ben Tanhumet, los hijos de Efai netofatita, y Jezanías, hijo de un maacateo, con sus hombres.
9 Y Gedalías ben Ahicam, hijo de Safán, les juró a ellos y a sus hombres, diciendo: No tengáis temor de servir a los caldeos. Habitad en la tierra, obedeced al rey de Babilonia, y os irá bien.
10 He aquí yo tengo que habitar en Mizpa, a disposición de los caldeos que vendrán a inspeccionarnos. Tomad el vino, los frutos de verano y el aceite, y ponedlos en vuestros almacenes, y quedaos en vuestras ciudades que os toque ocupar.
11 También los otros judíos que habitaban en Moab, y entre los hijos de Amón, y en Edom, y los que habitaban en todas las tierras, cuando oyeron decir que el rey de Babilonia había dejado a algunos en Judá, y que había puesto sobre ellos a Gedalías ben Ahicam ben Safán,
12 todos estos judíos regresaron de todos los lugares adonde habían sido echados, y vinieron a tierra de Judá, a Gedalías, en Miz¬pa, y recogieron vino y abundantes frutos.
13 Johanán ben Carea y todos los capitanes que estaban en el campo, vinieron a Gedalías en Mizpa,
14 y le dijeron: ¿No sabes que Baalis, rey de los hijos de Amón, ha enviado a Ismael ben Netanías para matarte? Pero Gedalías ben Ahicam no les creyó.
15 Entonces Johanán ben Carea habló secretamente a Gedalías en Mizpa, diciendo: Yo iré ahora y mataré a Ismael ben Netanías, y nadie lo sabrá. ¿Por qué te ha de matar, para que todos los judíos que se han reunido a ti se dispersen, y perezca el resto de Judá?
16 Pero Gedalías ben Ahicam dijo a Johanán ben Carea: No hagas esto, porque es falso lo que tú dices de Ismael.

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Introducción a Jeremías 

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