II Crónicas  18 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 34 versitos |
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La campaña de Ramot de Galaad

(1 Re 22:4-35)

Josafat * llegó a tener grandes riquezas y honores, y emparentó º con Ajab.
2 Al cabo de unos años bajó a Samaría a visitar a Ajab, quien sacrificó en su honor y en el de sus acompañantes gran cantidad de ovejas y toros. Luego lo convenció para atacar Ramot de Galaad.
3 Ajab, el rey de Israel, propuso a Josafat, rey de Judá: — ¿Quieres venir conmigo a Ramot de Galaad? Josafat le respondió: — Yo y mi gente estamos a tu disposición e iremos contigo a la guerra. º
4 Y Josafat añadió al rey de Israel: — Consulta º antes al Señor. º
5 El rey de Israel reunió a unos cuatrocientos profetas º y les preguntó: — ¿Podemos ir a atacar Ramot de Galaad o no? Ellos le respondieron: — Puedes ir, porque Dios te la va a entregar.
6 Pero Josafat preguntó: — ¿No hay por aquí algún profeta del Señor º al que podamos consultar?
7 El rey de Israel le respondió: — Sí, aún queda alguien a través del cual podemos consultar al Señor: Miqueas, el hijo de Jimlá º. Pero yo lo detesto, porque no me profetiza venturas, sino siempre desgracias. Josafat le dijo: — El rey no debe hablar así.
8 Entonces el rey de Israel llamó a un funcionario y le dijo: — ¡Que venga inmediatamente Miqueas, el hijo de Jimlá!
9 El rey de Israel y Josafat, el rey de Judá, estaban sentados en sus tronos con sus vestiduras reales, en la plaza de la entrada de Samaría, mientras todos los profetas hacían profecías º ante ellos.
10 Sedecías, el hijo de Quenaná, se hizo unos cuernos de hierro º y decía: — El Señor dice: “¡Con estos cuernos embestirás a los arameos hasta aniquilarlos!”.
11 Y todos los profetas profetizaban lo mismo: — ¡Ataca a Ramot de Galaad, que tendrás éxito! ¡El Señor la entregará al rey!
12 Mientras, el mensajero que había ido a llamar a Miqueas le decía: — Ten en cuenta que los profetas están anunciado unánimemente la victoria al rey, procura que tu profecía coincida también con la suya y anuncia la victoria.
13 Miqueas contestó: — ¡Juro por el Señor que sólo le anunciaré lo que me diga mi Dios!
14 Cuando llegó ante el rey, este le preguntó: — Miqueas, ¿podemos ir a atacar Ramot de Galaad o no? Él le contestó: — Ataquen, que tendrán éxito, pues el Señor se la entregará º a ustedes.
15 Pero el rey le dijo: — ¿Cuántas veces tendré que pedirte bajo juramento que me digas sólo la verdad en nombre del Señor?
16 Entonces Miqueas dijo: — He visto a todo Israel disperso por los montes como un rebaño sin pastor y el Señor decía: “No tienen dueño; que vuelvan en paz a sus casas”.
17 El rey de Israel dijo a Josafat: — ¿Qué te decía yo? No me profetiza venturas, sino desgracias.
18 Miqueas añadió: — Por eso, escuchen la palabra del Señor. He visto al Señor sentado en su trono y toda la corte celeste º estaba de pie, a su derecha y a su izquierda. º
19 El Señor preguntó: “¿Quién confundirá a Ajab, el rey de Israel, para que ataque a Ramot de Galaad y perezca?”. Unos decían una cosa y otros, otra.
20 Entonces un espíritu se presentó ante el Señor y le dijo: “Yo lo confundiré”. Y el Señor preguntó: “¿Cómo lo harás?”.
21 Él respondió: “Iré y me convertiré en espíritu de mentira en boca de todos sus profetas”. A lo que el Señor dijo: “¡Conseguirás confundirlo! Vete y hazlo así”.
22 Ahora ya sabes que el Señor ha inspirado mentiras a estos profetas tuyos y ha anunciado tu desgracia.
23 Entonces Sedecías, el hijo de Quenaná, se acercó a Miqueas, le dio una bofetada y le dijo: — ¿Es que me ha abandonado el espíritu del Señor para hablarte a ti?
24 Miqueas le respondió: — Tú mismo lo verás el día en que vayas escondiéndote de casa en casa.
25 Entonces el rey de Israel ordenó: — Agarren a Miqueas, entréguenselo a Amón, el gobernador de la ciudad, y al príncipe Joel
26 y díganles: “El rey ha ordenado que lo metan en la cárcel y que le racionen el pan y el agua hasta que el rey regrese sano y salvo”.
27 Miqueas le dijo: — Si consigues regresar sano y salvo, es que el Señor no ha hablado por mi boca º.
28 El rey de Israel y Josafat, el rey de Judá, fueron a atacar º Ramot de Galaad.
29 El rey de Israel dijo a Josafat: — Yo voy a disfrazarme para entrar en combate, pero tú conserva tus vestiduras reales º. Así que el rey de Israel entró en combate disfrazado.
30 El rey de Siria había ordenado a sus jefes de carros que no atacasen ni a soldados ni a oficiales; sólo al rey de Israel.
31 Cuando los jefes de carros vieron a Josafat creyeron que se trataba del rey de Israel y se dispusieron a atacarlo; pero Josafat se puso a gritar y el Señor lo ayudó º, apartándolos de él,
32 pues cuando los jefes de los carros se dieron cuenta de que no era el rey de Israel, dejaron de perseguirlo.
33 Entonces un soldado lanzó una flecha al azar que hirió al rey de Israel, entrando por las juntas de la coraza. Inmediatamente el rey ordenó al conductor de su carro: — Da la vuelta y sácame del campo de batalla, que estoy herido.
34 Pero en aquel momento la batalla se recrudeció tanto, que el rey tuvo que aguantar en su carro haciendo frente a los sirios hasta el atardecer, y a la caída del sol murió.

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Introducción a II Crónicas 

VER 1 CRONICAS.


Fuente:

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Notas

II Crónicas  18,12Cr 18:1-34; 2Cr 19:1-3 : Excepcionalmente, el Cronista introduce un episodio de la historia del Reino del Norte, relacionado con el reinado de Josafat. Aunque sigue casi literalmente el modelo de 1Re 22:1-53, modifica el principio y el final e introduce leves retoques.


II Crónicas  18,1— Josafat: La primera escena del relato (2Cr 18:1-3) introduce la alianza entre los reyes de Judá e Israel y es recreación del Cronista, a partir de datos deuteronomistas. Esta alianza será posteriormente denunciada (ver 2Cr 19:2).

— emparentó: Jorán, hijo de Josafat, se casó con Atalía, hija de Ajab.
II Crónicas  18,32Re 3:7.
II Crónicas  18,42Sa 2:1+.
II Crónicas  18,4— Consulta: La segunda escena (2Cr 18:4-27) ocupa la parte central y es un relato profético, que refiere el enfrentamiento de los profetas cortesanos de Ajaz con Miqueas, el profeta del Señor. En el trasfondo late el conflicto entre verdadera y falsa profecía.
II Crónicas  18,5— cuatrocientos profetas: Posiblemente eran profetas de Baal (ver nota a 1Re 22:6).
II Crónicas  18,6— profeta del Señor: En contraste con los profetas del rey.
II Crónicas  18,7— Miqueas, el hijo de Jimlá: Distinto de su homónimo, Miqueas de Moréset, incluido entre los Doce Profetas llamados Menores.
II Crónicas  18,9— hacían profecías: El verbo hebreo suele referirse a las prácticas extáticas u orgiásticas utilizadas por determinado profetismo antiguo (ver 1Sa 10:10-11).
II Crónicas  18,10— cuernos de hierro: Ver nota a 1Re 22:11.
II Crónicas  18,14— entregará: Ver nota a 1Re 22:15.
II Crónicas  18,18— corte celeste: Ver nota a 1Re 22:19.
II Crónicas  18,18Isa 6:1.
II Crónicas  18,27— por mi boca: Ver nota a 1Re 22:28.
II Crónicas  18,28— fueron a atacar: En esta última escena del relato (2Cr 18:28 -2Cr 19:3) el Cronista omite algunos particulares de la batalla, como la huida en desbandada de las tropas aliadas y el sepelio de Ajab (ver 1Re 22:35 b-38). En cambio, introduce un significativo retoque (2Cr 18:31 b) y recrea el final del episodio (2Cr 19:1-3).
II Crónicas  18,29— tus vestiduras: Así el texto hebreo, aunque la versión griega, y en cierto modo el contexto (2Cr 18:31), avalarían más bien: mis vestiduras.
II Crónicas  18,31— y el Señor lo ayudó: Significativo añadido cronista, que convierte un grito de guerra en una súplica a Dios que provoca la salvadora ayuda divina.