Miqueas 6 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 16 versitos |
1

Nuevo proceso contra Israel (6:1—7:7)

Pleito entre el Señor y su pueblo

Escuchen lo que dice el Señor: Ponte en pie y entabla un pleito en presencia de las montañas; que las colinas escuchen tu voz. º
2 Oigan, montañas, y también ustedes, firmes cimientos de la tierra, el pleito que entabla el Señor: el Señor entra en juicio con su pueblo, se quiere querellar contra Israel.
3 Pueblo mío, ¿qué te he hecho? ¿en qué te he ofendido? Respóndeme.
4 Te saqué del país de Egipto, te rescaté cuando eras esclavo, te di como guías a Moisés, Aarón y María. º
5 Recuerda, pueblo mío, lo que tramaba Balac, rey de Moab, y cómo respondió Balaán, hijo de Beor. [Recuerda como pasaste] de Sitín a Guilgal *; así reconocerás las victorias º del Señor. º
6 ¿Con qué me presentaré ante el Señor y me postraré ante el Dios de lo alto? Me presentaré ante él con holocaustos, con novillos que tengan un año. º
7 ¿Agradarán al Señor miles de carneros? ¿Le complacerán diez mil ríos de aceite? ¿Le entregaré mi primogénito º por mi delito, el fruto de mis entrañas por mi pecado?
8 Se te ha hecho conocer lo que está bien, lo que el Señor exige de ti, ser mortal: tan sólo respetar el derecho, practicar con amor la misericordia º y caminar humildemente con tu Dios.
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Castigo de Jerusalén

Oigan al Señor que llama a la ciudad, —y es de sabios respetar su nombre—; escucha, pueblo º y consejo de la ciudad.
10 ¿Voy a seguir soportando su maldad y el que se hayan enriquecido inicuamente, usando medidas º menguadas y detestables?
11 ¿Voy a dar por buenas las balanzas trucadas o la bolsa llena de pesas engañosas? º
12 Los ricos están llenos de violencia, miente la población [de la ciudad], su boca sólo pronuncia mentiras.
13 Pues bien, he comenzado a golpearte, a devastarte a causa de tus pecados.
14 Comerás sin poder saciarte y el hambre te devorará por dentro; si guardas algo, se echará a perder; lo que conserves, lo entregaré al pillaje. º
15 Sembrarás, pero no cosecharás; molerás en la prensa la aceituna, pero no te ungirás con aceite; harás mosto, pero no beberás el vino.
16 Puesto que sigues lo prescrito por Omrí y las prácticas de la casa de Ajab, º conduciéndote según sus directrices, yo te entregaré a la devastación; tus habitantes serán objeto de escarnio y ustedes soportarán la desgracia de mi pueblo.

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Introducción a Miqueas

INTRODUCCIÓN


1. Trasfondo histórico-cultural


a) Situación política: Estamos en el último tercio del s. VIII a. C., en Judá, el Reino del Sur. El problema principal del momento lo constituye la política internacional, que afecta tanto a Israel como a Judá. Desde aproximadamente el año 743 a. C. Israel pagaba tributo a Tiglapileser III, rey de Asiria. El último rey de Israel (Oseas) se rebela en tiempos de Salmanasar V y Asiria responde conquistando Samaría (721/722 a. C.) y haciendo desaparecer el Reino del Norte.


Miqueas profetiza en tiempos de Jotán (740-736 a. C.), de Ajaz (736-716 a. C.) y de Ezequías (771-687 a. C.). A partir, sobre todo, de Ezequías, rey piadoso y reformador religioso, comienzan a soplar aires de liberación. Y es que tampoco Judá había quedado al margen de los deseos expansionistas de Asiria. En el año 734 a. C. el rey Ajab de Judá había pedido ayuda a Tiglapileser III de Asiria, con motivo de la guerra siro-efraimita. Aquella ayuda no fue gratuita: supuso el pago de un tributo que, al hacerse insoportable, dio lugar a la revuelta del año 705 a. C. cuyo resultado fue catastrófico: la invasión de Senaquerib (701 a. C.). En Miq 1:16; Miq 2:12-13; Miq 4:9-13; Miq 5:5-9 encontramos vestigios de esta situación.


b) Situación social: No menos grave que la situación política es la situación social. Como en otros profetas, es la misma profecía de Miqueas la que nos proporciona algunos datos. Los poderosos y notables — autoridades y jueces — son el blanco de su crítica social. El texto de Miqueas revela la tensión entre poderosos y débiles, y constata los atropellos frecuentes de los primeros contra los segundos (Miq 2:1-11). La denuncia social que hace el profeta en Miq 3:1-3 constituye, sin duda, uno de los pasajes proféticos más vibrantes al respecto. Si la denuncia está hecha antes de la reforma de Ezequías, se percibe a las claras la necesidad de la reforma; si está hecha después (las dos cosas son posibles) indicaría lo superficial de la misma, porque todos los denunciados son a la vez acusados de creerse apoyados por Dios (ver Miq 2:7; Miq 3:4; Miq 3:11).


c) La persona del profeta: De Miqueas sabemos poco. Su nombre es una forma abreviada de Mikayahu, que significa “¿quién es como el Señor?” (cercano a Mikael = “quién es como El”, es decir, como Dios). Era natural de Moréset, a unos 40 km al sudoeste de Jerusalén. En la profecía se presenta como un campesino que visita la ciudad; una visita que no es precisamente de negocios o de turismo. Los asirios han devastado ya el sur de Judá por lo que Miqueas, junto con otros campesinos, se encamina hacia Jerusalén, que aún no ha sucumbido al desastre. Su origen y talante campesino hacen que contemple las ciudades (Samaría y sobre todo Jerusalén) con una mirada enormemente crítica.


2. Aspectos literarios


Tal como nos ha llegado, el libro de Miqueas es el resultado de una compleja actividad redaccional, posterior al profeta, que se concreta en la organización temática del material, en la incorporación de añadidos (Miq 2:12-13; Miq 7:8-20), y en posibles relecturas tardías (incluso del tiempo del exilio en Babilonia), incorporadas al texto definitivo. Tan diverso es el material que se ha pensado en la posibilidad de dos autores distintos: uno del siglo VIII a. C. y otro del tiempo del exilio. Los que así piensan atribuyen al Miqueas del siglo VIII los cps. Miq 1:1-16Miq 3:1-12 y gran parte de los cps. Miq 6:1-16Miq 7:1-20. Los cps. Miq 4:1-13Miq 5:2-15 (a excepción de Miq 5:10-15) les parece que exigen un autor distinto más tardío. Otros, sin embargo, ven la diferencia no en el tiempo, sino en la procedencia. Habría, en efecto, dos autores, pero los dos del siglo VIII: uno oriundo del Reino del Sur (autor de los cps. Miq 1:1-16Miq 5:2-15) y otro oriundo del Reino del Norte (autor de los cps. Miq 6:1-16; Miq 7:1-20). Aunque no se admita esta hipótesis de dos autores, sí da idea del largo camino recorrido por el libro de Miqueas hasta llegar a la presente redacción.


En su conjunto presenta una amplia gama de géneros proféticos: advertencias y amenazas, oráculos de juicio y condena, requisitorias o pleitos judiciales, anuncios de salvación, composiciones litúrgicas... En el estilo se emparenta con Oseas y Amós por su frescura y sencillez, apasionamiento y crudeza. Sin embargo, la utilización frecuente de los juegos de palabras hace, a veces, difícil la comprensión del texto.


La estructura general del libro puede enunciarse así:


- Proceso contra Israel (con un elocuente mensaje social) (Miq 1:1-16Miq 3:1-12)


- Promesas a Sión (con esperanzada mirada al futuro) (Miq 4:1-13Miq 5:2-15)


- Nuevo proceso contra Israel (con amargas “quejas” por la ingratitud del pueblo) (Miq 6:1Miq 7:7)


- Liturgia de esperanza (Miq 7:8-20)


3. Contenido y dimensión religiosa


El nombre de Miqueas — quién como el Señor — es ya todo un símbolo. Se revela en él la personalidad de un fiel yavista profundamente preocupado por la situación de Jerusalén. Le hieren las injusticias de los poderosos, la complicidad de los jueces, el engaño de los profetas profesionales, la falsa piedad que intenta encubrir la injusticia con un culto puramente exterior y que provoca una falsa seguridad ante el juicio de Dios. De su mensaje podríamos destacar:


— La insistencia en el pecado social. Sea anterior o posterior a la reforma de Ezequías, la denuncia de Miqueas señala con fuerza que las cláusulas de la alianza son del todo incompatibles con una sistemática violación de la justicia interhumana.


— La serena mirada hacia el futuro. Propio del profeta es no rendirse; mantener viva la esperanza, incluso en medio de las situaciones más críticas. Jerusalén tiene aún futuro, y ese futuro es el de ser la meta en la peregrinación de los pueblos. La esperanza se mesianiza concentrándose geográfica y personalmente en un singular personaje — el Mesías — oriundo de Belén de Judá (Miq 5:2). Habrá liberación de opresores, alejamiento de toda forma de idolatría y de soberbia humana, y la paz mesiánica reinará por doquier (Miq 4:2-5; Miq 5:3-6).


— La queja de Dios ante la conducta del pueblo. La última parte del libro comienza con una apasionada requisitoria de Dios contra Israel. Es la queja de un Dios dolido por la infidelidad del pueblo (Miq 6:3). Una queja que busca el arrepentimiento. Pero cuando el arrepentimiento tiene lugar, no vale cifrarlo todo únicamente en el culto; implica también y necesariamente un comportamiento ético correcto (Miq 6:8).


Fuente:

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Notas

Miqueas 6,1Isa 3:13-15 (ver Miq 5:4-5); Ose 4:1-4.


Miqueas 6,4Lev 11:44-45+; 1Sa 12:6.
Miqueas 6,5Núm 22:1-41; Núm 23:1-30; Núm 24:1-25.
Miqueas 6,5— de Sitín a Guilgal: Es decir, desde el último lugar de acampada de los israelitas antes de cruzar el Jordán, hasta el primer lugar donde acamparon dentro ya de la tierra prometida (Jos 3:1; Jos 4:19). Se trata de un momento clave en la historia de Israel.

— las victorias: Lit. las justicias. Téngase en cuenta la riqueza de significado del vocablo hebreo correspondiente que, según el contexto, también puede significar “victoria”, “acción salvadora”.
Miqueas 6,6Isa 1:11-18; Ose 2:19; Amó 5:21-24.
Miqueas 6,7— mi primogénito: Los sacrificios humanos, particularmente del hijo primogénito, fue una práctica habitual entre los cananeos. En Israel estaban prohibidas tales prácticas (Lev 18:21; Deu 12:31), lo que no impidió que tuvieran lugar en determinados momentos de su historia (2Re 16:3; 2Re 21:6).
Miqueas 6,8— la misericordia: el texto hebreo emplea una vez más el término jesed que habitualmente traducimos por amor, pero cuya riqueza de significado es bien conocida. Ver nota a Ose 4:11.
Miqueas 6,9— pueblo: Lit. tribu.
Miqueas 6,10— medidas: Lit. efás, medida de capacidad para cuya equivalencia ver TABLA DE PESAS, MEDIDAS Y MONEDAS.
Miqueas 6,11Amó 8:5+.
Miqueas 6,14Deu 28:30-33; Ose 4:10; Amó 5:11.
Miqueas 6,16— Omrí... Ajaz: Reyes de Israel en cuyo tiempo la idolatría se extendió libremente respetos dentro de la comunidad israelita (ver 1Re 16:23-34; 1Re 21:25-26).