II Reyes  2 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 25 versitos |
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Historia de Eliseo (2—8)

La ascensión de Elías

Cuando el Señor iba a ascender a Elías al cielo en el torbellino, Elías y Eliseo partieron de Guilgal º.
2 Elías dijo a Eliseo: — Quédate aquí, pues el Señor me ha ordenado ir a Betel. Pero Eliseo contestó: — Juro por el Señor y por tu vida que no te abandonaré. Bajaron a Betel
3 y la comunidad de profetas º que vivía allí salió a recibir a Eliseo y le dijo: — ¿No sabes que el Señor te arrebatará hoy a tu maestro? Él respondió: — ¡Ya lo sé! ¡Cállense!
4 Luego Elías dijo a Eliseo: — Quédate aquí, pues el Señor me ha ordenado ir a Jericó. Pero Eliseo contestó: — Juro por el Señor y por tu vida que no te abandonaré. Fueron a Jericó
5 y los profetas que vivían allí formando un grupo se acercaron a Eliseo y le dijeron: — ¿No sabes que el Señor te arrebatará hoy a tu maestro? Él respondió: — ¡Ya lo sé! ¡Cállense!
6 Después le dijo Elías: — Quédate aquí, pues el Señor me ha ordenado ir al Jordán. Pero Eliseo contestó: — Juro por el Señor y por tu vida que no te abandonaré. Y se fueron los dos.
7 Fueron también cincuenta profetas y se detuvieron a cierta distancia, frente a ellos. Ellos dos se detuvieron junto al Jordán.
8 Entonces Elías agarró el manto, lo enrolló y golpeó con él las aguas, que se partieron por la mitad y ellos atravesaron por lo seco. º
9 Cuando cruzaron, Elías dijo a Eliseo: — Pídeme lo que quieras, antes de que sea arrebatado de junto a ti. Eliseo le dijo: — Déjame recibir dos tercios de tu espíritu º. º
10 Elías respondió: — ¡Me pides demasiado! Pero si logras verme cuando sea arrebatado de tu lado, lo tendrás. Si no me ves, no lo tendrás.
11 Mientras ellos seguían caminando y hablando, un carro de fuego tirado por caballos de fuego los separó y Elías subió al cielo en el torbellino º. º
12 Eliseo lo miraba y gritaba: — ¡Padre mío, padre mío, carro y caballería de Israel º! Cuando dejó de verlo, rompió en dos su vestido,
13 recogió el manto que se le había caído a Elías, se volvió y se detuvo a orillas del Jordán.
14 Golpeó entonces las aguas con el manto que se le había caído a Elías y exclamó: — ¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías? ¿Dónde está? Volvió a golpear las aguas º, que se partieron por la mitad, y Eliseo las atravesó.
15 Cuando lo vieron los profetas de Jericó que estaban enfrente, exclamaron: — ¡Eliseo lleva el espíritu de Elías! Entonces fueron a su encuentro y se inclinaron ante él.
16 Luego le dijeron: — Mira, entre tus servidores hay cincuenta valientes. Deja que vayan a buscar a tu maestro, no sea que el espíritu del Señor lo haya arrebatado y arrojado en algún monte o valle º. Pero Eliseo respondió: — No los manden. º
17 Pero le insistieron tanto que no tuvo más remedio que permitírselo. Enviaron a los cincuenta hombres que estuvieron buscándolo durante tres días, aunque no lo encontraron.
18 Cuando regresaron a Jericó, donde se había quedado Eliseo, este les dijo: — ¿No les dije que no fueran?
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Milagros de Eliseo

Los habitantes de Jericó dijeron a Eliseo: — Mira, la situación de la ciudad es buena, como puedes ver. Pero el agua es mala y la tierra, estéril.
20 Eliseo les dijo: — Tráiganme un plato nuevo con sal. Cuando se lo llevaron,
21 Eliseo fue al manantial y echó en él la sal, diciendo: — Así dice el Señor: He purificado estas aguas y no volverán a causar muerte ni esterilidad. º
22 Y las aguas quedaron purificadas hasta el presente, conforme al oráculo pronunciado por Eliseo.
23 Eliseo marchó de allí a Betel y cuando iba subiendo por el camino, salieron de la ciudad unos chiquillos, que empezaron a burlarse de él, gritando: — ¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo!
24 Él se volvió y, cuando los vio, los maldijo en el nombre del Señor. Entonces salieron del bosque dos osos que despedazaron a cuarenta y dos chiquillos º.
25 Eliseo marchó de allí al monte Carmelo y desde allí volvió a Samaría.

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Introducción a II Reyes 

VER 1 REYES.


Fuente:

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Notas

II Reyes  2,12Re 2:1-25; 2Re 3:1-27; 2Re 4:1-44; 2Re 5:1-27; 2Re 6:1-33; 2Re 7:1-20; 2Re 8:1-29 : Estrechamente vinculada a la de Elías (2Re 2:1-18), la historia de Eliseo se enmarca en el reinado de Jorán de Israel, con fugaces apariciones en los reinados de Jehú y Joás. Literariamente ofrece menos homogeneidad y concentración que la historia de Elías, de la que repite algunos episodios y motivos. También cambia el modelo de profetismo: en Eliseo, vinculado frecuentemente con las comunidades proféticas, pasan a segundo plano las luchas religiosas contra el baalismo, mientras que predominan los intereses humanitarios y las intervenciones en el ámbito político.


II Reyes  2,1— Guilgal: Entre Betel y Siló, distinta de la ciudad homónima mencionada en Jos 4:19.
II Reyes  2,3— la comunidad de profetas: Lit. los hijos de los profetas. Se trataba de profetas que vivían en grupo y que reaparecerán asociados a Eliseo (2Re 4:1; 2Re 4:36; 2Re 6:1).
II Reyes  2,8Éxo 14:21.
II Reyes  2,9— dos tercios de tu espíritu: La petición de Eliseo evoca el derecho israelita y asirio que conceden al primogénito los dos tercios de la herencia paterna. Eliseo pretende erigirse con ello en el principal heredero del ministerio profético de Elías.
II Reyes  2,9Deu 21:17.
II Reyes  2,11— un carro de fuego... torbellino: El carro y los caballos de fuego tienen valor teofánico (ver Sal 18:10-12; Sal 104:3; Zac 6:1-4). El presente texto habla también de un torbellino; será la tradición posterior la que identifique la partida de Elías exclusivamente con el carro de fuego.
II Reyes  2,112Re 13:14; Sir 48:9.
II Reyes  2,12— Padre... carro y caballería de Israel: El título de “padre” equivale a maestro; el de “carro y caballería” alude a la misión de Elías como defensor de Israel y será aplicado por el rey Joás a Eliseo en el instante de su muerte (2Re 13:14).
II Reyes  2,14— Volvió a golpear las aguas: Si la recogida del manto de Elías (2Re 2:13) significa la toma de posesión de su herencia (ver 2Re 2:15), la repetición del gesto del maestro (2Re 2:8) ratifica el traspaso de poderes, similar al que tuvo lugar entre Moisés y Josué y que fue ratificado también en el Jordán (Jos 3:7; Jos 4:14).
II Reyes  2,16— arrebatado y arrojado en algún monte o valle: La desaparición de Elías constituyó desde el principio un misterio que no dejó de crecer con el paso del tiempo.
II Reyes  2,161Re 18:12.
II Reyes  2,21Éxo 15:23-25.
II Reyes  2,24— despedazaron a cuarenta y dos chiquillos: Un escarmiento tan desproporcionado como cruel puede herir nuestra sensibilidad, pero no hay que olvidar que el episodio se presenta como una historia ejemplar y, por tanto, ficticia en la mayoría de sus detalles.