Exodo  26 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 37 versitos |
1

La Morada

(Ex 36:8-38)

Harás la Morada º con diez cortinas de lino trenzado con púrpura violeta, escarlata y carmesí, y con querubines esmeradamente bordados.
2 Cada cortina medirá catorce metros º de largo por dos de ancho; todas las cortinas tendrán las mismas medidas.
3 Cinco cortinas estarán unidas una con otra, y las otras cinco irán empalmadas de igual modo.
4 En cada uno de los bordes de las dos series de cortinas harás unas presillas de púrpura violeta; igualmente harás en el borde de la última cortina del otro grupo.
5 Pon cincuenta presillas en la primera cortina, y otras cincuenta en la última del segundo grupo. Las presillas se corresponderán entre sí.
6 Enlaza un cuerpo de cortinas con el otro mediante cincuenta corchetes de oro, de modo que la Morada forme un todo.
7 Después tejerás con pelo de cabra once cortinas que sirvan de cubierta para la Morada.
8 Todas las cortinas deben medir lo mismo: quince metros de largo por dos de ancho.
9 Empalma cinco cortinas por una parte y las seis restantes por la otra; une la sexta cortina de tal manera que pueda plegarse delante de la entrada de la Morada.
10 Remata los bordes de cada serie de cortinas con cincuenta presillas.
11 Y luego harás cincuenta pasadores de bronce, los meterás por las presillas y así cerrarás la Tienda, formando un todo.
12 Como de las cortinas de la Tienda sobra una parte, la mitad de lo que sobra colgará por la parte posterior de la Morada;
13 y el medio metro de cortina que sobra a ambos lados de la Tienda colgará sobre los costados de la Morada, cubriéndola.
14 También harás para la Tienda una cubierta de pieles de carnero curtidas, y una sobrecubierta de pieles de marsopa.
15

Las vigas de madera

Harás unos tableros de madera de acacia, y los colocarás verticalmente para formar la Morada.
16 Cada tablero tendrá cinco metros de largo, por setenta y cinco centímetros de ancho;
17 y tendrán dos espigas, para ensamblarlos uno con otro. Así deberás hacer con todos los tableros de la Morada.
18 Para el lado de la Morada que mira al sur, harás veinte tableros,
19 y debajo de ellos, colocarás cuarenta basas de plata, dos por cada tablero, para sus dos espigas.
20 Para el otro lado de la Morada, el que mira al norte, prepararás otros veinte tableros
21 con sus cuarenta basas, dos por cada tablero.
22 Y para la parte de la Morada que mira a poniente harás seis tableros,
23 más otros dos tableros para las esquinas posteriores de la Morada.
24 Estarán unidos de abajo a arriba hasta la primera argolla. Así quedarán conformadas las dos esquinas de la Morada.
25 En total habrá ocho tableros con sus correspondientes dieciséis basas de plata, dos por tablero.
26 Prepararás también cinco travesaños de madera de acacia para los tableros de un lado de la Morada,
27 y cinco para los del otro lado y cinco más para los tableros de la parte posterior, la que mira al poniente.
28 El travesaño central pasará por entre los tableros, de una punta a otra.
29 Revestirás de oro los tableros; forjarás, también de oro, las argollas para pasar por ellas los travesaños, que estarán igualmente revestidos de oro.
30 Construye la Morada conforme al modelo que te fue mostrado en el monte.
31

Velos de separación

Harás, asimismo, un velo de lino trenzado y púrpura violeta, escarlata y carmesí; todo ello esmeradamente realizado, y bordarás en él querubines.
32 Después colgarás el velo sujetándolo con ganchos de oro sobre cuatro columnas de madera de acacia, revestidas de oro, sostenidas por cuatro basas de plata.
33 Colgarás el velo en los ganchos, y allí, detrás del velo º, colocarás el Arca del testimonio. El velo les servirá de separación entre el lugar santo y el lugar santísimo.
34 Y colocarás la cubierta sobre el Arca del testimonio en el lugar santísimo. º
35 Fuera del velo, situarás la mesa, en el lado norte de la Morada, y el candelabro en el lado sur, frente a la mesa.
36 Para la entrada de la Tienda harás una cortina de lino fino trenzado y púrpura violeta, escarlata y carmesí; esmeradamente recamada.
37 Y para colgar esta cortina prepararás cinco columnas de madera de acacia revestidas de oro lo mismo que sus ganchos, y fundirás en bronce cinco basas para las columnas.

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Introducción a Exodo 

INTRODUCCIÓN


1. Características generales


El libro de Éxodo comienza recapitulando una información ya dada en el Génesis. La lista de los descendientes de Jacob que entraron en Egipto ha aparecido en Gén 46:8 ss con la tradición de setenta personas. La muerte de José ha sido relatada en Gén 50:26. Al mismo tiempo, en el pasaje inicial de Éxodo se introduce material nuevo que supone un paso adelante respecto al relato de Génesis, especialmente la muerte de toda la generación de José y el crecimiento del pueblo. Así pues, el comienzo de Éxodo apunta tanto al pasado (los patriarcas) como al futuro (la historia de la liberación de la opresión egipcia).


2. Título y contenido


El segundo libro de la Biblia, llamado en hebreo Eleh Shemot (“estos son los nombres”), por sus primeras palabras, recibió en la versión griega de los LXX el título de Éxodos, fiel reflejo de su acontecimiento central: la salida de Egipto.


Como ya se ha señalado, el libro de Éxodo presupone y continúa los relatos de Génesis, pero introduce al mismo tiempo un cambio importante. En la historia patriarcal (Gén 12:1-20Gén 50:1-26), los protagonistas habían sido siempre figuras individuales; ahora, por el contrario, va a ocupar un lugar destacado un nuevo personaje, no individual sino colectivo: el pueblo. Esta transición se pone de relieve expresamente al comienzo del libro, cuando el texto hace notar que las setenta personas que habían llegado a Egipto con Jacob se multiplicaron de tal manera que llenaban toda la región (Éxo 1:5; Éxo 1:7).


La primera parte de la narración tiene como tema central el gran acontecimiento a que hace referencia el título del libro: el éxodo o la salida de Egipto (cps. Éxo 1:1-22Éxo 15:1-27). Una sección que comienza describiendo el cambio de situación que se produjo con la ascensión al trono de un rey que no sentía ningún aprecio por la memoria de José (Éxo 1:8), y que culmina con la celebración de la primera Pascua (cp. Éxo 12:1-51) y con el canto de acción de gracias que entonaron Moisés y los israelitas después de cruzar el cauce del mar como si fuera tierra seca (Éxo 15:1-21).


La segunda sección (Éxo 15:22Éxo 18:27) narra algunos episodios relacionados con la marcha de los israelitas a través del desierto. El grupo que había salido de Egipto penetró en la península del Sinaí —región semidesértica— donde, siempre bajo la guía de Moisés, tuvo que hacer frente a distintas situaciones críticas.


La tercera sección (Éxo 19:1-25Éxo 40:1-38) está constituida por los acontecimientos del Sinaí que tienen como momento central el establecimiento del pacto o alianza entre Yahvé —el Señor— y su pueblo. Este acontecimiento incluye, como uno de sus elementos esenciales, la proclamación de la ley tanto en su aspecto moral (Éxo 20:1-26Éxo 24:1-18) como cultual (Éxo 25:1-40Éxo 40:1-38). En última instancia, toda la legislación contenida en el libro de Éxodo, con su evidente preocupación por defender el derecho de los más débiles y desprotegidos (ver Éxo 22:22-28), tenía como finalidad fundamental sentar las bases de una comunidad cimentada en la solidaridad y la justicia y consagrada al culto del verdadero Dios.


3. Marco histórico


Los relatos de Éxodo se mueven entre dos puntos geográficos precisos: Egipto y el Sinaí; entre ambos tiene lugar la primera parte de la marcha por el desierto. Allí se desarrollaron los acontecimientos que hicieron de Israel el Pueblo de Dios: la salida de Egipto, el paso del mar Rojo y la Alianza del Sinaí. El recuerdo de estos acontecimientos se grabó para siempre en la memoria de Israel y se convirtió en el fundamento mismo de su fe. Por eso, el libro de Éxodo ocupa un lugar muy destacado entre los libros veterotestamentarios y ha sido llamado el “Evangelio del Antiguo Testamento”.


El contenido de Éxodo no aporta elementos suficientes para fijar con absoluta precisión la fecha en que acontecieron los hechos narrados en el libro. Sin embargo, en Éxo 1:11 se hace notar expresamente que los descendientes de Jacob emigrados a Egipto fueron forzados a trabajar en la construcción de las ciudades de Pitón y Ramsés. Este dato nos lleva con cierta probabilidad al siglo XIII a. C., cuando el faraón egipcio Ramsés II hizo erigir, en el delta oriental del Nilo, una nueva capital llamada Casa de Ramsés. En tal circunstancia, los israelitas fueron duramente explotados hasta el punto de verse forzados a huir. El ejército egipcio los persiguió, pero el Señor los libró milagrosamente de sus perseguidores. El testimonio más antiguo de esta liberación es el canto de triunfo de Éxo 15:21, que celebra el acontecimiento no como una victoria de Israel, sino como una acción de Dios.


4. Características literarias


El libro de Éxodo es el resultado final de, al menos, tres ediciones elaboradas en distintos contextos históricos y designadas convencionalmente como historias o tradiciones yavista, elohista y sacerdotal, con leves retoques deuteronomistas. Estas historias utilizaron, a su vez, tradiciones orales previas y otras fuentes diversas, algunas de ellas escritas. En el conjunto se advierten tres tipos de materiales: narrativos, legales y litúrgicos.


— Entre el material narrativo hay que destacar los relatos que describen la opresión de los hebreos, la epopeya del éxodo, la travesía del desierto y la teofanía del Sinaí. A su vez, todos estos relatos se expresan en una gran variedad de géneros: relatos épicos (cps. Éxo 4:1-31Éxo 14:1-31), relatos legendarios (cp. Éxo 2:1-25), relatos de vocación (cps. Éxo 3:1-22 y Éxo 6:1-30), cantos heroicos (cp. Éxo 15:1-27), teofanías (Éxo 3:1-6), litigios o pleitos judiciales (Éxo 15:22-26; Éxo 19:16-25), relatos etiológicos y genealogías.


— El material legal se concentra fundamentalmente en la última parte del libro (cps. Éxo 19:1-25Éxo 40:1-38) y está representado por tres cuerpos de leyes: el decálogo (Éxo 20:1-17), de origen antiguo, aunque incorporado tardíamente al actual contexto; el código de la Alianza (Éxo 20:22-26; Éxo 21:1-36; Éxo 22:2-31; Éxo 23:1-19), compilación mixta de leyes religiosas y sobre todo sociales, posteriores a la instalación en Canaán, pero anteriores a la monarquía; y finalmente las normas cultuales (Éxo 25:1-40Éxo 31:1-18; Éxo 35:1-35Éxo 40:1-38), relativas al santuario y al culto, con elementos muy antiguos y otros bastante tardíos. También habría que mencionar el llamado decálogo ritual (Éxo 34:14-28) o “código yavista de la alianza”.


— El material litúrgico aparece mucho más disperso: generalmente se encuentra envuelto en formas narrativas o legales, por ejemplo Éxo 11:1Éxo 13:16; Éxo 14:1-31; Éxo 15:1-27; Éxo 19:1-15; Éxo 24:1-11; Éxo 20:22Éxo 23:19.


5. Estructura y divisiones


El éxodo se desenvuelve principalmente en tres escenarios: Egipto, el desierto y el monte Sinaí, que dan pie para dividir el libro en tres partes, subdivididas a su vez en distintas secciones:


I.— LA SALIDA DE EGIPTO (Éxo 1:1Éxo 15:21)


Israel oprimido en Egipto. Nacimiento y juventud de Moisés (Éxo 1:1-22Éxo 2:1-25)


Vocación y misión de Moisés (Éxo 3:1Éxo 7:7)


Las plagas de Egipto (Éxo 7:8Éxo 11:10)


La salida de Egipto (Éxo 12:1Éxo 15:21)


II.— LA MARCHA A TRAVÉS DEL DESIERTO (Éxo 15:22Éxo 18:27)


Quejas del pueblo (Éxo 15:22Éxo 17:16)


Institución de los Jueces (Éxo 18:1-27)


III.— LOS ACONTECIMIENTOS DEL SINAÍ (Éxo 19:1-25Éxo 40:1-38)


La Alianza del Sinaí (Éxo 19:1Éxo 20:21)


El Código de la Alianza (Éxo 20:22Éxo 23:33)


Confirmación de la Alianza (Éxo 24:1-18)


Instrucciones sobre el santuario y el culto (Éxo 25:1Éxo 31:17)


Ruptura y renovación de la Alianza (Éxo 31:18Éxo 34:35)


Ejecución de las instrucciones (Éxo 35:1-35Éxo 40:1-38)


6. Claves teológicas


Los relatos de Éxodo constituyen la epopeya nacional de Israel en cuya formación desempeñaron un papel decisivo las fiestas y celebraciones cultuales. La celebración de la Pascua, sobre todo, rememoraba y actualizaba aquellos grandes acontecimientos del pasado, de forma que todas las generaciones israelitas pudieran revivir la salida de Egipto y renovar el compromiso asumido por el pueblo en el Sinaí.


Por eso, el libro de Éxodo no es una “historia” en el sentido moderno de la palabra; es más bien un testimonio y una confesión de fe; es el reconocimiento de que la existencia de Israel como nación no es una obra humana, sino una creación de Dios.


Los temas teológicos clave están hábilmente elaborados dentro del texto; señalamos aquí los más representativos:


Presencia divina. En Éxo 2:23-24 el autor señala, en primer lugar, la ausencia divina, y después su presencia. Los gemidos y lamentos de los esclavos israelitas hacen que Dios recuerde la alianza con los patriarcas. La tarea que Dios encomienda a Moisés y la intervención divina, especialmente en las plagas, establecen claramente la prioridad de la presencia de Dios. En concreto, la imagen de Dios se configura a partir de la revelación de su nombre: Yahvé, el Señor, el que está siempre dispuesto a acudir en defensa de sus elegidos.


Liberación. Los dos elementos básicos del credo de Israel son que el Señor los sacó de Egipto y que los llevó a la tierra prometida. El libro de Éxodo escenifica y celebra el primero de estos dos acontecimientos. El pueblo toma conciencia de que es el Señor quien los liberó de la esclavitud y desde ese momento se convirtió en su Señor y gran liberador.


Sentido de la alianza. La alianza es la especialísima relación entre el Señor e Israel que se crea en el monte Sinaí. Es un vínculo personal por el cual Israel se convierte en el pueblo del Señor, y el Señor se convierte en el Dios de Israel. Es esta conexión moral única la que confiere a Israel su identidad entre todos los demás pueblos del antiguo Oriente Próximo.


Ley como respuesta a la alianza. Aceptando y comprometiéndose a cumplir fielmente la ley con que Dios acompaña la alianza, Israel responde de forma personal a su relación con él. La ley se recibe, no como una imposición desde fuera, sino como un reconocimiento desde dentro de la necesidad de honrar y respetar tanto al Dios de la alianza como a las demás personas.


Por lo demás, los grandes temas del Éxodo están presentes en toda la Biblia. A ellos se refieren los Profetas para anunciar un nuevo éxodo (Isa 43:18-21) y una nueva Alianza (Jer 31:31-34). El Nuevo Testamento convierte a Éxodo en fuente privilegiada de inspiración y actualización: desde Mateo (infancia de Jesús, sermón del monte) hasta el Apocalipsis (Cristo como nuevo cordero), la mayoría de los autores y escritos aluden a episodios, temas y motivos del éxodo. El NT presenta los acontecimientos del éxodo como una prefiguración de la obra redentora de Cristo, que es la verdadera “Pascua” (1Co 5:7) y una “Alianza” más excelente (Heb 8:6) por cuanto ha sido sellada con su sangre. La epopeya del éxodo constituye el prototipo de todos los actos salvíficos de Dios, en especial, del Bautismo (1Co 10:1-4) y los relatos del libro de Éxodo conforman la gran estructura teológica, simbólica y literaria sobre la que el cristianismo ha confrontado y comprendido su experiencia.


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Notas

Exodo  26,1— la Morada: Es el nombre que recibe la “Tienda del encuentro” en la tradición sacerdotal. Se ha traducido con frecuencia por “tabernáculo”. Era un lugar sagrado donde el Señor se manifestaba a su pueblo y donde Moisés podía consultarlo (ver Éxo 40:34-38). La descripción de este recinto es difícilmente inteligible en sus detalles pues emplea términos técnicos arquitectónicos de la época cuyos significados no se conocen con precisión. Por la descripción que aquí se da sabemos que estaba diseñado para ser desmontable y poder así desplazarse con el pueblo durante su época de peregrinación por el desierto. Además, se asemeja a lo que después será el Templo de Jerusalén del período salomónico (ver 1Re 6:1-38). Según las medidas indicadas en los v. Éxo 26:15-30, la armazón de madera de esta tienda-santuario tenía aproximadamente trece metros y medio de largo por cuatro y medio de ancho y de alto. El velo o cortina interior (Éxo 26:31) lo dividía en dos partes: el lugar santo y el lugar santísimo (Éxo 26:33), cuya longitud era de nueve metros y cuatro metros y medio respectivamente, de manera que el último tenía forma cúbica. En el lugar santo estaban la mesa del pan de la ofrenda (Éxo 25:23-30; Éxo 37:10-16), el candelabro (Éxo 25:31-40; Éxo 37:17-24) y el altar del incienso (Éxo 30:1-10; Éxo 37:25-28). En el lugar santísimo estaba únicamente el Arca del testimonio o de la alianza (Éxo 25:10-22; Éxo 37:1-9).


Exodo  26,2— catorce metros... dos metros: Lit. veintiocho codos... cuatro codos. Para la relación entre las medidas semitas que figuran literalmente en el texto hebreo de estos capítulos de Éxodo y la equivalencia con las medidas actualizadas que ofrecemos en la traducción, ver TABLA DE PESAS, MEDIDAS Y MONEDAS.
Exodo  26,33— detrás del velo: Este velo impedía que cualquiera que no fuese el sumo sacerdote viese o se acercase al lugar santísimo. Únicamente en el Día de la Expiación (Lev 16:1-34) el sumo sacerdote podía penetrar en él. El velo de separación también existía en el Templo de Jerusalén de los períodos salomónico y herodiano (Mat 27:51).
Exodo  26,34Heb 6:19; Heb 9:3-5.