Ester  5 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 14 versitos |
1

Ester se presenta ante el rey

Pasados los tres días, Ester se puso sus vestiduras reales y entró en el patio interior del palacio, que era visible desde el salón del trono. Allí estaba el rey sentado en su trono real, frente a la puerta de entrada.
[(1a) Una vez cumplido el tiempo de oración, Ester se quitó la ropa de luto y se vistió con todas sus galas. Estaba espléndida en su hermosura e invocó a Dios que vela sobre todos y a todos salva. Luego tomó consigo a dos de sus doncellas. Sobre una de ellas se apoyaba delicadamente, en tanto que la otra caminaba detrás, sosteniéndole la cola del vestido.
(1b) Ester, aunque el temor le oprimía el corazón, estaba radiante de belleza, con el semblante sonrosado y alegre como una mujer enamorada.
(1c) Así cruzó todas las puertas hasta llegar a la presencia del rey, el cual, sentado en el trono real, revestido de todos sus ornamentosº y resplandeciente de oro y pedrería, mostraba un aspecto impresionante.
(1d) Alzó el rey su rostro radiante de gloria, pero su gesto se hizo terrible al ver a la reina. Ella mudó de color y, sintiendo que se desvanecía, reclinó la cabeza sobre la doncella que iba delante.
(1e) En aquel preciso momento, cambió Dios en amabilidad el espíritu del rey, que se levantó angustiado del trono y la tomó entre sus brazos hasta que volvió en sí. Luego, con palabras llenas de dulzura, la animó diciendo:
(1f) — ¿Qué te sucede, Ester? Yo soy tu esposoº, no temas. Tú no vas a morir, pues el decreto promulgado se refiere a los demás, no a ti. Ven, acércate.]
2 Cuando el rey vio a Ester en el patio le agradó su compañía y extendió hacia ella el cetro de oro que llevaba en la mano. Entonces Ester se acercó y tocó la punta del cetro.

[(2a) Después, levantando el cetro de oro, lo puso sobre el cuello de Ester, la besó y le dijo: — Háblame.
(2b) Mientras hablaba, volvió a desvanecerse. El rey se sintió entonces muy intranquilo, mientras que toda su servidumbre trataba de reanimar a Ester.]
3 El rey preguntó a Ester: — ¿Qué te ocurre reina Ester? ¡Dime lo que deseas, y lo tendrás; aunque sea la mitad de mi reino! º
4 Ester respondió: — Si al rey le parece bien, venga hoy acompañado de Amán al banquete que he preparado en su honor.
5 El rey entonces ordenó que viniese Amán inmediatamente para aceptar la invitación de Ester. Así pues, el rey y Amán asistieron al banquete que Ester había organizado.
6 Llegado el momento de brindar el rey preguntó a Ester: — ¡Dime lo que deseas, y lo tendrás; aunque sea la mitad de mi reino!
7 Ester respondió: — Mi petición y mi deseo son que,
8 si me he ganado el favor del rey y si le agrada cumplir mi deseo y acceder a mi petición, asista también mañana, acompañado de Amán, a otro banquete que le voy a ofrecer en su honor, y entonces le responderé.
9

El odio de Amán contra Mardoqueo

Amán salió aquel día contento y de buen humor, pero cuando vio a la entrada del palacio a Mardoqueo que no se levantaba ni mostraba signo alguno de respeto a su paso, Amán montó en cólera contra él;
10 se contuvo, sin embargo, y se fue a casa. Luego mandó llamar a sus amigos y a Zeres, su mujer,
11 y les habló de sus cuantiosas riquezas y de sus muchos hijos, y de cómo el rey le había honrado poniéndole por encima de sus oficiales y altos funcionarios.
12 Y añadió: — Yo soy el único a quien la reina Ester ha invitado al banquete que ha dado en honor del rey. Es más, también me ha invitado a acompañar al rey mañana a otro banquete.
13 Pero todo esto no significa nada para mí, mientras vea a ese judío, Mardoqueo, sentado a la puerta del palacio real.
14 Entonces su esposa Zeres y sus amigos le dijeron: — ¿Por qué no mandas construir una horca de veinticinco metros º de altura, y por la mañana le pides al rey que cuelgue en ella a Mardoqueo? Así irás feliz al banquete con el rey. La sugerencia agradó a Amán que mandó construir la horca.

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Introducción a Ester 

INTRODUCCIÓN


Ester, según los rabinos judíos, sería el libro más reciente del Antiguo Testamento. Narra las vicisitudes de una bella muchacha judía llamada Hadasá (que significa “mirto”) o Ester (que significa “estrella”) en el marco de uno de los momentos más florecientes del imperio persa. Asuero (nombre que corresponde al rey Jerjes I — 485-465 a. C. — ) reina en Susa donde se desarrollan las usuales conspiraciones palaciegas, intentos de monopolizar poder y favores, emisiones de decretos y contradecretos.


El texto, marcado por un notable dramatismo histórico, destaca por su aparente falta de vinculación con los cánones usuales de religiosidad veterotestamentaria: no se menciona el nombre de Yahvé ni se hacen referencias explícitas a Dios; tampoco se indica que Israel sea una entidad de carácter espiritual ni profético. Esta peculiaridad hizo que se cuestionara su inclusión en el canon. Su estrecha asociación con la fiesta de Purim (el libro de Ester es el último de los cinco “rollos” — meguillot — que se leían en las grandes fiestas judías) y su tinte racial terminaron por imponer su peso en la consideración de la obra como libro inspirado y pasó a formar parte de los libros canónicos del AT.


La versión griega de los LXX amplía el texto hebreo que poseemos (TM) en ciento siete versículos. Estos versículos se intercalan entre los diferentes capítulos del original hebreo con la intención de buscar, seguramente, una vinculación más estrecha con los escritos canónicos.


Los rabinos opinaban que fueron los miembros de la Gran Sinagoga los que compusieron el libro. Otros autores se inclinan por Mardoqueo o Esdras. Detalles del palacio real y de los cargos secundarios de la organización del imperio persa, nos hacen pensar que el autor pudo incluso ser coetáneo a los acontecimientos (siglo IV a. C.).


El libro nos presenta el siguiente esquema:


I. — INTRODUCCIÓN HISTÓRICA (Est 1:1-22Est 2:1-23)


II. — PROYECTO DE AMÁN PARA EXTERMINAR A LOS JUDÍOS (Est 3:1-15Est 5:1-14)


III. — LA LIBERACIÓN (Est 6:1Est 9:19)


IV. — INSTITUCIÓN DE LA FIESTA DE PURIM (Est 9:20Est 10:3)


El relato está concebido y elaborado literariamente de un modo exquisito. Por ello se ha planteado la cuestión de si el libro de Ester es un relato, parcialmente al menos, histórico o una simple novela de ficción. Sea como fuere manifiesta situaciones de un alto interés dramático y de una gran fortaleza de espíritu en los protagonistas. El comportamiento del pueblo judío, que de perseguido se convierte en perseguidor, plantea, sin embargo, serias cuestiones teológicas.


La historia es sustrato indispensable para justificar la fiesta de Purim. Un plan de exterminio cuya ejecución concreta se echa a suertes (en hebreo “pur”, “purim”) termina cambiando de destinatarios, y la tristeza se convierte en desbordante alegría. Esa algazara constituye el pretendido trasfondo histórico de la fiesta de Purim (suertes), una fiesta que llegó a ocupar un lugar importante en el calendario nacional judío.


El libro de Ester nos hace reflexionar sobre el devenir de los tiempos y de los fenómenos sociales y de cómo los protagonistas de la historia (hombres y mujeres representados en este caso por Mardoqueo y Ester) pueden, apoyados por el poder divino, superar, o cuando menos mejorar, las situaciones adversas.


ESTER CON LOS TEXTOS DEUTEROCANÓNICOS.


INTRODUCCIÓN


1. Datos generales


El libro de Ester ha llegado hasta nosotros, por una parte, en el texto hebreo masorético (TM) y, por otra, en dos traducciones griegas: la versión de los LXX y el texto de Luciano. A la hora de contrastar estas versiones griegas, se puede comprobar que la traducción es bastante libre, sobre todo en la versión de los LXX que, con relación al texto hebreo, está ampliada en 107 versos divididos en seis secciones, incorporadas en distintos puntos de la narración. Estos añadidos, que no fueron reconocidos como Escritura Sagrada por el judaísmo ortodoxo palestinense ni más tarde por las iglesias protestantes, suponen una cierta reelaboración del original.


Jerónimo, en su traducción latina, decide sacar estas adiciones de su contexto y situarlas al final de su traducción de Ester. Estas adiciones, reconocidas como Escritura sagrada por la tradición católica, son las que recogemos aquí. Pero, para que al lector le sea fácil conocer dónde deben insertarse estas adiciones dentro de la trama del libro hebreo de Ester, las hemos querido acompañar de dicho texto. Lo hacemos poniendo en letra cursiva lo que corresponde al texto griego, y entre corchetes — [] — lo que forma parte del texto hebreo.


2. Intención


Las adiciones griegas no proporcionan datos nuevos al núcleo de la narración. Su aportación es de otra índole. En el texto hebreo llama poderosamente la atención la ausencia casi total de referencias religiosas: no se nombra ni una sola vez a Dios, ni hay alusión alguna a prácticas religiosas. Quizá una de las razones que tuvo el autor para introducir estas adiciones está precisamente en la voluntad de dar al relato hebreo un talante religioso más explícito; en concreto se menciona expresamente muchas veces a Dios o al Señor.


Por otra parte, el medio socio-cultural helenístico en que se desenvuelve la vida de los judíos, especialmente los de la diáspora, pedía adaptar un tanto el contenido con el fin de humanizar la obra y suavizar algunos de sus rasgos más duros. También puede notarse un esfuerzo de adaptación estilística acomodándose al estilo judío de narrar tal como aparece en los libros de Esdras, Nehemías y Daniel.


3. Autor, lugar y fecha de composición


No es fácil determinar quién es el autor de estas adiciones al libro hebreo de Ester. Casi lo único que podemos decir es que no todas proceden del mismo autor, y que no son traducciones; su lengua original es el griego.


Respecto a la fecha de composición tenemos el dato que nos aporta el propio libro en el capítulo Est 10:3 k, lo que nos situaría en la época de Ptolomeo VIII, es decir en torno al año 114 a. C. El gran intercambio cultural que existe en esta época entre las comunidades judías de Palestina y de Egipto (sobre todo de Alejandría) apoyarían esta hipótesis.


Fuente:

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Notas

Ester  5,1Est 5:1-14 : La versión griega del libro de Ester presenta un capítulo cinco más extenso que el de la versión hebrea, incluyendo algunos detalles del encuentro de Ester con el rey.

Est 5:1 c: — sus ornamentos: Lit. sus vestidos de manifestación (epifanía); tanto el estilo como el vocabulario utilizado en estos versículos es el que se utiliza en las teofanías y en las apariciones angélicas.

Est 5:1 f: — tu esposo: Lit. tu hermano. El uso amplio del término “hermano” incluyendo el concepto de “esposo” o “esposa” aparece en el griego de Egipto y es frecuente en el libro de Tobías.


Ester  5,3Est 5:6; Est 7:2; Est 9:12; Mar 6:23 y par.
Ester  5,14— veinticinco metros: Lit. cincuenta codos. Ver TABLA DE PESAS, MEDIDAS Y MONEDAS.