Miqueas 7 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 20 versitos |
1

Lamentación del profeta

¡Ay de mí! Soy como quien siega en verano º, como quien rebusca después de la vendimia. Ni un racimo hay para comer, ni una de esas brevas que tanto me gustan.
2 No hay en el país ninguno que sea fiel, no queda ningún justo entre la gente; todos acechan para derramar sangre, se tienden trampas unos a otros. º
3 Emplean sus manos para el mal: el príncipe pone exigencias para el bien, el juez se deja sobornar, el poderoso proclama su ambición º.
4 Es como una zarza el mejor de ellos, y el más recto [peor] que mata de espinos. Tú vas a intervenir en el día de la cuenta que tus centinelas han anunciado; con ello llegará su desgracia.
5 No se fíen de su prójimo, ni pongan la confianza en el amigo; incluso con la que duerme en tu seno, ten buen cuidado de lo que dices. º
6 El hijo trata con desprecio al padre, la hija se alza contra la madre y la nuera contra su suegra: los enemigos de uno son sus parientes º.
7 Pero yo pongo mi confianza en el Señor, espero en Dios, mi salvador, seguro de que mi Dios me escuchará.
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Liturgia de esperanza (7:8-20)

Esperanza de restauración

No te alegres de mi suerte, enemiga mía º; si he caído, me levantaré, si estoy en tinieblas, el Señor es mi luz.
9 Tengo que soportar la ira del Señor hasta que se haga cargo de mi causa y restablezca mi derecho, pues he pecado contra el Señor. Él me llevará hasta la luz y me hará experimentar su victoria º.
10 Lo contemplará mi enemiga, la que decía: “¿Dónde está tu Dios?”, y quedará cubierta de vergüenza. Y yo me alegraré al verla pisoteada como si fuera barro de las calles. º
11 Llega el día de reconstruir tus muros, el día de ensanchar tus fronteras.
12 Ese día llegarán hasta ti desde Asiria hasta Egipto, desde Egipto hasta el Éufrates, de un mar a otro mar, de una montaña a otra montaña.
13 El país se convertirá en desierto por la conducta de sus habitantes.
14 Pastorea a tu pueblo con tu cayado, al rebaño que constituye tu heredad y pasta solitario entre matorrales º; que paste, como antaño, en Basán y Galaad. º
15 Como cuando salió º de Egipto, haré que experimente maravillas. º
16 Lo comprobarán las naciones y quedarán avergonzadas a pesar de todo su poderío; se taparán la boca con la mano º y quedarán sordos sus oídos;
17 lamerán el polvo como la serpiente, como reptiles arrastrándose por tierra. Temblando saldrán de sus guaridas para ir hacia el Señor nuestro Dios; estarán aterradas [las naciones] ante ti.
18 ¿Qué Dios perdona el pecado y pasa por alto, como haces tú, las culpas al resto de su heredad? No mantendrá por siempre su ira, pues se complace en el amor º. º
19 Volverá a manifestarnos su ternura, olvidará º y arrojará al mar nuestras culpas.
20 Otorgarás a Jacob tu fidelidad y dispensarás a Abrahán tu amistad º, como lo prometiste en otro tiempo a quienes fueron nuestros antepasados. º

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Introducción a Miqueas

INTRODUCCIÓN


1. Trasfondo histórico-cultural


a) Situación política: Estamos en el último tercio del s. VIII a. C., en Judá, el Reino del Sur. El problema principal del momento lo constituye la política internacional, que afecta tanto a Israel como a Judá. Desde aproximadamente el año 743 a. C. Israel pagaba tributo a Tiglapileser III, rey de Asiria. El último rey de Israel (Oseas) se rebela en tiempos de Salmanasar V y Asiria responde conquistando Samaría (721/722 a. C.) y haciendo desaparecer el Reino del Norte.


Miqueas profetiza en tiempos de Jotán (740-736 a. C.), de Ajaz (736-716 a. C.) y de Ezequías (771-687 a. C.). A partir, sobre todo, de Ezequías, rey piadoso y reformador religioso, comienzan a soplar aires de liberación. Y es que tampoco Judá había quedado al margen de los deseos expansionistas de Asiria. En el año 734 a. C. el rey Ajab de Judá había pedido ayuda a Tiglapileser III de Asiria, con motivo de la guerra siro-efraimita. Aquella ayuda no fue gratuita: supuso el pago de un tributo que, al hacerse insoportable, dio lugar a la revuelta del año 705 a. C. cuyo resultado fue catastrófico: la invasión de Senaquerib (701 a. C.). En Miq 1:16; Miq 2:12-13; Miq 4:9-13; Miq 5:5-9 encontramos vestigios de esta situación.


b) Situación social: No menos grave que la situación política es la situación social. Como en otros profetas, es la misma profecía de Miqueas la que nos proporciona algunos datos. Los poderosos y notables — autoridades y jueces — son el blanco de su crítica social. El texto de Miqueas revela la tensión entre poderosos y débiles, y constata los atropellos frecuentes de los primeros contra los segundos (Miq 2:1-11). La denuncia social que hace el profeta en Miq 3:1-3 constituye, sin duda, uno de los pasajes proféticos más vibrantes al respecto. Si la denuncia está hecha antes de la reforma de Ezequías, se percibe a las claras la necesidad de la reforma; si está hecha después (las dos cosas son posibles) indicaría lo superficial de la misma, porque todos los denunciados son a la vez acusados de creerse apoyados por Dios (ver Miq 2:7; Miq 3:4; Miq 3:11).


c) La persona del profeta: De Miqueas sabemos poco. Su nombre es una forma abreviada de Mikayahu, que significa “¿quién es como el Señor?” (cercano a Mikael = “quién es como El”, es decir, como Dios). Era natural de Moréset, a unos 40 km al sudoeste de Jerusalén. En la profecía se presenta como un campesino que visita la ciudad; una visita que no es precisamente de negocios o de turismo. Los asirios han devastado ya el sur de Judá por lo que Miqueas, junto con otros campesinos, se encamina hacia Jerusalén, que aún no ha sucumbido al desastre. Su origen y talante campesino hacen que contemple las ciudades (Samaría y sobre todo Jerusalén) con una mirada enormemente crítica.


2. Aspectos literarios


Tal como nos ha llegado, el libro de Miqueas es el resultado de una compleja actividad redaccional, posterior al profeta, que se concreta en la organización temática del material, en la incorporación de añadidos (Miq 2:12-13; Miq 7:8-20), y en posibles relecturas tardías (incluso del tiempo del exilio en Babilonia), incorporadas al texto definitivo. Tan diverso es el material que se ha pensado en la posibilidad de dos autores distintos: uno del siglo VIII a. C. y otro del tiempo del exilio. Los que así piensan atribuyen al Miqueas del siglo VIII los cps. Miq 1:1-16Miq 3:1-12 y gran parte de los cps. Miq 6:1-16Miq 7:1-20. Los cps. Miq 4:1-13Miq 5:2-15 (a excepción de Miq 5:10-15) les parece que exigen un autor distinto más tardío. Otros, sin embargo, ven la diferencia no en el tiempo, sino en la procedencia. Habría, en efecto, dos autores, pero los dos del siglo VIII: uno oriundo del Reino del Sur (autor de los cps. Miq 1:1-16Miq 5:2-15) y otro oriundo del Reino del Norte (autor de los cps. Miq 6:1-16; Miq 7:1-20). Aunque no se admita esta hipótesis de dos autores, sí da idea del largo camino recorrido por el libro de Miqueas hasta llegar a la presente redacción.


En su conjunto presenta una amplia gama de géneros proféticos: advertencias y amenazas, oráculos de juicio y condena, requisitorias o pleitos judiciales, anuncios de salvación, composiciones litúrgicas... En el estilo se emparenta con Oseas y Amós por su frescura y sencillez, apasionamiento y crudeza. Sin embargo, la utilización frecuente de los juegos de palabras hace, a veces, difícil la comprensión del texto.


La estructura general del libro puede enunciarse así:


- Proceso contra Israel (con un elocuente mensaje social) (Miq 1:1-16Miq 3:1-12)


- Promesas a Sión (con esperanzada mirada al futuro) (Miq 4:1-13Miq 5:2-15)


- Nuevo proceso contra Israel (con amargas “quejas” por la ingratitud del pueblo) (Miq 6:1Miq 7:7)


- Liturgia de esperanza (Miq 7:8-20)


3. Contenido y dimensión religiosa


El nombre de Miqueas — quién como el Señor — es ya todo un símbolo. Se revela en él la personalidad de un fiel yavista profundamente preocupado por la situación de Jerusalén. Le hieren las injusticias de los poderosos, la complicidad de los jueces, el engaño de los profetas profesionales, la falsa piedad que intenta encubrir la injusticia con un culto puramente exterior y que provoca una falsa seguridad ante el juicio de Dios. De su mensaje podríamos destacar:


— La insistencia en el pecado social. Sea anterior o posterior a la reforma de Ezequías, la denuncia de Miqueas señala con fuerza que las cláusulas de la alianza son del todo incompatibles con una sistemática violación de la justicia interhumana.


— La serena mirada hacia el futuro. Propio del profeta es no rendirse; mantener viva la esperanza, incluso en medio de las situaciones más críticas. Jerusalén tiene aún futuro, y ese futuro es el de ser la meta en la peregrinación de los pueblos. La esperanza se mesianiza concentrándose geográfica y personalmente en un singular personaje — el Mesías — oriundo de Belén de Judá (Miq 5:2). Habrá liberación de opresores, alejamiento de toda forma de idolatría y de soberbia humana, y la paz mesiánica reinará por doquier (Miq 4:2-5; Miq 5:3-6).


— La queja de Dios ante la conducta del pueblo. La última parte del libro comienza con una apasionada requisitoria de Dios contra Israel. Es la queja de un Dios dolido por la infidelidad del pueblo (Miq 6:3). Una queja que busca el arrepentimiento. Pero cuando el arrepentimiento tiene lugar, no vale cifrarlo todo únicamente en el culto; implica también y necesariamente un comportamiento ético correcto (Miq 6:8).


Fuente:

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Notas

Miqueas 7,1— como quien siega en verano: Es decir, pasado ya el tiempo propio de la siega que en Palestina tenía lugar al final de la primavera.


Miqueas 7,2Jer 5:1; Sal 14:1-3.
Miqueas 7,3— proclama su ambición: El texto hebreo añade aquí unas palabras que resultan muy oscuras y que varias traducciones -a las que nos sumamos- sólo recogen en nota. Las que las consignan en texto, traducen: y ellos lo confirman, o bien: y pervierten la ciudad, o también: y él y ellos así lo traman.
Miqueas 7,5Jer 9:4; Jer 12:6.
Miqueas 7,6— ... sus parientes: Texto expresamente citado en Mat 10:35-36 y par.
Miqueas 7,8— enemiga mía: Puede tratarse de una personificación de Edom, enemigo tradicional de los israelitas representados aquí por Jerusalén (ver Abd 1:12).
Miqueas 7,9— su victoria: Lit. su justicia. Ver segunda nota a Miq 6:5.
Miqueas 7,10Joe 2:17; Sal 42:3; Sal 42:10.
Miqueas 7,14— entre matorrales: Algunos entienden el vocablo hebreo aquí empleado (carmel) como nombre propio geográfico y traducen: en la foresta del Carmelo, o bien: en el bosque, en medio del Carmelo.
Miqueas 7,14Éxo 34:11 ss; Sal 23:1-4; Sal 95:7.
Miqueas 7,15Éxo 12:1-51; Éxo 13:1-22; Éxo 14:1-31; Éxo 15:1-27.
Miqueas 7,15— salió: El texto hebreo dice lit. saliste.
Miqueas 7,16— ... la boca con la mano: Es decir, callarán, no se atreverán a decir nada.
Miqueas 7,18— en el amor: Ver nota a Miq 6:8 y Ose 4:1.
Miqueas 7,18Éxo 34:6-7; Jer 50:20; (ver Isa 4:3+); Sal 103:9.
Miqueas 7,19— olvidará: Lit. pisoteará.
Miqueas 7,20Gén 22:16-18; Luc 1:72-73.
Miqueas 7,20— tu amistad: En hebreo jesed. ver nota a Ose 4:1.