Judith 13 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 20 versitos |
1

Muerte de Holofernes

Al caer la tarde, los servidores de Holofernes salieron rápidamente. Bagoas, después de haber hecho salir a los que estaban con su señor, cerró por fuera la tienda de campaña. Todos se fueron a acostar, porque habían bebido con exceso y estaban rendidos de cansancio.
2 Solamente quedaron en la tienda Judit y Holofernes, el cual, completamente borracho, yacía tendido en su lecho.
3 Judit le había dicho a su criada que se quedara fuera de su dormitorio y que la esperara hasta que ella saliera, como todos los días, para hacer la oración. Así se lo había dicho también a Bagoas.
4 Cuando todos habían salido y no quedaba nadie en la alcoba, ni pequeño ni grande, Judit, de pie junto al lecho de Holofernes, oró así en su interior: “Señor, Dios todopoderoso, mira lo que voy a hacer en esta hora, para que Jerusalén sea exaltada.
5 Porque ahora es el momento de auxiliar a tu heredad, y de poner por obra mi propósito de destruir a los enemigos que se han alzado contra nosotros”. º
6 Se acercó al poste que estaba a la cabecera del lecho de Holofernes, descolgó la espada que él tenía allí
7 y, acercándose al lecho, lo agarró por la cabellera y dijo: — ¡Señor, Dios de Israel, fortaléceme en este momento!
8 Entonces le asestó dos golpes en el cuello con todas sus fuerzas y le cortó la cabeza. º
9 Luego hizo rodar el cuerpo desde el lecho y desprendió el dosel de los postes a los que estaba sujeto. Salió en seguida y entregó a su criada la cabeza de Holofernes.
10 Ella la metió en la bolsa de las provisiones, y después salieron ambas juntas a orar como tenían por costumbre. Atravesaron el campamento y, bordeando el valle, subieron la pendiente de Betulia hasta llegar a las puertas de la ciudad.
11

Judit regresa a Betulia

Estando lejos todavía, Judit gritó a los que guardaban las puertas: — ¡Abran la puerta, ábranla! ¡Dios, nuestro Dios, está con nosotros º para mostrar su fuerza en Israel y su poder contra los enemigos! ¡Así lo ha hecho hoy! º
12 Cuando los habitantes de la ciudad oyeron su voz, bajaron rápidamente hasta las puertas y convocaron a los ancianos de la ciudad.
13 Todos, pequeños y grandes, acudieron corriendo, porque les parecía imposible que Judit y su criada hubieran podido regresar. Abrieron la puerta y las recibieron; luego encendieron un fuego para ver mejor y se agolparon alrededor de ellas.
14 Judit, alzando la voz, les dijo: — ¡Alaben, alaben a Dios! ¡Alábenlo, porque no le ha retirado su misericordia a Israel, sino que esta noche se ha valido de mí para destrozar a nuestros enemigos! º
15 Sacó entonces la cabeza de la bolsa, se la mostró y les dijo: — ¡Miren la cabeza de Holofernes, el jefe supremo del ejército asirio, y miren el dosel bajo el que dormía su borrachera! ¡Por mano de una mujer el Señor le asestó un golpe mortal! º
16 ¡Vive el Señor, que me ha protegido en todos los pasos que tuve que dar! Mi rostro sedujo a Holofernes para su propia perdición, pero no cometió conmigo ningún pecado que me hubiera manchado y deshonrado.
17 El pueblo entero estaba totalmente atónito. Cayeron de rodillas y oraron a Dios, exclamando a una voz: — ¡Bendito eres, Dios nuestro, que en este día has humillado a los enemigos de tu pueblo!
18 Ozías le dijo a Judit: — ¡Hija mía, que el Dios Altísimo * te bendiga más que a todas las mujeres º de la tierra! ¡Bendito sea Dios, el Señor, que creó los cielos y la tierra y te guió para que cortaran la cabeza al jefe de nuestros enemigos! º
19 Jamás caerá en el olvido la confianza que has mostrado, y que será siempre para todos un recuerdo del poder de Dios.
20 Que Dios te exalte eternamente y te colme de todo bien, pues no dudaste en arriesgar tu vida al ver cómo nuestro pueblo era humillado; al contrario, nos libraste de la ruina actuando rectamente en presencia de nuestro Dios. Todo el pueblo respondió entonces: “¡Así sea! ¡Así sea!”.

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Introducción a Judith

INTRODUCCIÓN


1. Datos generales


El libro de Judit nos cuenta el conflicto que se produce cuando las pretensiones expansionistas, que lleva consigo la ideología imperialista propia de los poderosos de la tierra (personificados en la figura de Nabucodonosor), se confrontan con los deseos de libertad de un pueblo. Como tantas veces en la Biblia, Dios se pone a favor de los más débiles y, contra toda esperanza, destruye las pretensiones arrogantes de los fuertes, haciendo de la debilidad instrumento para su acción.


2. Características literarias


La enorme abundancia de detalles concretos, tanto geográficos como históricos, podrían dar a esta narración una apariencia de historia estricta. Sin embargo, desde el primer momento estos detalles son tan claramente equívocos y anacrónicos, que su función en el relato debe ser necesariamente otra.


El autor de Judit trabaja los datos insertándolos de forma acumulativa, sin preocuparse de la coherencia de los mismos: Nabucodonosor (rey de Babilonia) se convierte en el rey de Asiria; Nínive (destruida años antes de su reinado) es su capital; Holofernes (un personaje persa), el general de su ejército. El valor de estos nombres está en su potencial evocador: son los enemigos de Israel, los tiranos de la historia. Pareciera que el autor, en lugar de facilitar la localización histórica de lo que está narrando, lo que pretendiera es precisamente evitarla o, mejor aún, utilizar este recurso para situar su historia en todos los tiempos. Otra pista nos la dan el carácter simbólico de algunos nombres: Judit (= la judía), Ajior (= mi hermano es luz), Betulia (= la doncella), Ozías (= Dios es mi fuerza)... nos sitúan en un ámbito en el que los protagonistas van más allá de sí mismos y pasan a ser personajes arquetípicos de un conflicto más profundo y más duradero. El mismo tratamiento psicológico de los actores nos encamina en esta misma dirección. Por si esto fuera poco, una lectura atenta nos descubre detrás de este relato el trasfondo de muchas escenas bíblicas.


Podríamos decir que estamos ante una obra de ficción con carácter didáctico que utiliza elementos históricos para plantear un conflicto que trasciende la historia y es siempre permanente: por una parte, el dios imperial, tiránico y prepotente que conduce a la muerte y a la esclavitud; por otra, el Dios de Israel que actúa a través de la debilidad para liberar a los que confían en él.


3. Estructura y contenido


En cuanto a la estructura de la narración, el libro tiene claramente dos partes bien diferenciadas: los capítulos Jdt 1:1-16Jdt 7:1-32 en que se narra el avance arrollador de Nabucodonosor, mediante su general Holofernes, hasta los pies de la ciudad de Betulia; y la segunda parte, capítulos Jdt 8:1-36Jdt 16:1-25, en que el personaje de Judit entra en escena para liberar a su pueblo.


4. El texto del libro de Judit


Los manuscritos más antiguos que poseemos del libro de Judit están todos ellos en lengua griega; los más importantes son los grandes manuscritos unciales del siglo IV o V. Otras versiones latinas dependen del griego. La Vulgata ofrece un texto más corto y el propio Jerónimo, el traductor de la Vulgata, confiesa que ha hecho la traducción con poco cuidado.


A pesar de que los testimonios más antiguos están en lengua griega, hoy casi nadie reconoce esta como su lengua original. El texto griego no es sino una traducción de un original en lengua semítica, hebreo o arameo.


5. Fecha y lugar de composición


La descripción que el autor de Judit hace de la figura de Nabucodonosor y de sus pretensiones divinas no se corresponde con los usos de las monarquías asiria o babilónica; más bien responde a la figura de los reyes griegos, especialmente Antíoco IV, llamado Epífanes (se puede comparar con la descripción que hace el libro de Daniel de este personaje en Dan 11:36-37). Esto nos anima a pensar que el contexto histórico del libro se corresponde con los años siguientes a la revuelta Macabea, alrededor de la mitad del siglo II a. C. Otros datos provenientes del libro ayudan a confirmar esta fecha: la alusión a costumbres griegas (uso de guirnaldas y coronas de olivo, postura en el banquete); la religiosidad que trasluce el libro está muy próxima a la piedad y espiritualidad del movimiento fariseo (valor de las observancias legales, especialmente las relativas a los alimentos; aprecio de instituciones como el Templo, el sacerdocio, el consejo de ancianos; la centralidad de Jerusalén; la idealización del pueblo de Israel); la estructura política de gobierno, con el sacerdote al frente del Consejo de Ancianos, es también propia de la época griega. El carácter nacionalista y combativo del libro cuadraría bien en este contexto.


En cuanto al autor, aunque no conocemos nada de él, sí que podemos precisar algunos rasgos mínimos a partir de los datos extraídos del libro. La ambientación de la narración, los datos geográficos, el contexto histórico al que pretende responder con su obra, todo el trasfondo semítico del libro y la espiritualidad que trasluce, son elementos que apuntan hacia un judío de Palestina, cercano en su mentalidad al movimiento fariseo.


Fuente:

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Notas

Judith 13,5Jdt 10:8.


Judith 13,81Sa 17:51; 2Sa 4:7; 2Ma 15:30.
Judith 13,11— nuestro Dios está con nosotros: Probable alusión a Isa 7:14 y Isa 8:8, cuando Jerusalén queda milagrosamente libre del asedio de los asirios mandados por Senaquerib.
Judith 13,11Sal 118:19.
Judith 13,14Sal 66:20.
Judith 13,15Jue 4:9.
Judith 13,18— que el Dios Altísimo...: La primera parte de la bendición está tomada a la letra de la bendición de Melquisedec a Abrahán (Gén 14:19 a).

— más que a todas la mujeres: La segunda parte hace alusión a la bendición que Débora pronuncia sobre Jael en Jue 5:24 a.
Judith 13,18Jue 5:24; Luc 1:42.