I Macabeos 7 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 50 versitos |
1

El rey Demetrio I

En el año ciento cincuenta y uno *, Demetrio *, hijo de Seleuco, salió de Roma y llegó con unos cuantos hombres a una ciudad de la costa º, donde se proclamó rey. º
2 Cuando iba a entrar en el palacio real de sus antepasados, el ejército apresó a Antíoco y a Lisias para entregárselos;
3 pero al saber Demetrio lo que había sucedido, dijo: — ¡No quiero ni verles la cara!
4 Los soldados los mataron, y Demetrio se sentó en su trono real.
5 Entonces todos los israelitas renegados e impíos acudieron a él guiados por Alcimo º, que ambicionaba el sumo sacerdocio,
6 y acusaron al pueblo ante el rey con estas palabras: — Judas y sus hermanos han exterminado a todos tus amigos, y a nosotros nos han expulsado de nuestro propio país.
7 Por eso, envía ahora a un hombre de confianza para que vea todos los atropellos que nos han causado a nosotros y al país del rey, y que los castigue a ellos y a quienes los ayudan.
8 El rey escogió a Báquides, uno de sus amigos, gobernador del territorio al otro lado del río º, personaje importante en el reino y leal al rey.
9 Envió a Báquides junto con el impío Alcimo, a quien había conferido el sumo sacerdocio y le había ordenado que tomara venganza de los israelitas.
10 Emprendieron la marcha con un numeroso ejército y, al llegar a Judea, enviaron mensajeros a Judas y a sus hermanos con falsas propuestas de paz.
11 Pero estos, viendo aquel ejército tan numeroso que los acompañaba, no dieron crédito a sus palabras.
12 Sin embargo, un grupo de expertos en la ley se reunió con Alcimo y Báquides para tratar de encontrar una solución justa.
13 Entre los israelitas, los primeros en pedir la paz fueron los asideos º,
14 que decían: — Con el ejército viene un sacerdote descendiente de Aarón; no nos hará ningún daño.
15 Alcimo habló con ellos en términos amistosos y hasta les hizo un juramento: — No les haremos mal alguno, ni a ustedes ni a sus amigos.
16 Ellos le creyeron; pero él hizo arrestar a sesenta hombres y los mató en un solo día, conforme a lo que dice la Escritura º:
17 “Dispersaron los cadáveres de los que te fueron fieles; derramaron su sangre alrededor de Jerusalén y no hubo quien les diera sepultura”. º
18 De este modo, el pueblo entero se echó a temblar de miedo, y decía: — En esa gente no hay verdad ni justicia, pues han quebrantado el pacto y el juramento que hicieron.
19 Báquides salió de Jerusalén y acampó en Betzet º, donde hizo arrestar a muchos desertores y a algunos del pueblo. Los degolló y los arrojó a una gran cisterna.
20 Después confió a Alcimo la administración de la provincia; dejó con él un destacamento que le sirviera de apoyo y regresó a donde estaba el rey.
21 Alcimo, por su parte, luchó por mantenerse en el cargo de sumo sacerdote;
22 a él se unieron todos los que perturbaban a su propio pueblo, los cuales se hicieron dueños de Judea y causaron grandes males a Israel.
23 Viendo que Alcimo y sus secuaces hacían más daño a los israelitas que los mismos paganos, Judas
24 se puso a recorrer todo el territorio de Judea para vengarse de los desertores e impedir que se movieran por la región.
25 Cuando Alcimo cayó en la cuenta de que Judas y los suyos eran muy fuertes, y que él no podía oponerles resistencia, se volvió a donde estaba el rey y los acusó de muy graves delitos.
26

Expedición, derrota y muerte de Nicanor

Entonces el rey envió a Nicanor, que era uno de los más altos jefes del ejército y enemigo mortal de Israel, con órdenes expresas de exterminar al pueblo. º
27 Nicanor llegó a Jerusalén con un gran ejército e hizo a Judas y a sus hermanos falsas propuestas de paz, diciendo:
28 — ¡No haya más guerra entre nosotros! Yo, con una pequeña escolta, iré a verlos en son de paz.
29 Salió, en efecto, al encuentro de Judas, y se saludaron amistosamente; pero los enemigos se habían preparado para secuestrar a Judas.
30 Entonces Judas, comprendiendo que aquello era una trampa que le había tendido Nicanor, se alarmó y no quiso volver a verlo.
31 Nicanor, a su vez, se dio cuenta de que sus planes habían sido descubiertos y se aprestó a pelear contra Judas cerca de Cafarsalama º.
32 Pero murieron unos quinientos soldados del ejército de Nicanor y los demás huyeron a la ciudad de David.
33 Después de esto subió Nicanor al monte Sión. Allí, algunos sacerdotes del Templo y ancianos del pueblo fueron a saludarlo amistosamente y a mostrarle el holocausto que se ofrecía por el rey.
34 Pero Nicanor se burló y se rió de ellos, profanó el holocausto y les habló con altanería.
35 Montando en cólera, les juró: — Si Judas y su ejército no se ponen en mis manos ahora mismo, en cuanto yo vuelva victorioso incendiaré este lugar. Y salió lleno de ira.
36 Los sacerdotes entraron en el Templo y, de pie ante el altar, suplicaban llorando:
37 — Tú escogiste este Templo para que en él se invocara tu nombre y para que fuese una casa de oración y de súplica para tu pueblo.
38 ¡Castiga a este hombre y a su ejército! ¡Que caigan a filo de espada! ¡Recuerda cómo te han injuriado y no les des reposo!
39 Nicanor salió de Jerusalén y acampó en Betorón. Allí se le unió un ejército de Siria. º
40 A su vez Judas, con tres mil soldados, acampó en Hadasá º y oró así:
41 — Cuando los mensajeros del rey asirio º blasfemaron, vino tu ángel y mató a ciento ochenta y cinco mil de ellos. º
42 Destruye también hoy a ese ejército que está ante nosotros; así los demás sabrán que su jefe blasfemó contra tu Templo. ¡Júzgalos conforme a su maldad!
43 El día trece del mes de Adar º entraron en combate los dos ejércitos, siendo derrotado Nicanor. Él fue el primero en caer;
44 y cuando su ejército vio muerto a Nicanor, arrojó las armas y emprendió la huida.
45 Los israelitas, tocando las trompetas detrás de ellos, los persiguieron durante todo el día, desde Hadasá hasta cerca de Guézer.
46 La gente salía de todas las aldeas judías y, cercando a los fugitivos, los obligaban a volverse unos contra otros. Todos murieron a filo de espada, sin que lograra escapar ni uno solo de ellos.
47 Los israelitas se adueñaron del botín de guerra. A Nicanor le cortaron la cabeza y la mano derecha, la que con tanta insolencia había él alzado, y las colgaron a la entrada de Jerusalén.
48 El pueblo se regocijó en gran manera y todos celebraron aquel día como una gran fiesta.
49 Luego acordaron celebrar cada año ese día el trece del mes de Adar º.
50 Y el país de Judá gozó de paz durante un cierto tiempo.

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Introducción a I Macabeos

INTRODUCCIÓN


La denominación de estos libros como primero y segundo de los Macabeos puede inducirnos al error de pensar, como ocurre con los de Samuel, Reyes o Crónicas, que estos también son obras consecutivas. 2 Ma no es continuación de 1 Ma sino un escrito totalmente distinto e independiente. De hecho hay una cierta coincidencia en la cronología de los hechos relatados. La denominación de “segundo libro” le viene dada por el lugar que ocupa en los antiguos códices que lo transmiten.


Ambos libros narran desde perspectivas distintas y con distintos objetivos las luchas mantenidas por la familia macabea contra la dinastía seléucida con el fin de salvaguardar la libertad, en un primer momento religiosa y después también política, del pueblo de Israel. El apelativo macabeo (que significa “martillo”) proviene del apodo que recibió Judas, uno de los principales — si no el principal — miembros de la familia.


Debido al carácter diferente de ambas obras, abordaremos cada una de ellas por separado.


1 MACABEOS


La atención de 1 Ma se va a centrar, por un lado, en la sublevación macabea que conducirá progresivamente a la liberación del Templo y a la independencia nacional y, por otro lado, en los tres líderes protagonistas de la revuelta: Judas, Jonatán y Simón. La obra comprende, por tanto, un período de tiempo que va desde la subida al trono de Antíoco Epífanes en el año 175 a. C. hasta la muerte de Simón el en 134 a. C., unos cuarenta años.


1. Características literarias y estructura de la obra


El primer libro de los Macabeos está dentro de la tradición historiográfica del AT; incluso sigue modelos y esquemas de otros libros bíblicos como Jueces o Crónicas. Mantiene en su narración una cierta ambivalencia: mientras que, por un lado, queda patente en todo momento la parcialidad de su punto de vista, opuesto a los seléucidas y al partido helenista y claramente adepto del partido macabeo, a la vez da la sensación de procurar una presentación de los hechos lo más objetiva posible, basándose en fuentes fiables; a este respecto, llama la atención la gran cantidad de documentos oficiales y diplomáticos que aparecen citados al hilo de la narración.


En todo momento queda manifiesto que 1 Ma pretende hacer historia creyente. Sin embargo, a diferencia de 2 Ma, su autor es parco a la hora de señalar alusiones religiosas explícitas, poniendo más énfasis en el valor humano que en las intervenciones divinas.


El libro sigue, en su estructura, la sucesión cronológica de los hechos y de los tres líderes que llevaron a cabo la revuelta: Judas (1Ma 3:11Ma 9:22); Jonatán (1Ma 9:231Ma 12:52); y Simón (1Ma 12:531Ma 16:22).


2. Texto, autor y fecha de composición de 1 Ma


El texto original de 1 Ma estuvo escrito, posiblemente, en hebreo. Orígenes y Jerónimo, el traductor de la Vulgata, parecen haberlo conocido. A nosotros, sin embargo, no ha llegado más que en lengua griega; todas las versiones conocidas dependen del griego, aunque se trata de un griego con abundancia de semitismos y de giros habituales del AT.


El autor de la obra no viene mencionado en todo el libro. Puede intuirse que se trata de un judío palestino que conoce bien su tierra y la topografía del país, claramente vinculado a la dinastía asmonea y decididamente contrario a los judíos filohelenistas.


La fecha de composición no parece estar muy lejana a los hechos narrados. El libro cuenta la llegada al poder de Juan Hircano en el 135 a. C., pero no da más datos sobre su reinado; por otra parte, debió estar escrito antes de la toma de Jerusalén por Pompeyo en el 63 a. C. Los últimos años del siglo II podrían ser una buena fecha para su redacción final.


2 MACABEOS


Como ya hemos dicho, 2 Ma no es la continuación de 1 Ma. De hecho hay una cierta coincidencia cronológica. Así 2 Ma comienza su historia un poco antes de los hechos relatados en 1 Ma — finales del reinado de Seleuco IV — y termina con la derrota de Nicanor, antes de la muerte de Judas Macabeo. Vendría a coincidir con los siete primeros capítulos de 1 Ma y comprende unos 15 años de la historia de Israel.


1. Características literarias y estructura de la obra


El autor de 2 Ma escribe para los judíos de Alejandría con la intención de reforzar los sentimientos de fraternidad entre ambas comunidades: la de Palestina y la de Egipto. No pretende tanto el escribir la historia de la rebelión macabea cuanto dar una instrucción religiosa y moralizante. En función de este objetivo está el género literario utilizado, el “histórico-patético”. Este género, relativamente frecuente en la literatura helenística, pretende causar en el ánimo de los lectores los mismos efectos que la oratoria. En estas obras están muy marcados los efectos emocionales, los ritmos de las frases, la exageración de las cifras... 2 Ma, por tanto, estaría dentro de la literatura histórica edificante, que presenta de manera retórica los acontecimientos con el fin de agradar y provocar la simpatía del lector.


En función de este objetivo nos encontramos con una serie de elementos característicos de este género: la libertad para tratar los acontecimientos, donde los hechos a menudo no son más que ocasión para una enseñanza edificante; la constante intrusión del narrador para mostrar la correcta interpretación de los acontecimientos o para sacar conclusiones; el recurso a las apariciones celestes; la tendencia a esquematizar y simplificar personajes y situaciones; la ampulosidad de cifras y escenarios; la teatralidad de muchas de las escenas; etc.


La obra viene estructurada en dos partes, cada una de ellas finaliza con la institución de una fiesta: la purificación del Templo “hanukká” (2Ma 10:1-8) y el “día de Nicanor” (2Ma 15:36). El conjunto de la obra viene precedido de dos cartas dirigidas a los judíos de Alejandría (2Ma 1:12Ma 2:18) y de un prólogo (2Ma 2:19-32); todo concluye con un epílogo (2Ma 15:37-39) que, lo mismo que las cartas y el prólogo, parece un añadido posterior a la obra.


2. Texto, autor y fecha de composición de 2 Ma


El libro ha sido escrito originariamente en griego y, si excluimos las cartas que le sirven de introducción, son bastante raros los semitismos. Se presenta a sí mismo (2Ma 2:23) como un resumen de una obra en cinco volúmenes de un tal Jasón de Cirene, del que podemos suponer que era un historiógrafo judeohelenista, pero del que no sabemos nada más. Del autor del resumen tampoco tenemos ningún dato; posiblemente es él quien ha añadido las dos cartas dirigidas a los judíos de Alejandría, así como el prólogo y el epílogo.


En cuanto a la fecha de composición del libro no tenemos datos suficientes para precisarla mucho; 2Ma 1:10 habla del año 124 a. C. Lo más lógico es situarla, bien sea en la primera mitad del s. II a.C., o a finales del mismo).


Fuente:

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Notas

I Macabeos 7,12Ma 14:1-10.


I Macabeos 7,1— El año ciento cincuenta y uno: Corresponde al 161 a. C.

— Demetrio: Demetrio I Sóter, hijo de Seleuco IV; de niño fue enviado a Roma para sustituir como rehén a su tío Antíoco IV. Tras la muerte de este era el legítimo heredero al trono; pero al no permitírsele regresar desde Roma, su primo Antíoco V tomó la corona. Demetrio logró huir en una nave fenicia hasta Trípoli donde se ciñó la corona como sucesor legítimo del rey de Siria. Será reconocido al año siguiente por Roma y su reinado durará desde el 161 hasta el 150 a. C.

— una ciudad de la costa: 2Ma 14:1 precisa que se trata de Trípoli.
I Macabeos 7,5— Alcimo: Es la forma griega de Joaquín y significa “el valeroso”. Era descendiente de Aarón y por tanto podía acceder legítimamente al sumo sacerdocio, pero se mostró prohelenista y, por tanto, enemigo de los Macabeos.
I Macabeos 7,8— al otro lado del río: Es decir, desde el Éufrates hasta la frontera con Egipto.
I Macabeos 7,13— asideos: Ver nota a 1Ma 2:42.
I Macabeos 7,16— dice la Escritura: Cita libre de Sal 79:2-3.
I Macabeos 7,17Sal 79:2-3.
I Macabeos 7,19— Betzet: Es la actual Bet Zeita, a 6 km al norte de Betsur. Se ha encontrado allí un pozo con escalera en espiral.
I Macabeos 7,262Ma 14:5-36.
I Macabeos 7,31— Cafarsalama: Significa “aldea de la paz”; quizá la actual Quirbet Selma, cerca de Gabaón, a 4 km de Hadasá.
I Macabeos 7,392Ma 15:22-36.
I Macabeos 7,40— Hadasá: Significa “ciudad nueva” y estaba situada entre Betorón y Jerusalén. 2Ma 14:16 la transcribe como Desau.
I Macabeos 7,41— rey asirio: Se trata de Senaquerib (ver 2Re 19:35).
I Macabeos 7,412Re 19:35.
I Macabeos 7,43— El día trece del mes de Adar: Es decir, el 28 de marzo del 160 a. C.
I Macabeos 7,49— el trece del mes de Adar: Es el llamado “día de Nicanor” (2Ma 15:36 s). La celebración de esta fiesta no duró mucho tiempo.