I Tesalonicenses 5 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 28 versitos |
1

La espera del día del Señor

En cuanto al momento y a las circunstancias de tales acontecimientos, no necesitan, hermanos, que les escriba. º
2 Saben perfectamente que el día del Señor º vendrá como un ladrón en plena noche. º
3 Cuando la gente ande diciendo: “Todo es paz y seguridad”, entonces justamente sobrevendrá la destrucción, como los dolores de parto a la mujer encinta, y no podrán librarse. º
4 Pero ustedes, hermanos, no viven en las tinieblas. Por eso, el día del Señor no debe sorprenderlos como si fuera un ladrón. º
5 Todos ustedes, en efecto, pertenecen a la luz y al día, no a las tinieblas o a la noche.
6 Por lo tanto, no estemos dormidos, como están otros; vigilemos y vivamos sobriamente. º
7 Los que duermen, de noche duermen; los que se emborrachan, de noche se emborrachan.
8 Nosotros, en cambio, que pertenecemos al día, vivamos sobriamente, armados con la coraza de la fe y del amor y con el casco protector de la esperanza de la salvación. º
9 Porque no nos ha destinado Dios al castigo, sino a obtener la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo
10 que murió por nosotros a fin de que, tanto en vida como en muerte º, vivamos siempre con él. º
11 Por tanto, dense ánimo mutuamente y ayúdense unos a otros como ya lo hacen. º
12

Últimas recomendaciones

Les pedimos, hermanos, que tengan en consideración a quienes desempeñan entre ustedes la misión de presidirlos º y aconsejarlos en el nombre del Señor. º
13 Estímenlos y ámenlos de manera especial como merece su tarea, y que la paz reine entre ustedes.
14 Les recomendamos también, hermanos, que corrijan a los indisciplinados *, animen a los tímidos y sostengan a los débiles º, teniendo paciencia con todos. º
15 Miren que nadie devuelva mal por mal; al contrario, busquen siempre hacerse el bien los unos a los otros y a todos. º
16 Estén siempre alegres. º
17 No cesen de orar. º
18 Manténganse en constante acción de gracias, porque esto es lo que Dios quiere de ustedes como cristianos. º
19 No apaguen la fuerza del Espíritu,
20 ni desprecien los dones proféticos. º
21 Examínenlo todo y quédense con lo bueno. º
22 Eviten toda clase de mal. º
23

Conclusión (5:23-28)

Invocación y saludo final

Que el Dios de la paz les conceda vivir totalmente consagrados * a él, de modo que todo su ser —espíritu, alma y cuerpo * — permanezca sin tacha para el día en que se manifieste º nuestro Señor Jesucristo. º
24 Aquel que los ha llamado es fiel y cumplirá su palabra. º
25 Hermanos, rueguen también por nosotros.
26 Saluden con un beso fraterno * a todos los hermanos. º
27 Y les suplico encarecidamente por el Señor que esta carta sea leída a todos ellos. º
28 La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con ustedes º.

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Introducción a I Tesalonicenses

INTRODUCCIÓN


1. Pablo y Tesalónica


Tesalónica ha sido siempre una de las ciudades más importantes de Grecia. Fundada a finales del siglo IV a. C. por Casandro, general de Alejandro Magno, la ciudad recibió el nombre de la esposa de Casandro que era, a su vez, hermanastra del gran conquistador. Cuando Roma se apoderó de Grecia en el año 168 a. C., Tesalónica pasó a ser la capital de la provincia romana de Macedonia, y su puerto, al fondo del amplio golfo de Termas, se convirtió en uno de los más seguros y florecientes del mar Egeo. No es de extrañar que la comunidad judía allí afincada llegara a ser numerosa e influyente, como lo prueba el hecho de tener sinagoga propia (ver Hch 17:1).


Pablo evangelizó Tesalónica durante su segundo viaje misionero, probablemente entre los años 49-50 d. C. Llegó allí procedente de Filipos y durante un período no inferior a tres o cuatro meses proclamó el evangelio entre judíos y paganos. Pero surgieron dificultades y Pablo tuvo que abandonar un tanto precipitadamente la ciudad (ver Hch 17:5-10). Atrás dejaba una iglesia elementalmente organizada que supo mantenerse fiel, progresar y ofrecer un magnífico ejemplo de vida cristiana a los creyentes de otras comunidades (ver 1Ts 1:2-10; 1Ts 2:19-20).


2. Marco histórico y peculiaridades de la carta


No todo, sin embargo, fueron luces. También aparecieron algunas sombras en la recién nacida iglesia cristiana de Tesalónica. Así se lo hace saber a Pablo su discípulo Timoteo, que había sido enviado allí por el Apóstol y que ahora regresa a Corinto con buenas noticias en conjunto, pero con algunos asuntos que él no ha sabido resolver y que pedirían la intervención de Pablo. En concreto, los judíos continúan tratando de desprestigiar a Pablo, las costumbres paganas no han desaparecido del todo entre los nuevos discípulos de Jesús, y, sobre todo, los cristianos tesalonicenses se plantean una doble pregunta en relación con los creyentes que han comenzado a morir: ¿qué va a ser de los hermanos que mueran antes de la venida gloriosa del Señor? ¿cuándo tendrá lugar esa venida?


Pablo entiende que, por una parte, debe hacer presente a los tesalonicenses su satisfacción por la buena marcha de la comunidad y, por otra, debe responder a sus preguntas. Ante la imposibilidad de acudir personalmente a Tesalónica, decide enviarles una carta. Lo hace desde Corinto en el año 50 o 51 (según los distintos cálculos cronológicos) y significa el bautismo epistolar de Pablo. También estaríamos, casi con toda seguridad, ante el escrito más antiguo del NT.


Precisamente por tratarse de los primeros pasos de Pablo como escritor cristiano, no debemos buscar en 1 Ts profundas y sistemáticas disquisiciones teológicas. Es, más bien, el padre y pastor que entra en comunicación con los suyos y que transmite, por una parte, sentimientos de alegría y agradecimiento a Dios y, por otra, avisos, plegarias, palabras de aliento y de consuelo a los propios tesalonicenses. Y todo ello en un tono sencillo, familiar y profundamente afectuoso.


3. Contenido de la carta


Después de un saludo breve pero denso (1Ts 1:1), Pablo pasa a alabar el magnífico comportamiento de la iglesia de Tesalónica y a dar gracias a Dios por esta respuesta tan positiva al mensaje evangélico aun en medio de la persecución y el sufrimiento (1Ts 1:2-10). En realidad, toda la primera parte de la carta está como penetrada por un clima de acción de gracias (ver 1Ts 2:13; 1Ts 3:9) que Pablo aprovecha para recordar con gozo y añoranza su ministerio en Tesalónica (1Ts 2:1-16), para manifestar su permanente preocupación por aquellos a quienes ha engendrado en la fe (1Ts 2:171Ts 3:5), y para animar a los tesalonicenses a mantenerse fieles al Señor hasta el día de su gloriosa manifestación (1Ts 3:6-13).


La segunda parte de la carta (1Ts 4:11Ts 5:22) contiene una amplia serie de exhortaciones, recomendaciones, instrucciones y avisos que tienen como telón de fondo el tema de la “parusía” o venida gloriosa del Señor. Dentro de este marco exhortativo, responde Pablo a las dos cuestiones que preocupaban de manera especial a los tesalonicenses y que han sido señaladas más arriba. A la primera, diciendo que todos los creyentes, tanto los que han muerto como los que aún vivan en el momento de la venida de Cristo, compartirán la victoria del Señor (1Ts 4:13-18). A la segunda, afirmando que el momento de la venida pertenece estrictamente al secreto de Dios y que, por tanto, nadie fuera de Dios lo conoce. Eso sí, será un acontecimiento para el que todos los creyentes debemos estar preparados con una vida consagrada al trabajo, a la paz, a la ayuda mutua, a la oración, a la alegría y a un uso conveniente de los dones del Espíritu (1Ts 5:1-22).


La carta concluye con una ardiente súplica a Dios para que haga posible lo que es muy difícil o imposible a los seres humanos (1Ts 5:23-24) y con un saludo pleno de afecto para todos los hermanos (1Ts 5:25-28).


4. Estructura de la carta


— Introducción (1Ts 1:1-10)


I. — MINISTERIO DE PABLO EN TESALÓNICA (1Ts 2:1-201Ts 3:1-13)


II. — INSTRUCCIONES Y RECOMENDACIONES DIVERSAS (1Ts 4:11Ts 5:22)


— Conclusión (1Ts 5:23-28)


Fuente:

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Notas

I Tesalonicenses 5,1Mat 24:36; Hch 1:7.


I Tesalonicenses 5,21Co 1:8; 1Co 5:5; 2Co 1:14; 2Ts 2:2; Mat 24:43; 2Pe 3:10; Apo 3:3; Apo 16:15.
I Tesalonicenses 5,2— el día del Señor. Ver nota a 1Co 1:8.
I Tesalonicenses 5,3Jer 6:14; Jer 8:11; Eze 13:10; Mat 24:38-39; Luc 21:34-35.
I Tesalonicenses 5,4Jua 1:5; Jua 8:12; Jua 12:46; Rom 13:12; Efe 5:8-14.
I Tesalonicenses 5,6Mat 24:42-44; Mat 25:1-13; Mar 13:33-37; Luc 21:36; 1Pe 5:8.
I Tesalonicenses 5,81Ts 1:3; 1Co 13:13; Efe 6:11-17.
I Tesalonicenses 5,10— en vida como en muerte: Lit. despiertos como dormidos. Ver nota a 1Ts 4:13.
I Tesalonicenses 5,10Rom 14:8-9.
I Tesalonicenses 5,111Ts 4:18.
I Tesalonicenses 5,121Co 16:16; 1Co 16:18; 1Ti 5:17; Heb 13:7.
I Tesalonicenses 5,12— presidirlos. El verbo griego utilizado permite también traducir: atenderlos (ver, por una parte, Rom 12:8; 1Ti 3:4; 1Ti 5:12; 1Ti 5:17; y por otra, Tit 3:8; Tit 3:14).
I Tesalonicenses 5,14— indisciplinados: Algunos piensan que se alude a los mismos individuos que se mencionan en 2Ts 3:6 (el vocablo griego es prácticamente el mismo) y consideran que debe traducirse: ociosos o perezosos.

— los débiles: Se trata del mismo vocablo griego que Pablo utiliza en Rom 14:1-2 y otros lugares y que allí se ha traducido por poco formados en la fe. Ver nota a Rom 14:1 y 1Co 8:7.
I Tesalonicenses 5,14Mat 18:15; Rom 14:1.
I Tesalonicenses 5,15Pro 20:22; Rom 12:17; 1Pe 3:9.
I Tesalonicenses 5,16Flp 2:18; Flp 2:28-29; Flp 3:1; Flp 4:4.
I Tesalonicenses 5,17Luc 18:1; Rom 12:12; Col 4:2.
I Tesalonicenses 5,18Efe 5:20; Col 3:15-17.
I Tesalonicenses 5,201Co 12:1-10; 1Co 14:1.
I Tesalonicenses 5,211Jn 4:1.
I Tesalonicenses 5,22Job 1:1; Job 1:8; Job 2:3.
I Tesalonicenses 5,23— consagrados: Lit. los santifique completamente. Ver nota a Rom 1:7.



— espíritu, alma y cuerpo: Única vez en que Pablo menciona juntos estos tres aspectos del ser humano sin que con ello quiera decir que el ser humano se compone de tres partes físicamente separables; sólo pretende subrayar que la totalidad del ser humano es sujeto de la salvación definitiva.

— el día en que se manifieste: Ver segunda nota a 1Ts 3:13 y nota a 1Co 15:23.
I Tesalonicenses 5,23Rom 15:33; 2Ts 3:16.
I Tesalonicenses 5,241Co 1:9; 2Ts 3:3.
I Tesalonicenses 5,26Rom 16:16; 1Co 16:20.
I Tesalonicenses 5,27Col 4:16.
I Tesalonicenses 5,28— con ustedes: Numerosos mss., entre ellos algunos de los mejores y más antiguos, añaden: Amén.