I Tesalonicenses 1 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 10 versitos |
1

Introducción (1:1-10)

Saludo

Pablo, Silvano y Timoteo * a la iglesia de los tesalonicenses congregada en el nombre de * Dios Padre y de Jesucristo, el Señor. Con ustedes, gracia y paz º. º
2

Acción de gracias por el ejemplo de los tesalonicenses

Permanentemente damos gracias a Dios º por cada uno de ustedes y los tenemos presentes en nuestras oraciones. Sin cesar º
3 recordamos ante Dios, nuestro Padre, qué activa es la fe que ustedes tienen, qué esforzado su amor y qué firme la esperanza que han depositado en nuestro Señor Jesucristo. º
4 Sabemos bien, hermanos queridos de Dios, cómo se llevó a cabo la elección de ustedes.
5 Porque el mensaje evangélico º que les anunciamos no se redujo a palabras hueras, sino que estuvo acompañado de poder, de Espíritu Santo y de profunda convicción. Bien saben que nuestro comportamiento entre ustedes fue para su bien. º
6 En cuanto a ustedes, siguieron nuestro ejemplo y el del Señor al recibir la palabra º en medio de grandes dificultades, pero con la alegría que proporciona el Espíritu Santo. º
7 De esta manera se han convertido en un modelo para todos los creyentes de Macedonia y Acaya º.
8 Y no sólo en Macedonia y Acaya han hecho resonar la palabra del Señor, sino que su fe en Dios se ha extendido por todas partes, hasta el punto de hacer innecesaria cualquier palabra nuestra. º
9 Todos, en efecto, se hacen lenguas de la acogida que nos dispensaron y de cómo se convirtieron a Dios y renunciaron a los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero, º
10 en espera de que su Hijo Jesús, a quien resucitó triunfante de la muerte, venga desde el cielo y nos libre del castigo que ha de llegar. º

Patrocinio

 
 

Introducción a I Tesalonicenses

INTRODUCCIÓN


1. Pablo y Tesalónica


Tesalónica ha sido siempre una de las ciudades más importantes de Grecia. Fundada a finales del siglo IV a. C. por Casandro, general de Alejandro Magno, la ciudad recibió el nombre de la esposa de Casandro que era, a su vez, hermanastra del gran conquistador. Cuando Roma se apoderó de Grecia en el año 168 a. C., Tesalónica pasó a ser la capital de la provincia romana de Macedonia, y su puerto, al fondo del amplio golfo de Termas, se convirtió en uno de los más seguros y florecientes del mar Egeo. No es de extrañar que la comunidad judía allí afincada llegara a ser numerosa e influyente, como lo prueba el hecho de tener sinagoga propia (ver Hch 17:1).


Pablo evangelizó Tesalónica durante su segundo viaje misionero, probablemente entre los años 49-50 d. C. Llegó allí procedente de Filipos y durante un período no inferior a tres o cuatro meses proclamó el evangelio entre judíos y paganos. Pero surgieron dificultades y Pablo tuvo que abandonar un tanto precipitadamente la ciudad (ver Hch 17:5-10). Atrás dejaba una iglesia elementalmente organizada que supo mantenerse fiel, progresar y ofrecer un magnífico ejemplo de vida cristiana a los creyentes de otras comunidades (ver 1Ts 1:2-10; 1Ts 2:19-20).


2. Marco histórico y peculiaridades de la carta


No todo, sin embargo, fueron luces. También aparecieron algunas sombras en la recién nacida iglesia cristiana de Tesalónica. Así se lo hace saber a Pablo su discípulo Timoteo, que había sido enviado allí por el Apóstol y que ahora regresa a Corinto con buenas noticias en conjunto, pero con algunos asuntos que él no ha sabido resolver y que pedirían la intervención de Pablo. En concreto, los judíos continúan tratando de desprestigiar a Pablo, las costumbres paganas no han desaparecido del todo entre los nuevos discípulos de Jesús, y, sobre todo, los cristianos tesalonicenses se plantean una doble pregunta en relación con los creyentes que han comenzado a morir: ¿qué va a ser de los hermanos que mueran antes de la venida gloriosa del Señor? ¿cuándo tendrá lugar esa venida?


Pablo entiende que, por una parte, debe hacer presente a los tesalonicenses su satisfacción por la buena marcha de la comunidad y, por otra, debe responder a sus preguntas. Ante la imposibilidad de acudir personalmente a Tesalónica, decide enviarles una carta. Lo hace desde Corinto en el año 50 o 51 (según los distintos cálculos cronológicos) y significa el bautismo epistolar de Pablo. También estaríamos, casi con toda seguridad, ante el escrito más antiguo del NT.


Precisamente por tratarse de los primeros pasos de Pablo como escritor cristiano, no debemos buscar en 1 Ts profundas y sistemáticas disquisiciones teológicas. Es, más bien, el padre y pastor que entra en comunicación con los suyos y que transmite, por una parte, sentimientos de alegría y agradecimiento a Dios y, por otra, avisos, plegarias, palabras de aliento y de consuelo a los propios tesalonicenses. Y todo ello en un tono sencillo, familiar y profundamente afectuoso.


3. Contenido de la carta


Después de un saludo breve pero denso (1Ts 1:1), Pablo pasa a alabar el magnífico comportamiento de la iglesia de Tesalónica y a dar gracias a Dios por esta respuesta tan positiva al mensaje evangélico aun en medio de la persecución y el sufrimiento (1Ts 1:2-10). En realidad, toda la primera parte de la carta está como penetrada por un clima de acción de gracias (ver 1Ts 2:13; 1Ts 3:9) que Pablo aprovecha para recordar con gozo y añoranza su ministerio en Tesalónica (1Ts 2:1-16), para manifestar su permanente preocupación por aquellos a quienes ha engendrado en la fe (1Ts 2:171Ts 3:5), y para animar a los tesalonicenses a mantenerse fieles al Señor hasta el día de su gloriosa manifestación (1Ts 3:6-13).


La segunda parte de la carta (1Ts 4:11Ts 5:22) contiene una amplia serie de exhortaciones, recomendaciones, instrucciones y avisos que tienen como telón de fondo el tema de la “parusía” o venida gloriosa del Señor. Dentro de este marco exhortativo, responde Pablo a las dos cuestiones que preocupaban de manera especial a los tesalonicenses y que han sido señaladas más arriba. A la primera, diciendo que todos los creyentes, tanto los que han muerto como los que aún vivan en el momento de la venida de Cristo, compartirán la victoria del Señor (1Ts 4:13-18). A la segunda, afirmando que el momento de la venida pertenece estrictamente al secreto de Dios y que, por tanto, nadie fuera de Dios lo conoce. Eso sí, será un acontecimiento para el que todos los creyentes debemos estar preparados con una vida consagrada al trabajo, a la paz, a la ayuda mutua, a la oración, a la alegría y a un uso conveniente de los dones del Espíritu (1Ts 5:1-22).


La carta concluye con una ardiente súplica a Dios para que haga posible lo que es muy difícil o imposible a los seres humanos (1Ts 5:23-24) y con un saludo pleno de afecto para todos los hermanos (1Ts 5:25-28).


4. Estructura de la carta


— Introducción (1Ts 1:1-10)


I. — MINISTERIO DE PABLO EN TESALÓNICA (1Ts 2:1-201Ts 3:1-13)


II. — INSTRUCCIONES Y RECOMENDACIONES DIVERSAS (1Ts 4:11Ts 5:22)


— Conclusión (1Ts 5:23-28)


Fuente:

Patrocinio

Notas

I Tesalonicenses 1,1Hch 15:22; Hch 16:1; Rom 1:7; 1Co 1:3; 2Co 1:2; Gál 1:3.


I Tesalonicenses 1,1— Silvano y Timoteo: Son los que acompañaron a Pablo en la evangelización de Tesalónica, aunque por lo que se refiere a Timoteo no aparece tan claro en el libro de los Hechos (ver Hch 17:5; Hch 10:14-15).

— congregada en el nombre de: Este parece ser el sentido de lo que el texto griego expresa simplemente mediante la preposición: en.

— y paz: Numerosos mss., entre ellos algunos de valor, añaden: de parte de Dios, nuestro Padre y de Jesucristo, el Señor.
I Tesalonicenses 1,2— damos gracias a Dios: Es habitual en Pablo comenzar todas sus cartas (salvo Gálatas) con una “acción de gracias” a Dios. Lo peculiar de esta carta es que la acción de gracias se prolonga en cierto modo hasta el final del capitulo 1Ts 3:1-13.
I Tesalonicenses 1,2Rom 1:8; 1Co 1:4; Flp 1:3-4; Col 1:3; 2Ts 1:3; 2Ts 1:11.
I Tesalonicenses 1,3Rom 5:1-5; 1Co 13:13; Col 1:4-5.
I Tesalonicenses 1,51Co 2:1-5; 1Co 4:20.
I Tesalonicenses 1,5— mensaje evangélico: Lit. evangelio. Ver otros pasajes de la carta (1Ts 2:2; 1Ts 2:8-9; 1Ts 2:13; 1Ts 3:1) y notas a Mar 1:1 y Rom 1:1.
I Tesalonicenses 1,6— la palabra: El vocablo griego es “logos”, que en la primitiva literatura cristiana tiene una gran riqueza de significado y constituye uno de los términos técnicos más característicos de esa literatura. (Ver Jua 1:1).
I Tesalonicenses 1,6Hch 17:5-9; 2Co 1:4-7.
I Tesalonicenses 1,7— Macedonia y Acaya: Ver nota a Rom 15:26.
I Tesalonicenses 1,8Rom 1:8.
I Tesalonicenses 1,9Jer 10:10; Jua 17:3; Hch 14:15.
I Tesalonicenses 1,101Ts 2:16; Rom 1:18; Rom 2:5; 1Co 1:7; Stg 5:5.