Judith 14 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 19 versitos |
1

Judit y Ajior

Judit les dijo: — Escúchenme, hermanos: tomen esta cabeza y cuélguenla en una almena º de la muralla. º
2 Luego, cuando rompa el día y el sol se alce sobre la tierra, empuñen sus armas de combate. Que todo hombre apto para la lucha salga de la ciudad con su jefe al frente. Hagan como si fueran a bajar a la llanura para atacar la vanguardia de los asirios, ¡pero no bajen!
3 Los enemigos tomarán sus armas e irán al campamento a despertar a los jefes de su ejército; luego estos correrán a la tienda de Holofernes y, al no encontrarlo, se llenarán de pánico y huirán delante de ustedes.
4 Ustedes y todos los habitantes de Israel los perseguirán y los aniquilarán, mientras ellos huyan a la desbandada.
5 Pero antes llámenme a Ajior, el amonita, para que vea y reconozca al que se burlaba del pueblo de Israel, al que lo envió acá para que muriera entre nosotros.
6 Llamaron, pues, a Ajior, que se encontraba en la casa de Ozías. Cuando llegó y vio la cabeza de Holofernes en manos de uno de los hombres del pueblo allí reunido, perdió el sentido y cayó sobre su rostro.
7 Luego, en cuanto lo reanimaron, se arrojó a los pies de Judit, y postrado ante ella le dijo: — ¡Bendita seas tú en todos los campamentos de Judá y en todas las naciones, que temblarán cuando oigan tu nombre!
8 Pero cuéntame ahora lo que has hecho durante todos estos días. Entonces Judit, en medio de la gente, le contó lo que había hecho desde el día de su partida hasta el momento en que les estaba hablando.
9 Al terminar su relato, el pueblo la aclamó y prorrumpió por toda la ciudad en grandes gritos de alegría.
10 Al ver Ajior todo cuanto el Dios de Israel había llevado a cabo, creyó en él de todo corazón º, se hizo circuncidar y quedó unido para siempre al pueblo de Israel. º
11

Desconcierto del ejército asirio

Al amanecer, los israelitas colgaron en la muralla la cabeza de Holofernes, tomaron sus armas y, formando escuadrones, se repartieron por las subidas de la montaña. º
12 Al verlos, los asirios mandaron aviso a sus oficiales, los cuales se dirigieron a los comandantes, a los capitanes y al resto de los jefes.
13 Acudieron todos a la tienda de campaña de Holofernes y dijeron a su ayudante: — Despierta a nuestro señor, porque esos esclavos han tenido la osadía de bajar a pelear contra nosotros, como si quisieran ser destruidos de una vez para siempre.
14 Entró Bagoas y llamó desde la entrada de la tienda, porque pensaba que Holofernes estaría durmiendo con Judit;
15 pero como nadie respondía, descorrió la cortina y entró en el dormitorio, donde lo encontró muerto, tirado en el suelo y sin cabeza. º
16 Dio un fuerte grito, se puso a llorar y a lamentarse con grandes voces, y se rasgó las vestiduras.
17 En seguida entró en la tienda donde Judit había estado alojada y, al no encontrarla, se precipitó en medio de la gente, gritando:
18 — ¡Esos esclavos nos han traicionado! ¡Una sola mujer hebrea ha traído la deshonra sobre la casa del rey Nabucodonosor! ¡Miren a Holofernes, tirado en tierra, sin cabeza! º
19 Al oír esto, los jefes del ejército asirio se rasgaron las vestiduras completamente desconcertados, y por todo el campamento comenzaron a oírse sus lamentos y sus gritos.

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Introducción a Judith

INTRODUCCIÓN


1. Datos generales


El libro de Judit nos cuenta el conflicto que se produce cuando las pretensiones expansionistas, que lleva consigo la ideología imperialista propia de los poderosos de la tierra (personificados en la figura de Nabucodonosor), se confrontan con los deseos de libertad de un pueblo. Como tantas veces en la Biblia, Dios se pone a favor de los más débiles y, contra toda esperanza, destruye las pretensiones arrogantes de los fuertes, haciendo de la debilidad instrumento para su acción.


2. Características literarias


La enorme abundancia de detalles concretos, tanto geográficos como históricos, podrían dar a esta narración una apariencia de historia estricta. Sin embargo, desde el primer momento estos detalles son tan claramente equívocos y anacrónicos, que su función en el relato debe ser necesariamente otra.


El autor de Judit trabaja los datos insertándolos de forma acumulativa, sin preocuparse de la coherencia de los mismos: Nabucodonosor (rey de Babilonia) se convierte en el rey de Asiria; Nínive (destruida años antes de su reinado) es su capital; Holofernes (un personaje persa), el general de su ejército. El valor de estos nombres está en su potencial evocador: son los enemigos de Israel, los tiranos de la historia. Pareciera que el autor, en lugar de facilitar la localización histórica de lo que está narrando, lo que pretendiera es precisamente evitarla o, mejor aún, utilizar este recurso para situar su historia en todos los tiempos. Otra pista nos la dan el carácter simbólico de algunos nombres: Judit (= la judía), Ajior (= mi hermano es luz), Betulia (= la doncella), Ozías (= Dios es mi fuerza)... nos sitúan en un ámbito en el que los protagonistas van más allá de sí mismos y pasan a ser personajes arquetípicos de un conflicto más profundo y más duradero. El mismo tratamiento psicológico de los actores nos encamina en esta misma dirección. Por si esto fuera poco, una lectura atenta nos descubre detrás de este relato el trasfondo de muchas escenas bíblicas.


Podríamos decir que estamos ante una obra de ficción con carácter didáctico que utiliza elementos históricos para plantear un conflicto que trasciende la historia y es siempre permanente: por una parte, el dios imperial, tiránico y prepotente que conduce a la muerte y a la esclavitud; por otra, el Dios de Israel que actúa a través de la debilidad para liberar a los que confían en él.


3. Estructura y contenido


En cuanto a la estructura de la narración, el libro tiene claramente dos partes bien diferenciadas: los capítulos Jdt 1:1-16Jdt 7:1-32 en que se narra el avance arrollador de Nabucodonosor, mediante su general Holofernes, hasta los pies de la ciudad de Betulia; y la segunda parte, capítulos Jdt 8:1-36Jdt 16:1-25, en que el personaje de Judit entra en escena para liberar a su pueblo.


4. El texto del libro de Judit


Los manuscritos más antiguos que poseemos del libro de Judit están todos ellos en lengua griega; los más importantes son los grandes manuscritos unciales del siglo IV o V. Otras versiones latinas dependen del griego. La Vulgata ofrece un texto más corto y el propio Jerónimo, el traductor de la Vulgata, confiesa que ha hecho la traducción con poco cuidado.


A pesar de que los testimonios más antiguos están en lengua griega, hoy casi nadie reconoce esta como su lengua original. El texto griego no es sino una traducción de un original en lengua semítica, hebreo o arameo.


5. Fecha y lugar de composición


La descripción que el autor de Judit hace de la figura de Nabucodonosor y de sus pretensiones divinas no se corresponde con los usos de las monarquías asiria o babilónica; más bien responde a la figura de los reyes griegos, especialmente Antíoco IV, llamado Epífanes (se puede comparar con la descripción que hace el libro de Daniel de este personaje en Dan 11:36-37). Esto nos anima a pensar que el contexto histórico del libro se corresponde con los años siguientes a la revuelta Macabea, alrededor de la mitad del siglo II a. C. Otros datos provenientes del libro ayudan a confirmar esta fecha: la alusión a costumbres griegas (uso de guirnaldas y coronas de olivo, postura en el banquete); la religiosidad que trasluce el libro está muy próxima a la piedad y espiritualidad del movimiento fariseo (valor de las observancias legales, especialmente las relativas a los alimentos; aprecio de instituciones como el Templo, el sacerdocio, el consejo de ancianos; la centralidad de Jerusalén; la idealización del pueblo de Israel); la estructura política de gobierno, con el sacerdote al frente del Consejo de Ancianos, es también propia de la época griega. El carácter nacionalista y combativo del libro cuadraría bien en este contexto.


En cuanto al autor, aunque no conocemos nada de él, sí que podemos precisar algunos rasgos mínimos a partir de los datos extraídos del libro. La ambientación de la narración, los datos geográficos, el contexto histórico al que pretende responder con su obra, todo el trasfondo semítico del libro y la espiritualidad que trasluce, son elementos que apuntan hacia un judío de Palestina, cercano en su mentalidad al movimiento fariseo.


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Notas

Judith 14,1— cuélguenla en una almena: Aunque esta costumbre responde más bien a una costumbre bélica de la antigüedad, también pudiera ser que esta escena tenga como trasfondo la muerte de Nicanor que nos narra 2Ma 15:1-39.


Judith 14,11Sa 31:10; 2Ma 15:35.
Judith 14,10— creyó en él de todo corazón: Tras la figura de Ajior, tal como aparecía presentada en Jdt 5:1-24 no es difícil de reconocer al “temeroso de Dios”, el pagano cercano a la sensibilidad y la religiosidad judía. Ahora da un paso más, pasa a pertenecer al pueblo de Dios y es así representante de todos los gentiles que se sienten atraídos por el judaísmo. El significado de su nombre, ahora, se hace aún más evocador: “mi hermano (Israel) es luz”.
Judith 14,10Jos 6:25.
Judith 14,111Ma 7:47; 2Ma 15:35.
Judith 14,15Jue 3:25; 1Sa 5:4.
Judith 14,18Jue 9:54; Jdt 16:5.