Jonás 3 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 10 versitos |
1

Los ninivitas se arrepienten y son perdonados

Por segunda vez el Señor habló a Jonás de esta manera:
2 — Disponte a ir a la gran ciudad de Nínive para pregonar allí el mensaje que yo te encargo. º
3 Partió Jonás al instante hacia Nínive de acuerdo con la orden del Señor. Nínive era una ciudad tan grande * que se necesitaba andar tres días º para recorrerla.
4 Comenzó, pues, Jonás a recorrer la ciudad y estuvo un día entero proclamando: — ¡Dentro de cuarenta días º, Nínive será destruida!
5 Los habitantes de Nínive creyeron a Dios, anunciaron un tiempo de ayuno, y desde el mayor hasta el más pequeño de ellos se vistió de sayal.
6 Cuando el mensaje llegó hasta el rey de Ninive, este se levantó del trono, se despojó de su manto regio, se vistió de sayal y se sentó en ceniza º. º
7 Luego, hizo pregonar en Nínive, por orden del rey y de los grandes del reino, este decreto: “Que no coman nada las personas ni los animales º que no pasten los bueyes ni las ovejas, y que ninguno beba agua.
8 Vístanse personas y animales con ropa de sayal; que toda persona suplique a Dios fervorosamente y que se convierta de su mala conducta y de la violencia de sus acciones.
9 ¡Tal vez Dios se arrepienta, se calme el furor de su ira y no perezcamos!”.
10 Al ver Dios la actuación de los ninivitas y cómo se habían arrepentido de su mala conducta, se retractó del castigo º que les había anunciado y no lo llevó a cabo.

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Introducción a Jonás

INTRODUCCIÓN


1. Trasfondo histórico-cultural


El profeta protagonista de este libro es presentado como Jonás, hijo de Amitay, razón por la que ha sido identificado tradicionalmente con el profeta de igual nombre y filiación mencionado en 2Re 14:25. Pero no hay lugar a dicha identificación pues ni al profeta de 2Re 14:1-29 se le conoce relación alguna con Nínive, ni esta ciudad era capital de Asiria en tiempos de Jeroboán II (786-746 a. C.). La exagerada extensión asignada a Nínive (ver Jon 3:3), así como la carencia total de referencias históricas a un hecho tan notable como habría sido la conversión de Nínive, nos hacen pensar que no estamos ante un relato histórico-biográfico enmarcado en una época concreta. El aparente marco histórico del libro es a todas luces ficticio.


2. Aspectos literarios


El libro de Jonás se considera escrito profético y, sin embargo, carece de oráculos propiamente dichos. En realidad, el libro es una obra maestra de la narrativa hebrea, que se inicia de forma abrupta e impresionista (sin título ni introducción) con la intención evidente de sorprender al lector y conducirlo a una honda reflexión teológica. Para la composición del libro se habla, bien de un redactor que habría elaborado determinadas tradiciones orales preexistentes, bien de un comentario midrásico inspirado sobre todo en el ciclo profético de Elías (1Re 19:4-5).


La colocación junto a Miqueas en el canon hebreo haría pensar en el siglo VIII a. C. como fecha de composición, pero tal colocación no es en modo alguno determinante para establecer la datación de estos libros proféticos. Lo probable es que el libro de Jonás se escribiera entre los siglos V y IV a. C.; y lo que sí es cierto, es que en el siglo II a. C. el libro se incluía entre los profetas menores (ver Sir 49:10; Tob 14:4).


Contenido y dimensión religiosa


A primera vista el libro es el relato de las peripecias acaecidas a un profeta que rehúye inicialmente la misión encomendada por Dios, que después la lleva a cabo ante la presión divina y que finalmente se enoja por el perdón que el Señor otorga a los arrepentidos ninivitas. Esta actitud inmisericorde de Jonás se explica tal vez porque busca defender su credibilidad como profeta (ver Deu 18:21-22; Jer 28:9).


Pero todo esto no es más que el artificio literario-narrativo para resaltar el carácter universal del perdón divino aun en casos tan extremos como el de Nínive que era el prototipo del paganismo impío, cruel y opresor (ver Isa 10:5-15; Nah 3:1-5). Al mismo tiempo, el libro es un enérgico alegato contra los nacionalismos radicales y la xenofobia indiscriminada que nada tienen que ver con las más antiguas tradiciones israelitas (Gén 12:3). Su lectura sigue interpelando vigorosamente en este concreto punto la conciencia de cualquier lector.


Fuente:

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Notas

Jonás 3,1Jon 1:1-2.


Jonás 3,3— tan grande: El texto hebreo añade: ante Dios, que es la expresión más fuerte del superlativo hebreo.

— andar tres días: Los hallazgos arqueológicos muestran el tono hiperbólico de esta afirmación.
Jonás 3,4— cuarenta días: Esta es una de las cifras tópicas de la Biblia, y representa frecuentemente un período de tiempo para probar y acrisolar a las personas y a los pueblos.
Jonás 3,5-6— ayuno... sayal... ceniza: El empleo de tejidos bastos, el ayuno y el sentarse en polvo (o ceniza) eran signos de estados anímicos tales como la consternación y el arrepentimiento (ver Eze 27:30-31; Sal 35:13; Est 4:1). Jesús alaba esta actitud ejemplar de los ninivitas (ver Mat 12:41 y Luc 11:30-32).
Jonás 3,6Eze 26:16.
Jonás 3,7— animales: En Asiria y Persia los actos penitenciales también incluían a los animales.
Jonás 3,10— se retractó del castigo: El perdón divino es la respuesta misericordiosa al arrepentimiento de los seres humanos (ver Jer 18:8; Jer 26:3; Jer 36:3).