Ester  6 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 14 versitos |
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III.— LA LIBERACIÓN (6:1—9:19)

El rey honra a Mardoqueo

Aquella noche, como el rey estaba desvelado, mando que le trajeran el libro de los anales de la historia nacional para que se lo leyesen.
2 En él encontraron escrito que Mardoqueo había delatado a Bigtán y Teres, dos eunucos de la guardia real, que habían planeado atentar contra el rey Asuero. º
3 El rey preguntó: — ¿Qué honor o reconocimiento se concedió a Mardoqueo por esto? Los cortesanos a su servicio respondieron: — No se le concedió ninguno.
4 Entonces el rey preguntó: — ¿Quién está en el patio? Amán acababa de entrar en el patio exterior del palacio para solicitar al rey que ordenara colgar a Mardoqueo en la horca que le estaba preparando.
5 Los cortesanos le respondieron: — Es Amán el que está en el patio. — ¡Háganlo pasar! —ordenó el rey—.
6 Cuando Amán hubo entrado, el rey le preguntó: — ¿Qué se puede hacer por una persona a quien el rey desea honrar? Amán dijo para sí: “¿A quién va a querer el rey honrar sino a mí?”.
7 Así que respondió al rey: — Para esa persona a la que el rey quiere honrar º
8 habría que mandar traer vestiduras reales, de las que usa su majestad, un caballo de los que monta el rey, y un distintivo real para su cabeza º.
9 La vestidura y el caballo se entregarían a uno de los más dignos funcionarios reales, para que él mismo vista a la persona a la que el rey quiere honrar; luego la paseará a caballo por la plaza de la ciudad, pregonando ante ella: “¡Así se agasaja a quien el rey quiere honrar!”.
10 Entonces dijo el rey a Amán: — Vete de inmediato, toma las vestiduras y el caballo, como acabas de sugerir, y haz eso mismo con Mardoqueo, el judío que está sentado a la puerta del palacio real. No descuides ningún detalle de lo que has dicho.
11 Así pues, Amán tomó las vestiduras y el caballo, vistió a Mardoqueo y lo paseó a caballo por la plaza de la ciudad, pregonando ante él: “¡Así se agasaja a quien el rey quiere honrar!”.
12 Después, mientras Mardoqueo volvía a la puerta real, Amán se dirigió a su casa entristecido y tapándose la cara.
13 Amán contó a Zeres, su mujer, y a todos sus amigos lo que había sucedido. Zeres y sus consejeros le dijeron: — Si ese Mardoqueo, ante el cual estás empezando a caer, es de raza judía, no podrás vencerlo. Sin duda que acabarás fracasando º.

(13a) [No podrás vencerlo, porque el Dios vivo está con él.]
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Humillación y muerte de Amán

Aún estaban hablando con Amán, cuando llegaron los eunucos reales para acompañarle inmediatamente al banquete que ofrecía Ester.

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Introducción a Ester 

INTRODUCCIÓN


Ester, según los rabinos judíos, sería el libro más reciente del Antiguo Testamento. Narra las vicisitudes de una bella muchacha judía llamada Hadasá (que significa “mirto”) o Ester (que significa “estrella”) en el marco de uno de los momentos más florecientes del imperio persa. Asuero (nombre que corresponde al rey Jerjes I — 485-465 a. C. — ) reina en Susa donde se desarrollan las usuales conspiraciones palaciegas, intentos de monopolizar poder y favores, emisiones de decretos y contradecretos.


El texto, marcado por un notable dramatismo histórico, destaca por su aparente falta de vinculación con los cánones usuales de religiosidad veterotestamentaria: no se menciona el nombre de Yahvé ni se hacen referencias explícitas a Dios; tampoco se indica que Israel sea una entidad de carácter espiritual ni profético. Esta peculiaridad hizo que se cuestionara su inclusión en el canon. Su estrecha asociación con la fiesta de Purim (el libro de Ester es el último de los cinco “rollos” — meguillot — que se leían en las grandes fiestas judías) y su tinte racial terminaron por imponer su peso en la consideración de la obra como libro inspirado y pasó a formar parte de los libros canónicos del AT.


La versión griega de los LXX amplía el texto hebreo que poseemos (TM) en ciento siete versículos. Estos versículos se intercalan entre los diferentes capítulos del original hebreo con la intención de buscar, seguramente, una vinculación más estrecha con los escritos canónicos.


Los rabinos opinaban que fueron los miembros de la Gran Sinagoga los que compusieron el libro. Otros autores se inclinan por Mardoqueo o Esdras. Detalles del palacio real y de los cargos secundarios de la organización del imperio persa, nos hacen pensar que el autor pudo incluso ser coetáneo a los acontecimientos (siglo IV a. C.).


El libro nos presenta el siguiente esquema:


I. — INTRODUCCIÓN HISTÓRICA (Est 1:1-22Est 2:1-23)


II. — PROYECTO DE AMÁN PARA EXTERMINAR A LOS JUDÍOS (Est 3:1-15Est 5:1-14)


III. — LA LIBERACIÓN (Est 6:1Est 9:19)


IV. — INSTITUCIÓN DE LA FIESTA DE PURIM (Est 9:20Est 10:3)


El relato está concebido y elaborado literariamente de un modo exquisito. Por ello se ha planteado la cuestión de si el libro de Ester es un relato, parcialmente al menos, histórico o una simple novela de ficción. Sea como fuere manifiesta situaciones de un alto interés dramático y de una gran fortaleza de espíritu en los protagonistas. El comportamiento del pueblo judío, que de perseguido se convierte en perseguidor, plantea, sin embargo, serias cuestiones teológicas.


La historia es sustrato indispensable para justificar la fiesta de Purim. Un plan de exterminio cuya ejecución concreta se echa a suertes (en hebreo “pur”, “purim”) termina cambiando de destinatarios, y la tristeza se convierte en desbordante alegría. Esa algazara constituye el pretendido trasfondo histórico de la fiesta de Purim (suertes), una fiesta que llegó a ocupar un lugar importante en el calendario nacional judío.


El libro de Ester nos hace reflexionar sobre el devenir de los tiempos y de los fenómenos sociales y de cómo los protagonistas de la historia (hombres y mujeres representados en este caso por Mardoqueo y Ester) pueden, apoyados por el poder divino, superar, o cuando menos mejorar, las situaciones adversas.


ESTER CON LOS TEXTOS DEUTEROCANÓNICOS.


INTRODUCCIÓN


1. Datos generales


El libro de Ester ha llegado hasta nosotros, por una parte, en el texto hebreo masorético (TM) y, por otra, en dos traducciones griegas: la versión de los LXX y el texto de Luciano. A la hora de contrastar estas versiones griegas, se puede comprobar que la traducción es bastante libre, sobre todo en la versión de los LXX que, con relación al texto hebreo, está ampliada en 107 versos divididos en seis secciones, incorporadas en distintos puntos de la narración. Estos añadidos, que no fueron reconocidos como Escritura Sagrada por el judaísmo ortodoxo palestinense ni más tarde por las iglesias protestantes, suponen una cierta reelaboración del original.


Jerónimo, en su traducción latina, decide sacar estas adiciones de su contexto y situarlas al final de su traducción de Ester. Estas adiciones, reconocidas como Escritura sagrada por la tradición católica, son las que recogemos aquí. Pero, para que al lector le sea fácil conocer dónde deben insertarse estas adiciones dentro de la trama del libro hebreo de Ester, las hemos querido acompañar de dicho texto. Lo hacemos poniendo en letra cursiva lo que corresponde al texto griego, y entre corchetes — [] — lo que forma parte del texto hebreo.


2. Intención


Las adiciones griegas no proporcionan datos nuevos al núcleo de la narración. Su aportación es de otra índole. En el texto hebreo llama poderosamente la atención la ausencia casi total de referencias religiosas: no se nombra ni una sola vez a Dios, ni hay alusión alguna a prácticas religiosas. Quizá una de las razones que tuvo el autor para introducir estas adiciones está precisamente en la voluntad de dar al relato hebreo un talante religioso más explícito; en concreto se menciona expresamente muchas veces a Dios o al Señor.


Por otra parte, el medio socio-cultural helenístico en que se desenvuelve la vida de los judíos, especialmente los de la diáspora, pedía adaptar un tanto el contenido con el fin de humanizar la obra y suavizar algunos de sus rasgos más duros. También puede notarse un esfuerzo de adaptación estilística acomodándose al estilo judío de narrar tal como aparece en los libros de Esdras, Nehemías y Daniel.


3. Autor, lugar y fecha de composición


No es fácil determinar quién es el autor de estas adiciones al libro hebreo de Ester. Casi lo único que podemos decir es que no todas proceden del mismo autor, y que no son traducciones; su lengua original es el griego.


Respecto a la fecha de composición tenemos el dato que nos aporta el propio libro en el capítulo Est 10:3 k, lo que nos situaría en la época de Ptolomeo VIII, es decir en torno al año 114 a. C. El gran intercambio cultural que existe en esta época entre las comunidades judías de Palestina y de Egipto (sobre todo de Alejandría) apoyarían esta hipótesis.


Fuente:

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Notas

Ester  6,2Est 2:21-22.


Ester  6,7Gén 41:42-43; Dan 5:29.
Ester  6,8— para su cabeza: El texto hebreo, en su forma actual, parece indicar que el distintivo real debía ponerse en la cabeza del caballo. Podría tratarse de una especie de turbante en forma de corona. Las versiones antiguas lo refieren a la persona homenajeada. También puede traducirse toda la frase: y un caballo como el que el rey montó, cuando le pusieron en la cabeza la corona real.
Ester  6,13— acabarás fracasando: El texto hebreo adelanta cómo será el desenlace, sin mencionar la intervención de Dios. La versión griega añade: porque el Dios vivo está con él.