I Macabeos 1 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 64 versitos |
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I.— EL LEVANTAMIENTO MACABEO Y SUS ANTECEDENTES (1—2)

Alejandro Magno y sus sucesores

Alejandro el macedonio, hijo de Filipo, partió del país de Quitín *, y después de derrotar a Darío *, rey de los persas y los medos, reinó en su lugar, aunque continuando principalmente como rey de Grecia º.
2 Libró muchas batallas, conquistó ciudades fortificadas y dio muerte a los reyes de la región.
3 Llegó hasta los últimos rincones de la tierra, saqueó numerosas naciones y, como la tierra enmudeció delante de él, su corazón se llenó de soberbia y orgullo.
4 Reunió un ejército muy poderoso, y sometió provincias, naciones y reyes que le pagaron tributo.
5 Pero después de todo esto, cayó enfermo y comprendió que iba a morir.
6 Convocó por eso a sus generales, altos personajes que se habían educado juntamente con él desde la juventud; y antes de morir repartió su Imperio entre ellos.
7 Doce años duró el reinado de Alejandro, a cuyo término murió º.
8 Después de él, los generales se hicieron cargo del poder, cada cual en el lugar señalado.
9 Apenas hubo muerto Alejandro, se ciñeron todos la corona, y sus descendientes después de ellos. Así transcurrieron muchos años, durante los cuales colmaron de desastres el país.
10

Antíoco IV Epífanes. La helenización de Israel

De entre aquellos generales surgió un hijo del rey Antíoco, un vástago perverso llamado Antíoco Epífanes *, que había estado en Roma como rehén *. Empezó a reinar en el año ciento treinta y siete º del imperio griego. º
11 Por el mismo tiempo apareció un grupo de israelitas apóstatas, que convencieron a muchos, diciendo: “Hagamos una alianza con las naciones de nuestro entorno, porque desde que nos apartamos de ellas nos han sobrevenido muchas calamidades”. º
12 La propuesta fue bien acogida,
13 de modo que algunos del pueblo se animaron a dirigirse al rey, que les autorizó a observar las costumbres paganas.
14 Siguiendo tales costumbres construyeron un gimnasio º en Jerusalén
15 y trataron de ocultar su circuncisión º, renegando de la santa alianza. Así se unieron a los paganos, vendiéndose a ellos para cometer toda clase de maldades. º
16

Profanación del Templo de Jerusalén

Cuando Antíoco se sintió seguro en su reino, decidió apoderarse también de Egipto º y gobernar sobre ambos países. º
17 Entró, pues, en Egipto con un poderoso ejército de carros, elefantes, caballería y una gran flota,
18 atacando a Tolomeo, el rey de Egipto, que se retiró ante él y huyó dejando muchos muertos.
19 Antíoco tomó las ciudades egipcias fortificadas y saqueó el país. º
20 Después de haber conquistado Egipto en el año ciento cuarenta y tres, Antíoco se puso en marcha contra Israel y subió hasta Jerusalén con un poderoso ejército.
21 Rebosante de arrogancia, entró en el Templo y se apoderó del altar de oro, del candelabro con todos sus accesorios,
22 de la mesa donde se ponían los panes de la ofrenda, de las copas, de los incensarios de oro, de la cortina y de las coronas. Además arrancó todos los adornos de oro que decoraban la fachada del Templo.
23 Se llevó también la plata, el oro, los objetos de valor y los tesoros escondidos que logró encontrar.
24 Todo se lo llevó a su país, después de haber matado a muchos y de haber hablado con la mayor insolencia.
25 Por todo Israel se extendió entonces un gran dolor.
26 Gemían las autoridades y los ancianos; las muchachas y los jóvenes languidecían, y se perdió la belleza de las mujeres.
27 El recién casado entonaba lamentos, en el lecho nupcial se dolía la recién casada.
28 Tembló la tierra por sus habitantes, la casa de Jacob se cubrió de vergüenza.
29 Dos años después el rey envió a las ciudades de Judá un recaudador de impuestos que se presentó en Jerusalén con un poderoso ejército. º
30 Habló a la gente en son de paz y con tanta astucia que la gente le creyó. Pero de pronto asestó a la ciudad un golpe terrible, causando muchos muertos entre el pueblo de Israel.
31 Saqueó la ciudad, la incendió y destruyó las casas y la muralla que la rodeaba.
32 Sus hombres se llevaron cautivos a niños y mujeres, y se apoderaron del ganado.
33 Reedificaron la ciudad de David, y la transformaron en una ciudadela º, rodeándola de una muralla grande y poderosa, y erigiendo torres fortificadas.
34 Establecieron allí gente impía, hombres sin ley que se hicieron fuertes en aquel sitio,
35 donde, además de proveerlo de armas y víveres, juntaron el botín del que se habían apoderado en el saqueo de Jerusalén.
36 De ese modo se convirtieron en una constante asechanza para el Templo y en una permanente amenaza para Israel.
37 Derramaron sangre inocente en derredor del Templo; profanaron el santuario
38 y, por causa de ellos, huyeron los habitantes de Jerusalén. La ciudad se convirtió en colonia de extranjeros, haciéndose incluso extraña a los que nacieron en ella; sus propios hijos la abandonaron.
39 Su Templo quedó como un desierto, sus fiestas se cambiaron en duelo, sus sábados, en vergüenza, su honor en desprecio.
40 Tan grande como fue su gloria, así fue también su humillación, convirtiéndose en llanto su grandeza.
41

El decreto de Antíoco Epífanes

El rey promulgó un decreto, ordenando que todos sus súbditos constituyeran un solo pueblo
42 y que cada cual abandonara sus propias costumbres. Todas las demás naciones obedecieron el decreto del rey;
43 incluso muchos israelitas, aceptando la religión oficial º, comenzaron a ofrecer sacrificios a los ídolos y a profanar el sábado.
44 El rey envió mensajeros a Jerusalén y a las ciudades de Judá, con órdenes escritas de que se sometieran a aquellas costumbres extrañas al país:
45 debían suprimirse los holocaustos, los sacrificios y las ofrendas para el Templo; había que profanar los sábados y las fiestas,
46 contaminar el Templo y todas las cosas sagradas,
47 construir altares y templos a los ídolos, y sacrificar cerdos y animales impuros;
48 no se les permitía circuncidar a los niños y tenían que contaminarse a sí mismos con toda suerte de cosas impuras y profanas,
49 olvidando la ley y cambiando los mandamientos.
50 Cualquiera que no obedeciese las órdenes del rey, sería condenado a muerte.
51 Estos eran los términos en que el rey se dirigió por escrito a todos sus súbditos. Luego nombró inspectores sobre la gente y ordenó que se ofrecieran sacrificios en cada una de las ciudades de Judá.
52 Muchos del pueblo abandonaron la ley y, uniéndose a ellos, causaron tales daños al país
53 que obligaron a los israelitas fieles a esconderse en toda clase de refugios.
54 El día quince del mes de Quisleu * del año ciento cuarenta y cinco *, Antíoco cometió un horrible sacrilegio º: mandó levantar un altar pagano encima del altar del sacrificio y además edificó otros altares en las ciudades judías de alrededor. º
55 Se ofrecía incienso en las puertas de las casas y en las calles;
56 destruían y quemaban los libros de la ley º que encontraban;
57 y si a alguien se le descubría un libro de la alianza, o se mantenía fiel a la ley, lo condenaban a muerte de acuerdo con el decreto real.
58 Así, valiéndose de su poder, se ensañaban mes tras mes con los israelitas que encontraban portándose como tales en las diversas ciudades.
59 El día veinticinco º de cada mes, ofrecían sacrificios en el altar pagano que habían puesto sobre el altar de los holocaustos
60 y, de acuerdo con el decreto, a las mujeres que habían hecho circuncidar a sus hijos, las mataban
61 con sus niños colgados del cuello. Y mataban también a sus familiares y a cuantos habían intervenido en la circuncisión.
62 A pesar de todo, muchos israelitas se mantuvieron firmes y decidieron no comer alimentos impuros;
63 prefirieron morir antes que contaminarse con tales alimentos y profanar de esa forma la santa alianza. Y en efecto, murieron. º
64 Una cólera terrible se desencadenó entonces sobre Israel.

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Introducción a I Macabeos

INTRODUCCIÓN


La denominación de estos libros como primero y segundo de los Macabeos puede inducirnos al error de pensar, como ocurre con los de Samuel, Reyes o Crónicas, que estos también son obras consecutivas. 2 Ma no es continuación de 1 Ma sino un escrito totalmente distinto e independiente. De hecho hay una cierta coincidencia en la cronología de los hechos relatados. La denominación de “segundo libro” le viene dada por el lugar que ocupa en los antiguos códices que lo transmiten.


Ambos libros narran desde perspectivas distintas y con distintos objetivos las luchas mantenidas por la familia macabea contra la dinastía seléucida con el fin de salvaguardar la libertad, en un primer momento religiosa y después también política, del pueblo de Israel. El apelativo macabeo (que significa “martillo”) proviene del apodo que recibió Judas, uno de los principales — si no el principal — miembros de la familia.


Debido al carácter diferente de ambas obras, abordaremos cada una de ellas por separado.


1 MACABEOS


La atención de 1 Ma se va a centrar, por un lado, en la sublevación macabea que conducirá progresivamente a la liberación del Templo y a la independencia nacional y, por otro lado, en los tres líderes protagonistas de la revuelta: Judas, Jonatán y Simón. La obra comprende, por tanto, un período de tiempo que va desde la subida al trono de Antíoco Epífanes en el año 175 a. C. hasta la muerte de Simón el en 134 a. C., unos cuarenta años.


1. Características literarias y estructura de la obra


El primer libro de los Macabeos está dentro de la tradición historiográfica del AT; incluso sigue modelos y esquemas de otros libros bíblicos como Jueces o Crónicas. Mantiene en su narración una cierta ambivalencia: mientras que, por un lado, queda patente en todo momento la parcialidad de su punto de vista, opuesto a los seléucidas y al partido helenista y claramente adepto del partido macabeo, a la vez da la sensación de procurar una presentación de los hechos lo más objetiva posible, basándose en fuentes fiables; a este respecto, llama la atención la gran cantidad de documentos oficiales y diplomáticos que aparecen citados al hilo de la narración.


En todo momento queda manifiesto que 1 Ma pretende hacer historia creyente. Sin embargo, a diferencia de 2 Ma, su autor es parco a la hora de señalar alusiones religiosas explícitas, poniendo más énfasis en el valor humano que en las intervenciones divinas.


El libro sigue, en su estructura, la sucesión cronológica de los hechos y de los tres líderes que llevaron a cabo la revuelta: Judas (1Ma 3:11Ma 9:22); Jonatán (1Ma 9:231Ma 12:52); y Simón (1Ma 12:531Ma 16:22).


2. Texto, autor y fecha de composición de 1 Ma


El texto original de 1 Ma estuvo escrito, posiblemente, en hebreo. Orígenes y Jerónimo, el traductor de la Vulgata, parecen haberlo conocido. A nosotros, sin embargo, no ha llegado más que en lengua griega; todas las versiones conocidas dependen del griego, aunque se trata de un griego con abundancia de semitismos y de giros habituales del AT.


El autor de la obra no viene mencionado en todo el libro. Puede intuirse que se trata de un judío palestino que conoce bien su tierra y la topografía del país, claramente vinculado a la dinastía asmonea y decididamente contrario a los judíos filohelenistas.


La fecha de composición no parece estar muy lejana a los hechos narrados. El libro cuenta la llegada al poder de Juan Hircano en el 135 a. C., pero no da más datos sobre su reinado; por otra parte, debió estar escrito antes de la toma de Jerusalén por Pompeyo en el 63 a. C. Los últimos años del siglo II podrían ser una buena fecha para su redacción final.


2 MACABEOS


Como ya hemos dicho, 2 Ma no es la continuación de 1 Ma. De hecho hay una cierta coincidencia cronológica. Así 2 Ma comienza su historia un poco antes de los hechos relatados en 1 Ma — finales del reinado de Seleuco IV — y termina con la derrota de Nicanor, antes de la muerte de Judas Macabeo. Vendría a coincidir con los siete primeros capítulos de 1 Ma y comprende unos 15 años de la historia de Israel.


1. Características literarias y estructura de la obra


El autor de 2 Ma escribe para los judíos de Alejandría con la intención de reforzar los sentimientos de fraternidad entre ambas comunidades: la de Palestina y la de Egipto. No pretende tanto el escribir la historia de la rebelión macabea cuanto dar una instrucción religiosa y moralizante. En función de este objetivo está el género literario utilizado, el “histórico-patético”. Este género, relativamente frecuente en la literatura helenística, pretende causar en el ánimo de los lectores los mismos efectos que la oratoria. En estas obras están muy marcados los efectos emocionales, los ritmos de las frases, la exageración de las cifras... 2 Ma, por tanto, estaría dentro de la literatura histórica edificante, que presenta de manera retórica los acontecimientos con el fin de agradar y provocar la simpatía del lector.


En función de este objetivo nos encontramos con una serie de elementos característicos de este género: la libertad para tratar los acontecimientos, donde los hechos a menudo no son más que ocasión para una enseñanza edificante; la constante intrusión del narrador para mostrar la correcta interpretación de los acontecimientos o para sacar conclusiones; el recurso a las apariciones celestes; la tendencia a esquematizar y simplificar personajes y situaciones; la ampulosidad de cifras y escenarios; la teatralidad de muchas de las escenas; etc.


La obra viene estructurada en dos partes, cada una de ellas finaliza con la institución de una fiesta: la purificación del Templo “hanukká” (2Ma 10:1-8) y el “día de Nicanor” (2Ma 15:36). El conjunto de la obra viene precedido de dos cartas dirigidas a los judíos de Alejandría (2Ma 1:12Ma 2:18) y de un prólogo (2Ma 2:19-32); todo concluye con un epílogo (2Ma 15:37-39) que, lo mismo que las cartas y el prólogo, parece un añadido posterior a la obra.


2. Texto, autor y fecha de composición de 2 Ma


El libro ha sido escrito originariamente en griego y, si excluimos las cartas que le sirven de introducción, son bastante raros los semitismos. Se presenta a sí mismo (2Ma 2:23) como un resumen de una obra en cinco volúmenes de un tal Jasón de Cirene, del que podemos suponer que era un historiógrafo judeohelenista, pero del que no sabemos nada más. Del autor del resumen tampoco tenemos ningún dato; posiblemente es él quien ha añadido las dos cartas dirigidas a los judíos de Alejandría, así como el prólogo y el epílogo.


En cuanto a la fecha de composición del libro no tenemos datos suficientes para precisarla mucho; 2Ma 1:10 habla del año 124 a. C. Lo más lógico es situarla, bien sea en la primera mitad del s. II a.C., o a finales del mismo).


Fuente:

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Notas

I Macabeos 1,1— Quitín: Este nombre designaba propiamente a los habitantes de Kitión, y de un modo más general, a los habitantes de toda la isla de Chipre (Gén 10:4; 1Cr 1:7). Con el tiempo pasó a designar en primer término a los habitantes de las islas (Jer 2:10; Eze 27:6), después a los de las regiones situadas más al oeste, como Macedonia (8.5), y finalmente al mundo romano.

— Darío: Se trata de Darío III Codomano, derrotado por Alejandro Magno en la batalla de Isos el año 333 a. C.

— Grecia: No se refiere a Grecia propiamente dicha, sino a las costas helenísticas de Asia Menor.


I Macabeos 1,7— murió: Alejandro Magno murió en Babilonia en junio del 323 a. C. A su muerte el Imperio se dividió entre sus generales: los Seleúcidas gobernaron sobre Siria y Mesopotamia; los Lágidas en Egipto. En un primer momento Palestina quedó bajo el dominio de los Lágidas, pero a partir del 200 a. C. pasa a estar bajo el control de los Seleúcidas.
I Macabeos 1,10— Epífanes: Quiere decir “manifiesto”, título que responde a la pretensión de este rey de ser la manifestación terrestre de Zeus.

— en Roma como rehén: Esto sucedió a raíz de la victoria romana en Magnesia (190 a. C.).

— el año ciento treinta y siete: El primer libro de los Macabeos sigue el cómputo de la era seléucida que comienza en el otoño del 312 a. C.
I Macabeos 1,102Ma 4:7.
I Macabeos 1,112Ma 4:9-12.
I Macabeos 1,14— gimnasio: El gimnasio constituía uno de los centros de la vida ciudadana de las ciudades griegas.
I Macabeos 1,15— ocultar su circuncisión: Como ciertos ejercicios del gimnasio se realizaban con el cuerpo desnudo, era preciso disimular la falta de prepucio mediante una especie de operación quirúrgica.
I Macabeos 1,151Co 7:18.
I Macabeos 1,16— Egipto: La primera campaña contra Tolomeo Filométor tuvo lugar el año 169 a. C.
I Macabeos 1,162Ma 5:11-21.
I Macabeos 1,19Dan 11:25-28.
I Macabeos 1,292Ma 5:24; 2Ma 5:26.
I Macabeos 1,33— la ciudadela: No se debe confundir esta fortaleza con la Ciudad de David de 2Sa 5:7. La ciudadela de 1 Ma, estaba situada en un lugar más elevado desde donde se controlaba el área del Templo.
I Macabeos 1,43— religión oficial: El culto a Zeus Olímpico, establecido como elemento de unificación.
I Macabeos 1,54— Quisleu: Es el noveno mes judío. Ver CALENDARIO.

— año ciento cuarenta y cinco: El año 167 a. C. (ver tercera nota a 1,10).

— horrible sacrilegio: Lit. abominación de la desolación; de este hecho hablan también Dan 9:27; Dan 11:31; Dan 12:11; se trata del dios semita Baal Shamem, “Dios del cielo”, que Antíoco identifica con Zeus Olímpico y que reemplaza al “Santo de los Santos” como centro de adoración en el Templo.
I Macabeos 1,54Dan 9:27; Dan 12:11; Mat 24:15; Mar 13:14.
I Macabeos 1,56— libros de la ley: Debe tratarse del Pentateuco.
I Macabeos 1,59— el día veinticinco: En ese día se conmemoraba el nacimiento del rey.
I Macabeos 1,632Ma 6:10; 2Ma 6:18-19.