Judith 2 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 28 versitos |
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La venganza de Nabucodonosor

El día veintidós del primer mes del año decimoctavo, en el palacio de Nabucodonosor rey de los asirios, se decidió º llevar a cabo la venganza contra toda la tierra, de acuerdo con lo que el propio rey había anunciado.
2 Con este propósito convocó a consejo a sus funcionarios y altas personalidades, y les comunicó en secreto la decisión que había tomado de acabar con aquellos países.
3 Ellos aprobaron la propuesta de exterminar a todos los que se habían negado a responder a la convocatoria del rey. º
4 Concluido el consejo, Nabucodonosor, rey de los asirios, llamó a Holofernes º, el jefe supremo de su ejército y segundo en categoría después de él, y le dijo:
5 — Esto ordena el gran rey, señor de toda la tierra: cuando te retires de mi presencia, reúne un ejército de hombres de reconocido valor: ciento veinte mil soldados de infantería y doce mil jinetes.
6 Ponte luego en marcha, y ataca a todos los pueblos de occidente que se negaron a responder a mi convocatoria.
7 Conmínalos a entregarme la tierra y el agua, sin condiciones. Y que se preparen a recibirme, pues iré contra ellos lleno de furor: haré que los pies de mis soldados cubran la tierra entera, y se la daré para que la saqueen. º
8 Sus heridos abarrotarán los valles; y los torrentes y los ríos se desbordarán por la multitud de sus cadáveres. º
9 Haré cautivos a muchos y los llevaré hasta los confines de la tierra. º
10 Parte sin demora y ocupa sus territorios para mí. Resérvame a todos cuantos se te sometan para el día en que yo los castigue;
11 pero a los que se resistan, no los trates con compasión, sino entrégalos a la muerte y al saqueo por dondequiera que vayas.
12 ¡Juro por mi vida y mi poder soberano que, con mi propia mano, llevaré a cabo lo que he dicho!
13 En cuanto a ti, no quebrantes ni una sola de las órdenes que yo, tu señor, te doy; por el contrario, ejecútalas estrictamente y sin demora.
14 Salió Holofernes de la presencia de su señor y convocó inmediatamente a todos los jefes, comandantes y oficiales del ejército asirio.
15 Siguiendo las órdenes recibidas de su señor, escogió los soldados para la campaña: ciento veinte mil infantes y doce mil arqueros a caballo.
16 A todos ellos los dispuso en orden de batalla.
17 Luego reunió una gran cantidad de camellos, asnos y mulas para transportar los pertrechos, así como innumerables ovejas, bueyes y cabras para el abastecimiento.
18 Cada hombre recibió víveres en abundancia, y también gran cantidad de oro y plata del palacio real. º
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Campaña victoriosa de Holofernes

Partió, pues, Holofernes con su ejército, para preparar el camino al rey Nabucodonosor y para invadir con sus carros, su caballería y sus soldados escogidos de infantería toda la región occidental.
20 Además, iba con ellos una muchedumbre tan numerosa como una nube de langostas o como el polvo de la tierra. ¡Era una multitud imposible de calcular! º
21 Salieron de Nínive º y durante tres días marcharon hasta llegar a la llanura de Bectilet º, desde la cual se dirigieron al monte que queda a la izquierda de la Alta Cilicia. Allí acamparon en sus inmediaciones.
22 Después de esto, Holofernes, con todo su ejército formado por infantería, caballería y carros de combate, penetró en la región montañosa.
23 Abriéndose camino, devastó las regiones de Fud y Lud *, y saqueó a los rasitas * y a los ismaelitas que vivían en los límites del desierto, al sur de Jeleón º.
24 Cruzó el Éufrates, atravesó la Mesopotamia y destruyó todas las ciudades fortificadas que se alzaban junto a las márgenes del torrente Abroná º, hasta llegar al litoral.
25 Se apoderó de la región de Cilicia y aniquiló a cuantos le opusieron resistencia; luego alcanzó la región de Jafet, al sur, frente a Arabia.
26 Puso cerco a los madianitas, incendió sus campamentos y les arrebató sus ganados.
27 Después, en el tiempo de la siega, descendió a la llanura de Damasco, prendió fuego a las mieses, exterminó sus rebaños de ovejas y vacas, saqueó sus ciudades, arrasó sus campos y mató a todos sus jóvenes a filo de espada.
28 Por su causa, un miedo terrible sobrecogió a los habitantes del litoral, a los de Sidón y Tiro, a los de Sur y Oquina º, y a todos los que vivían en Yamnia, Asdod y Ascalón. El pánico se apoderó de todos ellos. º

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Introducción a Judith

INTRODUCCIÓN


1. Datos generales


El libro de Judit nos cuenta el conflicto que se produce cuando las pretensiones expansionistas, que lleva consigo la ideología imperialista propia de los poderosos de la tierra (personificados en la figura de Nabucodonosor), se confrontan con los deseos de libertad de un pueblo. Como tantas veces en la Biblia, Dios se pone a favor de los más débiles y, contra toda esperanza, destruye las pretensiones arrogantes de los fuertes, haciendo de la debilidad instrumento para su acción.


2. Características literarias


La enorme abundancia de detalles concretos, tanto geográficos como históricos, podrían dar a esta narración una apariencia de historia estricta. Sin embargo, desde el primer momento estos detalles son tan claramente equívocos y anacrónicos, que su función en el relato debe ser necesariamente otra.


El autor de Judit trabaja los datos insertándolos de forma acumulativa, sin preocuparse de la coherencia de los mismos: Nabucodonosor (rey de Babilonia) se convierte en el rey de Asiria; Nínive (destruida años antes de su reinado) es su capital; Holofernes (un personaje persa), el general de su ejército. El valor de estos nombres está en su potencial evocador: son los enemigos de Israel, los tiranos de la historia. Pareciera que el autor, en lugar de facilitar la localización histórica de lo que está narrando, lo que pretendiera es precisamente evitarla o, mejor aún, utilizar este recurso para situar su historia en todos los tiempos. Otra pista nos la dan el carácter simbólico de algunos nombres: Judit (= la judía), Ajior (= mi hermano es luz), Betulia (= la doncella), Ozías (= Dios es mi fuerza)... nos sitúan en un ámbito en el que los protagonistas van más allá de sí mismos y pasan a ser personajes arquetípicos de un conflicto más profundo y más duradero. El mismo tratamiento psicológico de los actores nos encamina en esta misma dirección. Por si esto fuera poco, una lectura atenta nos descubre detrás de este relato el trasfondo de muchas escenas bíblicas.


Podríamos decir que estamos ante una obra de ficción con carácter didáctico que utiliza elementos históricos para plantear un conflicto que trasciende la historia y es siempre permanente: por una parte, el dios imperial, tiránico y prepotente que conduce a la muerte y a la esclavitud; por otra, el Dios de Israel que actúa a través de la debilidad para liberar a los que confían en él.


3. Estructura y contenido


En cuanto a la estructura de la narración, el libro tiene claramente dos partes bien diferenciadas: los capítulos Jdt 1:1-16Jdt 7:1-32 en que se narra el avance arrollador de Nabucodonosor, mediante su general Holofernes, hasta los pies de la ciudad de Betulia; y la segunda parte, capítulos Jdt 8:1-36Jdt 16:1-25, en que el personaje de Judit entra en escena para liberar a su pueblo.


4. El texto del libro de Judit


Los manuscritos más antiguos que poseemos del libro de Judit están todos ellos en lengua griega; los más importantes son los grandes manuscritos unciales del siglo IV o V. Otras versiones latinas dependen del griego. La Vulgata ofrece un texto más corto y el propio Jerónimo, el traductor de la Vulgata, confiesa que ha hecho la traducción con poco cuidado.


A pesar de que los testimonios más antiguos están en lengua griega, hoy casi nadie reconoce esta como su lengua original. El texto griego no es sino una traducción de un original en lengua semítica, hebreo o arameo.


5. Fecha y lugar de composición


La descripción que el autor de Judit hace de la figura de Nabucodonosor y de sus pretensiones divinas no se corresponde con los usos de las monarquías asiria o babilónica; más bien responde a la figura de los reyes griegos, especialmente Antíoco IV, llamado Epífanes (se puede comparar con la descripción que hace el libro de Daniel de este personaje en Dan 11:36-37). Esto nos anima a pensar que el contexto histórico del libro se corresponde con los años siguientes a la revuelta Macabea, alrededor de la mitad del siglo II a. C. Otros datos provenientes del libro ayudan a confirmar esta fecha: la alusión a costumbres griegas (uso de guirnaldas y coronas de olivo, postura en el banquete); la religiosidad que trasluce el libro está muy próxima a la piedad y espiritualidad del movimiento fariseo (valor de las observancias legales, especialmente las relativas a los alimentos; aprecio de instituciones como el Templo, el sacerdocio, el consejo de ancianos; la centralidad de Jerusalén; la idealización del pueblo de Israel); la estructura política de gobierno, con el sacerdote al frente del Consejo de Ancianos, es también propia de la época griega. El carácter nacionalista y combativo del libro cuadraría bien en este contexto.


En cuanto al autor, aunque no conocemos nada de él, sí que podemos precisar algunos rasgos mínimos a partir de los datos extraídos del libro. La ambientación de la narración, los datos geográficos, el contexto histórico al que pretende responder con su obra, todo el trasfondo semítico del libro y la espiritualidad que trasluce, son elementos que apuntan hacia un judío de Palestina, cercano en su mentalidad al movimiento fariseo.


Fuente:

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Notas

Judith 2,1— ... del año decimoctavo: Aunque el autor de Judit maneja los datos históricos con gran libertad, esta fecha tiene un alto contenido simbólico: el año decimoctavo es el año 587-586 a. C., año de la destrucción de Jerusalén y del Templo y el año de la deportación. A esta fecha se asocia el día veintidós del primer mes, esto es, el veintidós de Nisán, el primer día después de los Ácimos, una celebración festiva que se prolongaba durante siete días tras la Pascua.

— se decidió: Lit. vino la palabra; es la fórmula que introduce la misión de los profetas. A lo largo de todo el discurso de Nabucodonosor van a ser constantes los giros y las expresiones aplicadas a sí mismo y que la Biblia refiere exclusivamente a Dios (Jdt 2:5; Jdt 2:12).


Judith 2,3Gén 6:17.
Judith 2,4— Holofernes: Este nombre no es asirio ni babilónico, sino persa y corresponde a un general de Artajerjes III (358-338 a. C.).
Judith 2,7Eze 7:21; Eze 38:9; Eze 38:15-16.
Judith 2,8Eze 32:5-6; Eze 35:8.
Judith 2,9Deu 28:64.
Judith 2,181Ma 3:28.
Judith 2,20Jue 6:5; Jue 7:12; Joe 2:2-11.
Judith 2,21-27— Salieron de Nínive...: El itinerario es totalmente incongruente; parece que traza un trayecto en zigzag. Pudiera ser que intencionadamente nos esté desvelando que se trata de una ficción literaria y, al igual que hace con los datos históricos, acumule los lugares evitando toda coherencia.
Judith 2,21— Bectilet: No se conoce la localización de este lugar. Algunos reconocen detrás de este topónimo el significado de casa de la matanza, por lo que se podría referir a un lugar simbólico.
Judith 2,23— Fud y Lud: Fud suele identificarse con un pueblo al sur de Egipto; Lud, por su parte, bien con Lidia (en el Asia Menor), o bien con Libia.

— los rasitas: Tal vez los habitantes de Rossos, la actual Arsus (Turquía).

— Jeleón: Lugar incierto quizá entre Palmira y el Éufrates, en el desierto del norte de Siria.
Judith 2,24— torrente Abroná: Puede ser el Khabur (Jabor), un afluente del Éufrates, o una errada interpretación griega del hebreo “al otro lado del río” (Jos 24:2-3).

— región de Jafet: Quizá se alude a los territorios de la costa oriental de Mediterráneo: el Líbano y Fenicia.
Judith 2,28— Sur y Oquina: En cuanto a Sur, puede ser una repetición del nombre de Tiro en hebreo; Oquina, por su parte, podría tratarse de Acco, la actual San Juan de Acre.
Judith 2,28Éxo 15:15-16.