I Macabeos 9 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 73 versitos |
1

Muerte de Judas Macabeo

Cuando Demetrio supo que Nicanor y sus tropas habían caído en el combate, envió por segunda vez a Báquides y Alcimo a Judea con el ala derecha de su ejército.
2 Estos tomaron el camino de Guilgal, sitiaron a Mesalot º en tierras de Arbela, la conquistaron y mataron allí a mucha gente.
3 En el primer mes del año ciento cincuenta y dos º acamparon frente a Jerusalén,
4 de donde partieron con veinte mil soldados de infantería y dos mil de caballería en dirección a Berea º.
5 Judas, por su parte, había acampado en Elasá º con tres mil soldados escogidos;
6 pero cuando estos vieron aquel ejército tan numeroso, se llenaron de temor. Muchos huyeron entonces del campamento, en el que tan sólo quedaron ochocientos hombres.
7 Judas se sintió muy desanimado al ver la desbandada de sus tropas, precisamente cuando la batalla era inevitable y ya no le quedaba tiempo para reunir de nuevo a su gente.
8 Sin embargo, pese a su desaliento, dijo a los que habían quedado: — ¡Ataquemos a nuestros enemigos! ¡Quizá podamos hacerles frente!
9 Ellos trataron de disuadirlo, diciendo: — ¡Eso no es posible! ¡Salvemos ahora la vida, y después volveremos al lado de nuestros hermanos! Entonces lucharemos contra el enemigo; ahora somos muy pocos.
10 Judas replicó: — ¡Eso jamás! ¡No podemos huir frente a nuestros enemigos! Si ha llegado nuestra hora, muramos con valentía por nuestros hermanos y no dejemos que se manche nuestro honor.
11 El ejército enemigo salió del campamento y se situó frente a los judíos. La caballería se dividió en dos escuadrones, y los honderos y arqueros precedían al grueso del ejército; los soldados más aguerridos iban en primera línea y Báquides estaba en el ala derecha.
12 Las tropas, divididas en dos cuerpos, avanzaron al toque de trompetas. Los judíos tocaron también las suyas.
13 La tierra se estremecía con el estruendo de los ejércitos. La batalla, iniciada al amanecer, duró hasta la tarde.
14 Judas vio en cierto momento que Báquides y el grueso de su ejército formaban el ala derecha. Entonces, junto con los hombres más decididos que se le habían unido,
15 derrotó aquel ala del enemigo y la persiguió hasta los montes de Azoto º.
16 Pero cuando los que formaban el ala izquierda se dieron cuenta de la derrota del ala derecha, alcanzaron por retaguardia a Judas y a los suyos
17 entablando un combate encarnizado, en el que cayeron muchos de uno y otro lado.
18 También cayó Judas, y los demás huyeron.
19 Jonatán y Simón recogieron el cuerpo de su hermano Judas y lo enterraron en Modín, en la tumba de sus padres. º
20 Todo Israel lloró por Judas, oyéndose durante muchos días esta lamentación:
21 “¡Cómo ha caído el héroe que salvó a Israel!”. º
22 Los demás hechos de Judas, sus batallas, las hazañas que llevó a cabo y sus títulos de gloria, no se han puesto por escrito porque fueron innumerables º. º
23

III.— JONATÁN, SUCESOR DE JUDAS (9:23—12:53)

Elección de Jonatán

Sucedió tras la muerte de Judas que en todo el territorio de Israel reaparecieron judíos renegados y los malhechores en general levantaron la cabeza.
24 Aconteció, además, que por aquel tiempo sobrevino una hambruna terrible, y la gente se puso de su parte.
25 Báquides escogió entonces a unos hombres impíos y los convirtió en dueños del país.
26 Estos buscaban y hacían averiguaciones para descubrir a los amigos de Judas, a quienes luego llevaban ante Báquides, que los castigaba y escarnecía.
27 Fue aquella una época de gran sufrimiento para Israel, como no se había conocido otra desde que desaparecieron los profetas.
28 Por eso, todos los amigos de Judas se reunieron para decirle a Jonatán:
29 — Desde la muerte de tu hermano Judas no hemos tenido otro hombre que, como él, sea capaz de oponerse a nuestros enemigos, a Báquides y a los que odian a nuestra nación.
30 Por eso te elegimos hoy a ti en lugar suyo, para que seas nuestro jefe y nos guíes en todas nuestras luchas.
31 Jonatán tomó el mando a partir de entonces, como sucesor de su hermano Judas.
32 Cuando Báquides se enteró de esto, trató de matarlo;
33 pero al tener noticias de ello, Jonatán, su hermano Simón y todos sus seguidores huyeron al desierto de Tecoa * y acamparon junto a las aguas del estanque de Asfar º.
34 Báquides, que tuvo conocimiento de esto un sábado, pasó al otro lado del Jordán con todo su ejército.
35 Jonatán encargó a su hermano Juan, el jefe de la tropa, que fuera a ver a sus amigos los nabateos, para rogarles que les permitieran dejar con ellos su bagaje, que era mucho. º
36 Pero entonces salieron los jambritas º, habitantes de Madabá, se apoderaron de Juan y de todo lo que llevaba, y se fueron con el botín.
37 Algún tiempo después, Jonatán y su hermano Simón supieron que los jambritas celebraban una boda solemne y, que desde Nabatá º, llevaban a la novia con gran pompa, porque era la hija de uno de los más importantes personajes de Canaán.
38 Recordando que ellos habían asesinado a su hermano Juan, subieron a la montaña y se ocultaron en ella.
39 Al otear el terreno, vieron un gran cortejo y oyeron un fuerte rumor: era el novio que, acompañado de amigos y familiares, avanzaba hacia ellos para salir al encuentro de la novia. Iban bien armados y tocaban tambores y otros instrumentos musicales.
40 En ese momento salieron los judíos de su escondite, se lanzaron sobre ellos y mataron a muchos. Los demás huyeron a la montaña, mientras los judíos se apoderaban de todo lo que llevaban.
41 De ese modo, la boda se convirtió en duelo y la música en lamentos. º
42 Así vengaron la sangre de su hermano, regresando luego a las zonas pantanosas del Jordán.
43

Luchas entre Jonatán y Báquides

Cuando Báquides se enteró de lo ocurrido, fue un sábado a la orilla del Jordán con un numeroso ejército.
44 Entonces Jonatán arengó a su gente, diciendo: — ¡Animo! Luchemos en defensa de nuestra vida, porque hoy la situación es más grave que nunca:
45 el enemigo nos asedia por vanguardia y retaguardia. De un lado están las aguas del Jordán; del otro, pantanos y malezas. De modo que no hay ningún lugar por donde escapar.
46 ¡Invoquen, pues, al Dios del cielo, para que él nos salve del poder de nuestros enemigos!
47 Trabado el combate, Jonatán trató de herir a Báquides, pero este esquivó el golpe, retrocedió y escapó.
48 Entonces Jonatán y los suyos se lanzaron al Jordán y lo cruzaron a nado, pero sus enemigos no los persiguieron.
49 Aquel día murieron unos mil soldados del ejército de Báquides,
50 el cual regresó a Jerusalén y comenzó a fortificar ciudades en Judea: Jericó, Emaús, Betorón, Betel, Timná, Faratón y Tefón º, todas ellas con elevadas murallas y puertas aseguradas con barras.
51 En cada una de ellas puso una guarnición para hostigar a los israelitas.
52 También fortificó Betsur, Guézer y la ciudadela de Jerusalén, situando en ellas destacamentos y depósitos de víveres.
53 Después tomó como rehenes a los hijos de los jefes del país y los encerró en la ciudadela de Jerusalén.
54 En el mes segundo del año ciento cincuenta y tres *, Alcimo ordenó demoler el muro del atrio interior del Templo, destruyendo de este modo la obra de los profetas º. Pero al iniciarse aquella demolición,
55 Alcimo sufrió un ataque que le obligó a suspender sus trabajos: la boca se le cerró y paralizó, de forma que ni podía hablar ni pudo dejar disposiciones referentes a su propia casa.
56 Finalmente, Alcimo murió entre grandes sufrimientos.
57 Báquides, al ver que Alcimo había muerto, regresó junto al rey, con lo que Judea disfrutó de dos años de tranquilidad.
58 Todos los judíos renegados se reunieron entonces en consejo, diciendo: — Jonatán y los que van con él, viven tranquilos y confiados. Por eso, hagamos venir a Báquides, para que los aprese a todos en una sola noche.
59 Fueron, pues, a consultar con Báquides,
60 el cual se puso en marcha con un numeroso ejército. Envió cartas secretas a todos sus aliados de Judea a fin de que arrestaran a Jonatán y a los suyos, cosa que no pudo llevarse a cabo porque estos descubrieron el plan.
61 En cambio, los seguidores de Jonatán tomaron prisioneros a hombres del país, unos cincuenta cabecillas de la conspiración, y los mataron.
62 Después de esto, Jonatán y Simón se retiraron con los suyos a Betbasí º, una ciudad del desierto que estaba en ruinas y que ellos reconstruyeron y fortificaron.
63 Cuando Báquides se enteró, reunió a toda su gente e hizo llamar a sus partidarios de Judea.
64 Se dirigió a Betbasí, acampó frente a ella y la atacó durante muchos días con las máquinas de guerra que había fabricado.
65 Entonces Jonatán, dejando a su hermano Simón en la ciudad, salió a campo abierto con un grupo de hombres
66 y derrotó a Odomerá, a sus hermanos y a los hijos de Fasirón º en sus propios campamentos. Tras los primeros ataques, consiguieron abrirse paso entre las tropas.
67 Simón y los suyos salieron entonces de la ciudad y prendieron fuego a las máquinas de guerra.
68 Combatieron contra Báquides y lo derrotaron, provocándole un profundo abatimiento por el fracaso de sus planes y de su campaña.
69 Pero esto hizo que montase en cólera contra aquellos judíos renegados que le habían aconsejado invadir el país; así que hizo ejecutar a muchos de ellos, y después decidió volver a su patria.
70 Jonatán, cuando se enteró de lo ocurrido, envió a Báquides una delegación proponiéndole un tratado de paz y la devolución de los prisioneros.
71 Báquides aceptó la propuesta, y juró no volver a hacerle daño alguno en toda su vida.
72 Le devolvió además los prisioneros que había hecho anteriormente en Judea y luego regresó a su patria y nunca más volvió a Judea.
73 De esta forma terminó la guerra en Israel. Jonatán se estableció en Micmás *, donde empezó a gobernar º.

Patrocinio

 
 

Introducción a I Macabeos

INTRODUCCIÓN


La denominación de estos libros como primero y segundo de los Macabeos puede inducirnos al error de pensar, como ocurre con los de Samuel, Reyes o Crónicas, que estos también son obras consecutivas. 2 Ma no es continuación de 1 Ma sino un escrito totalmente distinto e independiente. De hecho hay una cierta coincidencia en la cronología de los hechos relatados. La denominación de “segundo libro” le viene dada por el lugar que ocupa en los antiguos códices que lo transmiten.


Ambos libros narran desde perspectivas distintas y con distintos objetivos las luchas mantenidas por la familia macabea contra la dinastía seléucida con el fin de salvaguardar la libertad, en un primer momento religiosa y después también política, del pueblo de Israel. El apelativo macabeo (que significa “martillo”) proviene del apodo que recibió Judas, uno de los principales — si no el principal — miembros de la familia.


Debido al carácter diferente de ambas obras, abordaremos cada una de ellas por separado.


1 MACABEOS


La atención de 1 Ma se va a centrar, por un lado, en la sublevación macabea que conducirá progresivamente a la liberación del Templo y a la independencia nacional y, por otro lado, en los tres líderes protagonistas de la revuelta: Judas, Jonatán y Simón. La obra comprende, por tanto, un período de tiempo que va desde la subida al trono de Antíoco Epífanes en el año 175 a. C. hasta la muerte de Simón el en 134 a. C., unos cuarenta años.


1. Características literarias y estructura de la obra


El primer libro de los Macabeos está dentro de la tradición historiográfica del AT; incluso sigue modelos y esquemas de otros libros bíblicos como Jueces o Crónicas. Mantiene en su narración una cierta ambivalencia: mientras que, por un lado, queda patente en todo momento la parcialidad de su punto de vista, opuesto a los seléucidas y al partido helenista y claramente adepto del partido macabeo, a la vez da la sensación de procurar una presentación de los hechos lo más objetiva posible, basándose en fuentes fiables; a este respecto, llama la atención la gran cantidad de documentos oficiales y diplomáticos que aparecen citados al hilo de la narración.


En todo momento queda manifiesto que 1 Ma pretende hacer historia creyente. Sin embargo, a diferencia de 2 Ma, su autor es parco a la hora de señalar alusiones religiosas explícitas, poniendo más énfasis en el valor humano que en las intervenciones divinas.


El libro sigue, en su estructura, la sucesión cronológica de los hechos y de los tres líderes que llevaron a cabo la revuelta: Judas (1Ma 3:11Ma 9:22); Jonatán (1Ma 9:231Ma 12:52); y Simón (1Ma 12:531Ma 16:22).


2. Texto, autor y fecha de composición de 1 Ma


El texto original de 1 Ma estuvo escrito, posiblemente, en hebreo. Orígenes y Jerónimo, el traductor de la Vulgata, parecen haberlo conocido. A nosotros, sin embargo, no ha llegado más que en lengua griega; todas las versiones conocidas dependen del griego, aunque se trata de un griego con abundancia de semitismos y de giros habituales del AT.


El autor de la obra no viene mencionado en todo el libro. Puede intuirse que se trata de un judío palestino que conoce bien su tierra y la topografía del país, claramente vinculado a la dinastía asmonea y decididamente contrario a los judíos filohelenistas.


La fecha de composición no parece estar muy lejana a los hechos narrados. El libro cuenta la llegada al poder de Juan Hircano en el 135 a. C., pero no da más datos sobre su reinado; por otra parte, debió estar escrito antes de la toma de Jerusalén por Pompeyo en el 63 a. C. Los últimos años del siglo II podrían ser una buena fecha para su redacción final.


2 MACABEOS


Como ya hemos dicho, 2 Ma no es la continuación de 1 Ma. De hecho hay una cierta coincidencia cronológica. Así 2 Ma comienza su historia un poco antes de los hechos relatados en 1 Ma — finales del reinado de Seleuco IV — y termina con la derrota de Nicanor, antes de la muerte de Judas Macabeo. Vendría a coincidir con los siete primeros capítulos de 1 Ma y comprende unos 15 años de la historia de Israel.


1. Características literarias y estructura de la obra


El autor de 2 Ma escribe para los judíos de Alejandría con la intención de reforzar los sentimientos de fraternidad entre ambas comunidades: la de Palestina y la de Egipto. No pretende tanto el escribir la historia de la rebelión macabea cuanto dar una instrucción religiosa y moralizante. En función de este objetivo está el género literario utilizado, el “histórico-patético”. Este género, relativamente frecuente en la literatura helenística, pretende causar en el ánimo de los lectores los mismos efectos que la oratoria. En estas obras están muy marcados los efectos emocionales, los ritmos de las frases, la exageración de las cifras... 2 Ma, por tanto, estaría dentro de la literatura histórica edificante, que presenta de manera retórica los acontecimientos con el fin de agradar y provocar la simpatía del lector.


En función de este objetivo nos encontramos con una serie de elementos característicos de este género: la libertad para tratar los acontecimientos, donde los hechos a menudo no son más que ocasión para una enseñanza edificante; la constante intrusión del narrador para mostrar la correcta interpretación de los acontecimientos o para sacar conclusiones; el recurso a las apariciones celestes; la tendencia a esquematizar y simplificar personajes y situaciones; la ampulosidad de cifras y escenarios; la teatralidad de muchas de las escenas; etc.


La obra viene estructurada en dos partes, cada una de ellas finaliza con la institución de una fiesta: la purificación del Templo “hanukká” (2Ma 10:1-8) y el “día de Nicanor” (2Ma 15:36). El conjunto de la obra viene precedido de dos cartas dirigidas a los judíos de Alejandría (2Ma 1:12Ma 2:18) y de un prólogo (2Ma 2:19-32); todo concluye con un epílogo (2Ma 15:37-39) que, lo mismo que las cartas y el prólogo, parece un añadido posterior a la obra.


2. Texto, autor y fecha de composición de 2 Ma


El libro ha sido escrito originariamente en griego y, si excluimos las cartas que le sirven de introducción, son bastante raros los semitismos. Se presenta a sí mismo (2Ma 2:23) como un resumen de una obra en cinco volúmenes de un tal Jasón de Cirene, del que podemos suponer que era un historiógrafo judeohelenista, pero del que no sabemos nada más. Del autor del resumen tampoco tenemos ningún dato; posiblemente es él quien ha añadido las dos cartas dirigidas a los judíos de Alejandría, así como el prólogo y el epílogo.


En cuanto a la fecha de composición del libro no tenemos datos suficientes para precisarla mucho; 2Ma 1:10 habla del año 124 a. C. Lo más lógico es situarla, bien sea en la primera mitad del s. II a.C., o a finales del mismo).


Fuente:

Patrocinio

Notas

I Macabeos 9,2— Mesalot: A unos 5 km al oeste del lago de Tiberíades.


I Macabeos 9,3— primer mes del año ciento cincuenta y dos: Abril-mayo del 160 a. C.
I Macabeos 9,4— Berea: a unos 20 km al norte de Jerusalén.
I Macabeos 9,5— Elasá: Ciudad cercana a Betorón.
I Macabeos 9,15— montes de Azoto: No existen montes cerca de Azoto. Algunos corrigen, según Josefo, por “Azara”, que se corresponde con la Baal Jasor de 1Sa 13:23; y la Jasor de Neh 11:33 a unos 23 km al norte de Jerusalén.
I Macabeos 9,191Ma 2:70.
I Macabeos 9,21-22— ... innumerables: Estos dos versículos que cierran la vida de Judas se hacen eco de las fórmulas con que se concluyen los reinados en 1 y 2 Re; de este modo Judas queda situado entre los grandes hombres de la historia de Israel.
I Macabeos 9,221Re 11:41.
I Macabeos 9,33— Tecoa: Patria del profeta Amós, a unos 15 km al sudeste de Jerusalén; domina una región desértica que se extiende hasta el Mar Muerto con su mismo nombre (2Cr 20:20). Sus arroyos, que bajan hasta el Mar Muerto, habían servido de refugio a David (1Sa 23:29-21; 1Sa 26:1-25).

— Asfar: No se conoce la localización de este lugar.
I Macabeos 9,351Ma 5:25.
I Macabeos 9,36— jambritas: Se trata de una tribu árabe diferente de los Nabateos que ocupaba el altiplano en la zona este del Mar Muerto.
I Macabeos 9,37— Nabatá: Según Josefo se trata de una plaza fuerte aramea, en la altiplanicie del antiguo territorio de Moab, aquí denominado “Canaán” por arcaísmo (Núm 32:3).
I Macabeos 9,41Amó 8:10.
I Macabeos 9,50— Faratón y Tefón: Pueden ser las ciudades mencionadas en Jue 12:15 y Jos 12:17 respectivamente.
I Macabeos 9,54— el mes segundo del año ciento cincuenta y tres: Abril-mayo del 159 a. C.

— la obra de los profetas: Probable alusión a la actividad de Ageo y Zacarías impulsores de la reconstrucción del Templo a la vuelta del destierro.
I Macabeos 9,62— Betbasí: Localidad que se encuentra entre Belén y Tecoa, en el desierto de Judá.
I Macabeos 9,66— Odomerá y Farisón: Tribus árabes de beduinos aliadas de Báquides.