1 Reinado de Ajaz (2 Re 16:2-4,19-20) Ajaz tenía veinte años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén durante dieciséis años. No actuó correctamente º ante el Señor, su Dios, como su antepasado David, |
2 sino que siguió los pasos de los reyes de Israel, llegando incluso a fundir estatuas de los baales. |
3 Ofreció incienso en el valle de Ben Hinón y quemó a su hijo en sacrificio º, imitando las perversas costumbres de las naciones que el Señor había expulsado ante los israelitas. º |
4 También ofreció sacrificios y quemó incienso en los santuarios º de los altos, sobre las colinas y bajo cualquier árbol frondoso. |
5 El Señor, su Dios, lo entregó en poder del rey de Siria º que, después de derrotarlo, capturó un gran número de prisioneros, que se llevó a Damasco. También lo entregó en poder del rey de Israel, que le infligió una gran derrota. |
6 Pecaj, el hijo de Remalías, mató en un solo día a ciento veinte mil judaítas, todos valerosos, por haber abandonado al Señor, Dios de sus antepasados. º |
7 Y Zicrí, guerrero efraimita, mató al príncipe Maasías, a Azricán, mayordomo de palacio, y a Elcaná, lugarteniente del rey. |
8 Los israelitas tomaron de sus hermanos a doscientos mil prisioneros, contando mujeres, hijos e hijas, y se apoderaron también de un cuantioso botín, que se llevaron a Samaría. |
9 Había allí un profeta del Señor º, llamado Obed que salió al encuentro del ejército, cuando llegaba a Samaría, y les dijo: — El Señor, Dios de sus antepasados, enfurecido contra Judá, los ha entregado en poder de ustedes. Pero ustedes los han matado con una saña que clama al cielo. |
10 ¡Y encima pretenden convertir a los habitantes de Judá y Jerusalén en sus esclavos y esclavas! ¿Acaso ustedes mismos no han pecado contra el Señor su Dios? |
11 Así que, háganme caso y devuelvan a los prisioneros que han tomado de entre sus hermanos, porque los amenaza la ardiente cólera del Señor. |
12 Algunos jefes efraimitas, como Azarías, hijo de Yojanán, Berequías, hijo de Mesilemot, Ezequías, hijo de Salún, y Amasá, hijo de Jadlay, se enfrentaron con el ejército que volvía, |
13 diciendo: — No metan aquí a los prisioneros, porque nos harían culpables ante el Señor. ¿O es que piensan aumentar nuestros pecados y culpas, con lo grandes que son, y atraer la cólera ardiente del Señor contra Israel? |
14 Entonces la tropa dejó los prisioneros y el botín ante las autoridades y ante toda la asamblea. |
15 Hombres personalmente elegidos se dispusieron a hacerse cargo de los prisioneros: vistieron a todos los desnudos con material del botín, los vistieron y calzaron, les dieron de comer y de beber, los curaron, montaron en burros a los más débiles y los llevaron a Jericó, la ciudad de las palmeras, junto a sus hermanos. Luego regresaron a Samaría. |
16 Por entonces el rey Ajaz pidió ayuda a los reyes de Asiria º, |
17 pues los edomitas habían vuelto a atacar a Judá, llevándose prisioneros; |
18 y los filisteos habían invadido las ciudades de la Sefela y del Négueb, pertenecientes a Judá, y se habían apoderado de Bet Semes, Ayalón y Guederón, así como de Socó, Timná, Guimzó y de sus aldeas respectivas, estableciéndose allí. |
19 Y es que el Señor humillaba a Judá por culpa de su rey Ajaz º, que había promovido el libertinaje en Judá y había sido absolutamente infiel al Señor. |
20 Cuando llegó Tiglatpiléser, el rey de Asiria, lo asedió, en vez de ayudarlo. |
21 Y aunque Ajaz despojó el Templo, el palacio real y las casas de las autoridades para pagar al rey de Asiria, no le sirvió de nada. º |
22 Incluso en los momentos del asedio el rey Ajaz aumentó su infidelidad al Señor, |
23 pues ofreció sacrificios a los dioses de Damasco º que lo habían derrotado, pensando: “Puesto que los dioses de Aram ayudan a sus reyes, les ofreceré sacrificios y también me ayudarán a mí”. Sin embargo, fueron su perdición y la de todo Israel. º |
24 Ajaz reunió los objetos del Templo y los hizo añicos, cerró las puertas º del Templo del Señor y se hizo altares en todos los rincones de Jerusalén. |
25 Construyó también santuarios en cada ciudad de Judá para quemar incienso a los dioses ajenos, indignando con ello al Señor, Dios de sus antepasados. |
26 El resto de la historia de Ajaz, y todas sus andanzas de principio a fin, está escrito en el libro de los Reyes de Judá e Israel. |
27 Cuando Ajab murió, fue enterrado en la ciudad de Jerusalén, pero no lo llevaron al panteón real º. Su hijo Ezequías le sucedió como rey. º |