II Crónicas  28 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 27 versitos |
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Reinado de Ajaz

(2 Re 16:2-4,19-20)

Ajaz tenía veinte años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén durante dieciséis años. No actuó correctamente º ante el Señor, su Dios, como su antepasado David,
2 sino que siguió los pasos de los reyes de Israel, llegando incluso a fundir estatuas de los baales.
3 Ofreció incienso en el valle de Ben Hinón y quemó a su hijo en sacrificio º, imitando las perversas costumbres de las naciones que el Señor había expulsado ante los israelitas. º
4 También ofreció sacrificios y quemó incienso en los santuarios º de los altos, sobre las colinas y bajo cualquier árbol frondoso.
5 El Señor, su Dios, lo entregó en poder del rey de Siria º que, después de derrotarlo, capturó un gran número de prisioneros, que se llevó a Damasco. También lo entregó en poder del rey de Israel, que le infligió una gran derrota.
6 Pecaj, el hijo de Remalías, mató en un solo día a ciento veinte mil judaítas, todos valerosos, por haber abandonado al Señor, Dios de sus antepasados. º
7 Y Zicrí, guerrero efraimita, mató al príncipe Maasías, a Azricán, mayordomo de palacio, y a Elcaná, lugarteniente del rey.
8 Los israelitas tomaron de sus hermanos a doscientos mil prisioneros, contando mujeres, hijos e hijas, y se apoderaron también de un cuantioso botín, que se llevaron a Samaría.
9 Había allí un profeta del Señor º, llamado Obed que salió al encuentro del ejército, cuando llegaba a Samaría, y les dijo: — El Señor, Dios de sus antepasados, enfurecido contra Judá, los ha entregado en poder de ustedes. Pero ustedes los han matado con una saña que clama al cielo.
10 ¡Y encima pretenden convertir a los habitantes de Judá y Jerusalén en sus esclavos y esclavas! ¿Acaso ustedes mismos no han pecado contra el Señor su Dios?
11 Así que, háganme caso y devuelvan a los prisioneros que han tomado de entre sus hermanos, porque los amenaza la ardiente cólera del Señor.
12 Algunos jefes efraimitas, como Azarías, hijo de Yojanán, Berequías, hijo de Mesilemot, Ezequías, hijo de Salún, y Amasá, hijo de Jadlay, se enfrentaron con el ejército que volvía,
13 diciendo: — No metan aquí a los prisioneros, porque nos harían culpables ante el Señor. ¿O es que piensan aumentar nuestros pecados y culpas, con lo grandes que son, y atraer la cólera ardiente del Señor contra Israel?
14 Entonces la tropa dejó los prisioneros y el botín ante las autoridades y ante toda la asamblea.
15 Hombres personalmente elegidos se dispusieron a hacerse cargo de los prisioneros: vistieron a todos los desnudos con material del botín, los vistieron y calzaron, les dieron de comer y de beber, los curaron, montaron en burros a los más débiles y los llevaron a Jericó, la ciudad de las palmeras, junto a sus hermanos. Luego regresaron a Samaría.
16 Por entonces el rey Ajaz pidió ayuda a los reyes de Asiria º,
17 pues los edomitas habían vuelto a atacar a Judá, llevándose prisioneros;
18 y los filisteos habían invadido las ciudades de la Sefela y del Négueb, pertenecientes a Judá, y se habían apoderado de Bet Semes, Ayalón y Guederón, así como de Socó, Timná, Guimzó y de sus aldeas respectivas, estableciéndose allí.
19 Y es que el Señor humillaba a Judá por culpa de su rey Ajaz º, que había promovido el libertinaje en Judá y había sido absolutamente infiel al Señor.
20 Cuando llegó Tiglatpiléser, el rey de Asiria, lo asedió, en vez de ayudarlo.
21 Y aunque Ajaz despojó el Templo, el palacio real y las casas de las autoridades para pagar al rey de Asiria, no le sirvió de nada. º
22 Incluso en los momentos del asedio el rey Ajaz aumentó su infidelidad al Señor,
23 pues ofreció sacrificios a los dioses de Damasco º que lo habían derrotado, pensando: “Puesto que los dioses de Aram ayudan a sus reyes, les ofreceré sacrificios y también me ayudarán a mí”. Sin embargo, fueron su perdición y la de todo Israel. º
24 Ajaz reunió los objetos del Templo y los hizo añicos, cerró las puertas º del Templo del Señor y se hizo altares en todos los rincones de Jerusalén.
25 Construyó también santuarios en cada ciudad de Judá para quemar incienso a los dioses ajenos, indignando con ello al Señor, Dios de sus antepasados.
26 El resto de la historia de Ajaz, y todas sus andanzas de principio a fin, está escrito en el libro de los Reyes de Judá e Israel.
27 Cuando Ajab murió, fue enterrado en la ciudad de Jerusalén, pero no lo llevaron al panteón real º. Su hijo Ezequías le sucedió como rey. º

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Introducción a II Crónicas 

VER 1 CRONICAS.


Fuente:

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Notas

II Crónicas  28,12Cr 28:1-27 : El Cronista elabora su informe del reinado de Ajaz a partir de varias fuentes: el relato deuteronomista de 2Re 16:1-20 notablemente retocado, los datos de Isa 7:1-25; Isa 8:1-22; Isa 9:2-21 y alguna fuente propia.


II Crónicas  28,1— no actuó correctamente: El sumario inicial (2Cr 28:1-4), de origen deuteronomista, anticipa el juicio negativo global y algunas acciones idolátricas, que reaparecerán al final, a modo de inclusión temática (2Cr 28:2-4; 2Cr 28:24-25).
II Crónicas  28,32Re 21:6+.
II Crónicas  28,3— en sacrificio: Ver 2Re 16:3 y nota correspondiente.
II Crónicas  28,4— santuarios: Ver nota a 1Sa 9:12.
II Crónicas  28,5— en poder del rey de Siria: El episodio de la coalición siro-israelita contra Judá, referido en 2Re 16:5-9 (ver nota a 2Re 16:5) y en Isa 7:1-25; Isa 8:1-22; Isa 9:2-21, sufre una profunda remodelación por parte del Cronista, que reduce la actividad de la coalición a dos ataques sucesivos, pero independientes, de Siria e Israel; añade, además, como episodio más significativo y novedoso, la liberación de los prisioneros judaítas por parte de sus hermanos del Reino del Norte (2Cr 28:8-15).
II Crónicas  28,6Ver 2Re 16:5; Isa 7:1.
II Crónicas  28,9— profeta del Señor: Como en el caso de Miqueas de Jimlá (ver 2Cr 18:6-7), el Cronista admite la pervivencia de un profetismo legítimo en el Israel cismático.
II Crónicas  28,16— reyes de Asiria: El Cronista modifica la causa de la petición de ayuda al rey de Asiria por parte de Ajaz, pues no lo hace para protegerse de los reyes coaligados (ver 2Re 16:7), sino para frenar las invasiones de edomitas y filisteos (2Cr 28:16-18). También modifica el desenlace pues, tras recibir el tributo, el asirio Tiglatpiléser se vuelve contra Ajaz y ataca Jerusalén haciendo inútiles los nuevos tributos (2Cr 28:20-21).
II Crónicas  28,19— su rey Ajaz: Esta parece la lectura correcta según contexto y antiguas versiones; el texto hebreo dice: Ajaz, rey de Israel.
II Crónicas  28,212Re 16:7-8.
II Crónicas  28,23— ofreció sacrificios a los dioses de Damasco...: Esta breve noticia resume lo que cuenta la fuente deuteronomista en 2Re 16:10-15.
II Crónicas  28,232Re 16:10-15.
II Crónicas  28,24— cerró las puertas: Los últimos datos del Cronista sobre Ajaz refieren sus acciones idolátricas que culminan en el cierre del Templo (2Re 16:17-18 sólo habla de algunas reformas censurables). La clausura del Templo significa, en la práctica, la clausura de todo un ciclo, toda vez que el Templo constituye la razón de ser de la dinastía davídica y de toda la Historia Cronística.
II Crónicas  28,272Cr 21:20+.
II Crónicas  28,27— no lo llevaron al panteón real: Ver 2Cr 21:20; 2Cr 24:25 y notas.