Salmos 62,2

(3) sólo él es mi roca, mi salvación, mi fortaleza, ¡no sucumbiré º!

— no sucumbiré: El salmista proclama su confianza en Dios con una sucesión de títulos (mi descanso, mi salvación, mi roca, mi fortaleza) que, a modo de estribillo (Sal 62:1-2; Sal 62:5-7), subrayan la idea de que sólo él es su refugio. Salmos 62, 2

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