Jonás 1 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 17 versitos |
1

Jonás rehúye al encargo de Dios

El Señor se dirigió a Jonás, hijo de Amitay º, diciéndole:
2 — Disponte a ir a la gran ciudad de Nínive º y proclama un castigo contra ella, porque la noticia de su maldad ha llegado hasta mí. º
3 Pero Jonás, queriendo eludir el mandato del Señor, decidió huir a Tarsis. Así que bajó hasta Jope *, donde encontró un barco que zarpaba para Tarsis º; pagó su pasaje y se embarcó en él rumbo a Tarsis, para alejarse del Señor. º
4 Pero el Señor hizo que un fuerte viento azotase el mar hasta levantar una tempestad cuya violencia amenazaba con destrozar el barco.
5 Los marineros, atemorizados, comenzaron a suplicar ayuda cada uno a su dios y arrojaron al mar todos los enseres que había a bordo para aligerar la carga. Entretanto, Jonás había bajado a la bodega del barco donde se acostó y quedó profundamente dormido.
6 El capitán llegó hasta él y le dijo: — ¿Qué haces tú dormido? ¡Levántate y suplica ayuda a tu dios! Tal vez, él se interese por nosotros y no perezcamos.
7 Seguidamente comenzaron a decirse unos a otros: — Echemos suertes º para saber a quién se debe nuestra desgracia. Así pues, echaron suertes y le tocó a Jonás.
8 Entonces le dijeron: — Dinos por qué nos ha sobrevenido esta desgracia. ¿Cuál es tu trabajo? ¿De dónde vienes? ¿Cuál es tu país? ¿De qué pueblo eres?
9 Jonás les respondió así: — Yo soy hebreo y adoro al Señor, Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra firme.
10 Al oírlo, aquellos hombres fueron presa de un gran temor y, habiendo comprendido por la confesión de Jonás que este iba huyendo del Señor, le preguntaron: — ¿Qué es lo que has hecho?
11 Pero como el mar seguía encrespándose, volvieron a preguntarle: — ¿Qué podríamos hacer contigo para que el mar se calme?
12 Él les contestó: — Arrójenme al mar, y el mar se calmará porque yo sé que esta violenta tempestad les ha sobrevenido por culpa mía.
13 Sin embargo, los marineros se pusieron a remar con la intención de volver a tierra firme; pero no pudieron lograrlo porque el mar se embravecía más y más alrededor de ellos.
14 Clamaron entonces al Señor diciendo: — Te suplicamos, oh Señor, que no perezcamos nosotros por causa de este hombre, y que tampoco nos hagas responsables de la vida de un inocente, porque tú, oh Señor, has actuado según tu beneplácito.
15 Luego alzaron a Jonás, lo arrojaron al agua y el mar se calmó.
16 Al ver esto, aquellos marineros se sintieron sobrecogidos por un gran respeto hacia el Señor y le ofrecieron un sacrificio acompañado de promesas.
17 (2:1)

Jonás suplica al Señor y es salvado

El Señor dispuso, entonces que Jonás fuera tragado por un gran pez º en cuyo vientre permaneció durante tres días y tres noches.

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Introducción a Jonás

INTRODUCCIÓN


1. Trasfondo histórico-cultural


El profeta protagonista de este libro es presentado como Jonás, hijo de Amitay, razón por la que ha sido identificado tradicionalmente con el profeta de igual nombre y filiación mencionado en 2Re 14:25. Pero no hay lugar a dicha identificación pues ni al profeta de 2Re 14:1-29 se le conoce relación alguna con Nínive, ni esta ciudad era capital de Asiria en tiempos de Jeroboán II (786-746 a. C.). La exagerada extensión asignada a Nínive (ver Jon 3:3), así como la carencia total de referencias históricas a un hecho tan notable como habría sido la conversión de Nínive, nos hacen pensar que no estamos ante un relato histórico-biográfico enmarcado en una época concreta. El aparente marco histórico del libro es a todas luces ficticio.


2. Aspectos literarios


El libro de Jonás se considera escrito profético y, sin embargo, carece de oráculos propiamente dichos. En realidad, el libro es una obra maestra de la narrativa hebrea, que se inicia de forma abrupta e impresionista (sin título ni introducción) con la intención evidente de sorprender al lector y conducirlo a una honda reflexión teológica. Para la composición del libro se habla, bien de un redactor que habría elaborado determinadas tradiciones orales preexistentes, bien de un comentario midrásico inspirado sobre todo en el ciclo profético de Elías (1Re 19:4-5).


La colocación junto a Miqueas en el canon hebreo haría pensar en el siglo VIII a. C. como fecha de composición, pero tal colocación no es en modo alguno determinante para establecer la datación de estos libros proféticos. Lo probable es que el libro de Jonás se escribiera entre los siglos V y IV a. C.; y lo que sí es cierto, es que en el siglo II a. C. el libro se incluía entre los profetas menores (ver Sir 49:10; Tob 14:4).


Contenido y dimensión religiosa


A primera vista el libro es el relato de las peripecias acaecidas a un profeta que rehúye inicialmente la misión encomendada por Dios, que después la lleva a cabo ante la presión divina y que finalmente se enoja por el perdón que el Señor otorga a los arrepentidos ninivitas. Esta actitud inmisericorde de Jonás se explica tal vez porque busca defender su credibilidad como profeta (ver Deu 18:21-22; Jer 28:9).


Pero todo esto no es más que el artificio literario-narrativo para resaltar el carácter universal del perdón divino aun en casos tan extremos como el de Nínive que era el prototipo del paganismo impío, cruel y opresor (ver Isa 10:5-15; Nah 3:1-5). Al mismo tiempo, el libro es un enérgico alegato contra los nacionalismos radicales y la xenofobia indiscriminada que nada tienen que ver con las más antiguas tradiciones israelitas (Gén 12:3). Su lectura sigue interpelando vigorosamente en este concreto punto la conciencia de cualquier lector.


Fuente:

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Notas

Jonás 1,1— Jonás, hijo de Amitay: Ver Introducción al libro.


Jonás 1,2Gén 10:11; 2Re 19:36; Nah 1:1; Nah 2:7; Nah 3:7; Sof 2:13; Mat 12:41.
Jonás 1,2— Nínive: Fue capital del imperio asirio; su destrucción, vaticinada ya por los profetas Nahum y Sofonías, tuvo lugar en el año 612 a. C. (606 según otro cómputo) a manos de los medos.
Jonás 1,3Isa 23:1; Isa 66:19; Sal 72:10; Hch 9:36.
Jonás 1,3— Jope: En hebreo Jafó; puerto mediterráneo próximo a la actual Tel Aviv.

— Tarsis: Lugar de localización incierta, aunque en amplios círculos eruditos se identifica con la Tartesos española, en la costa atlántica; su mención bíblica (Isa 23:1-14; Eze 27:12; Eze 27:25, Sal 72:10) parece interesante sobre todo por su connotación de límite occidental del mundo.
Jonás 1,7— Echemos suertes: Desde la más remota antigüedad se han empleado en diferentes culturas métodos de azar para, entre otros fines, desentrañar hechos misteriosos y para indagar los designios divinos (Éxo 28:30; 1Sa 28:6; 1Sa 14:41-42; Hch 1:26).
Jonás 1,17— un gran pez: G. Lofink menciona la existencia de noticias de la antigua Jope en las que se habla de que allí se conservaba un enorme cetáceo desde tiempos remotos, dato que pudiera haber sido utilizado por el autor de este libro. Existen narraciones en diversas culturas de la antigüedad (sumeria y griega) que registran similitudes con este episodio.