“
Yo le respondí: — Mi Señor, tú eres quien lo sabe. Él me dijo: — Estos son los que han pasado por la gran persecución º, los que han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero. º ”
— la gran persecución: Puede tratarse de una expresión de alcance escatológico que tiene su anticipo en las pruebas y persecuciones del tiempo presente. En este pasaje tal vez alude el autor a la persecución desencadenada contra los cristianos, primero por el emperador romano Nerón y más tarde, a finales del siglo I, por Domiciano.