Judith 16 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 25 versitos |
1 ¡Entonen un canto a mi Dios, háganlo al son de panderos, canten con címbalos al Señor! ¡Ofrézcanle un salmo de alabanza, exalten e invoquen su nombre! º
2 Porque el Señor es un Dios que pone fin a las guerras º. Dispuso su campamento en medio del pueblo, y me ha librado del poder de mis perseguidores. º
3 De las montañas del norte vino Asiria con un ejército innumerable: una muchedumbre que obstruía los valles con los caballos cubriendo las colinas.
4 Amenazó con incendiar mi territorio, con exterminar a mis jóvenes a filo de espada y estrellar contra el suelo a mis niños de pecho; con arrebatar a mis pequeños y raptar a mis muchachas. º
5 ¡Pero el Señor todopoderoso se valió de una mujer para desbaratar sus planes!
6 No abatieron jóvenes guerreros a su campeón, no lo destruyeron los hijos de titanes * ni enormes gigantes º cayeron sobre él. ¡Fue Judit, hija de Merarí, quien lo venció con la belleza de su rostro!
7 Se despojó del luto de su viudez para exaltar a los afligidos de Israel. Ungió su rostro con perfumes,
8 se adornó el cabello con una diadema y sedujo al enemigo ataviada con lino.
9 Sus sandalias le deslumbraron los ojos y su belleza le cautivó el alma; ¡pero la espada le cortó la cabeza!
10 Los persas se estremecieron ante su audacia y los medos º temblaron ante su temeridad.
11 Clamó entonces mi pueblo humillado, y ellos quedaron aterrados; gritó mi pueblo débil, y ellos se llenaron de espanto; alzó mi pueblo la voz, y ellos se dieron a la fuga.
12 Hijos de débiles mujeres los traspasaron: los hirieron como a esclavos desertores, ¡y murieron en la batalla de mi Señor!
13 Cantaré a mi Dios un cántico nuevo º: ¡Cuán grande y glorioso eres, Señor; admirable e invencible es tu poder! º
14 Que todas las criaturas estén a tu servicio, pues tú hablaste y existieron, mandaste tu aliento y se formaron. ¡Nada puede oponerse a tu voz!
15 Desde sus cimientos se estremecen los montes y las aguas; como cera se fundirán los montes ante ti; pero tú siempre te muestras propicio con aquellos que te honran. º
16 Poco valen los sacrificios de agradable aroma, y menos aún la grasa que ante ti se quema en holocausto; pero quien honra al Señor, será grande para siempre. º
17 ¡Ay de las naciones que se alzan contra mi raza! El Señor todopoderoso las condenará en el día del juicio, pondrá en sus carnes fuego y gusanos y llorarán de dolor eternamente. º
18

Conclusión

En cuanto llegaron a Jerusalén adoraron a Dios; y una vez purificado el pueblo ofrecieron holocaustos, ofrendas votivas y dones voluntarios.
19 Judit consagró a Dios todo lo que había pertenecido a Holofernes y que el pueblo le había regalado, incluso el dosel que ella misma había desprendido del lecho de Holofernes.
20 El pueblo pasó tres meses haciendo fiesta en Jerusalén, frente al Templo, y Judit permaneció con ellos.
21 Pasado ese tiempo cada cual volvió a su heredad; Judit, por su parte, regresó a Betulia donde siguió administrando sus propiedades. Durante toda su vida, fue famosa en el país.
22 Hubo muchos que la pretendieron, pero ella nunca quiso volver a casarse después que Manasés, su esposo, murió y fue a reunirse con sus antepasados.
23 La fama de Judit fue aumentando de día en día; y vivió en la casa de su esposo hasta la edad de ciento cinco años º. Dio la libertad a su sierva y murió en Betulia, donde fue enterrada en la misma sepultura de su esposo Manasés.
24 Los israelitas guardaron luto por ella durante siete días. Antes de morir, distribuyó sus bienes entre todos los parientes, tanto los de su esposo Manasés como los de su propia familia. º
25 Mientras vivió Judit, y por mucho tiempo después de su muerte, nadie volvió a atemorizar a los israelitas º.

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Introducción a Judith

INTRODUCCIÓN


1. Datos generales


El libro de Judit nos cuenta el conflicto que se produce cuando las pretensiones expansionistas, que lleva consigo la ideología imperialista propia de los poderosos de la tierra (personificados en la figura de Nabucodonosor), se confrontan con los deseos de libertad de un pueblo. Como tantas veces en la Biblia, Dios se pone a favor de los más débiles y, contra toda esperanza, destruye las pretensiones arrogantes de los fuertes, haciendo de la debilidad instrumento para su acción.


2. Características literarias


La enorme abundancia de detalles concretos, tanto geográficos como históricos, podrían dar a esta narración una apariencia de historia estricta. Sin embargo, desde el primer momento estos detalles son tan claramente equívocos y anacrónicos, que su función en el relato debe ser necesariamente otra.


El autor de Judit trabaja los datos insertándolos de forma acumulativa, sin preocuparse de la coherencia de los mismos: Nabucodonosor (rey de Babilonia) se convierte en el rey de Asiria; Nínive (destruida años antes de su reinado) es su capital; Holofernes (un personaje persa), el general de su ejército. El valor de estos nombres está en su potencial evocador: son los enemigos de Israel, los tiranos de la historia. Pareciera que el autor, en lugar de facilitar la localización histórica de lo que está narrando, lo que pretendiera es precisamente evitarla o, mejor aún, utilizar este recurso para situar su historia en todos los tiempos. Otra pista nos la dan el carácter simbólico de algunos nombres: Judit (= la judía), Ajior (= mi hermano es luz), Betulia (= la doncella), Ozías (= Dios es mi fuerza)... nos sitúan en un ámbito en el que los protagonistas van más allá de sí mismos y pasan a ser personajes arquetípicos de un conflicto más profundo y más duradero. El mismo tratamiento psicológico de los actores nos encamina en esta misma dirección. Por si esto fuera poco, una lectura atenta nos descubre detrás de este relato el trasfondo de muchas escenas bíblicas.


Podríamos decir que estamos ante una obra de ficción con carácter didáctico que utiliza elementos históricos para plantear un conflicto que trasciende la historia y es siempre permanente: por una parte, el dios imperial, tiránico y prepotente que conduce a la muerte y a la esclavitud; por otra, el Dios de Israel que actúa a través de la debilidad para liberar a los que confían en él.


3. Estructura y contenido


En cuanto a la estructura de la narración, el libro tiene claramente dos partes bien diferenciadas: los capítulos Jdt 1:1-16Jdt 7:1-32 en que se narra el avance arrollador de Nabucodonosor, mediante su general Holofernes, hasta los pies de la ciudad de Betulia; y la segunda parte, capítulos Jdt 8:1-36Jdt 16:1-25, en que el personaje de Judit entra en escena para liberar a su pueblo.


4. El texto del libro de Judit


Los manuscritos más antiguos que poseemos del libro de Judit están todos ellos en lengua griega; los más importantes son los grandes manuscritos unciales del siglo IV o V. Otras versiones latinas dependen del griego. La Vulgata ofrece un texto más corto y el propio Jerónimo, el traductor de la Vulgata, confiesa que ha hecho la traducción con poco cuidado.


A pesar de que los testimonios más antiguos están en lengua griega, hoy casi nadie reconoce esta como su lengua original. El texto griego no es sino una traducción de un original en lengua semítica, hebreo o arameo.


5. Fecha y lugar de composición


La descripción que el autor de Judit hace de la figura de Nabucodonosor y de sus pretensiones divinas no se corresponde con los usos de las monarquías asiria o babilónica; más bien responde a la figura de los reyes griegos, especialmente Antíoco IV, llamado Epífanes (se puede comparar con la descripción que hace el libro de Daniel de este personaje en Dan 11:36-37). Esto nos anima a pensar que el contexto histórico del libro se corresponde con los años siguientes a la revuelta Macabea, alrededor de la mitad del siglo II a. C. Otros datos provenientes del libro ayudan a confirmar esta fecha: la alusión a costumbres griegas (uso de guirnaldas y coronas de olivo, postura en el banquete); la religiosidad que trasluce el libro está muy próxima a la piedad y espiritualidad del movimiento fariseo (valor de las observancias legales, especialmente las relativas a los alimentos; aprecio de instituciones como el Templo, el sacerdocio, el consejo de ancianos; la centralidad de Jerusalén; la idealización del pueblo de Israel); la estructura política de gobierno, con el sacerdote al frente del Consejo de Ancianos, es también propia de la época griega. El carácter nacionalista y combativo del libro cuadraría bien en este contexto.


En cuanto al autor, aunque no conocemos nada de él, sí que podemos precisar algunos rasgos mínimos a partir de los datos extraídos del libro. La ambientación de la narración, los datos geográficos, el contexto histórico al que pretende responder con su obra, todo el trasfondo semítico del libro y la espiritualidad que trasluce, son elementos que apuntan hacia un judío de Palestina, cercano en su mentalidad al movimiento fariseo.


Fuente:

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Notas

Judith 16,1Sal 150:4-5.


Judith 16,2— que pone fin a las guerras: Ver nota a Jdt 9:7.
Judith 16,2Jdt 9:7; Sal 46:9.
Judith 16,4Ose 13:16.
Judith 16,6— titanes: Los titanes pertenecen a la mitología griega según la cual son hijos de Urano (el cielo) y de Gea (la tierra). En la Biblia griega solo aparecen como locativo en 2Sa 5:18; 2Sa 5:22.

— gigantes: Los gigantes aparecen en la Biblia como seres mitológicos superiores a los seres humanos en Gén 6:4-10; pero más frecuentemente son mencionados como hombres dotados de estatura y fuerza excepcionales (ver Núm 13:32-33; Deu 1:28; Deu 2:10; Deu 2:20; Deu 3:11; 2Sa 21:16-22).
Judith 16,10— los medos: Un anacronismo más de los muchos que el autor introduce a lo largo de la obra. Históricamente los medos, aliados con los babilonios, tomaron la ciudad de Nínive en el 612 a. C.
Judith 16,13— un cántico nuevo: En esta segunda parte del himno se da un giro temático y Judit va a pasar de los motivos históricos a los cósmicos. Con ello el autor trata de subrayar el conflicto entre dos señoríos que pretenden ser universales: el señorío de la fuerza, conquistador y tiránico, representado por Nabucodonosor, frente al señorío liberador que actúa a través de la debilidad, representado por el Dios de Judit.
Judith 16,13Sal 33:3; Sal 33:6-9; Sal 144:9; Sal 148:5.
Judith 16,15Sal 97:5; Miq 1:4.
Judith 16,16Sal 51:16-17; Sir 25:10-11; Sir 34:13-15.
Judith 16,17Isa 66:24; Sir 7:17.
Judith 16,23— ciento cinco años: Una vida larga como signo de la bendición de Dios a los justos. De esta forma Judit entra a formar parte del grupo de las matriarcas de Israel.
Judith 16,24Deu 34:8; 2Cr 35:24; 1Ma 9:20.
Judith 16,25— nadie volvió a atemorizar a los israelitas: El libro termina al estilo del libro de los Jueces.