II Tesalonicenses  2 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 17 versitos |
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II.— LA VENIDA DE CRISTO Y SUS CIRCUNSTANCIAS (2:1-12)

El momento de la venida

En cuanto a la manifestación º de nuestro Señor Jesucristo y al momento de nuestra reunión con él, les pedimos, hermanos, º
2 que no pierdan demasiado pronto la cabeza, ni se dejen impresionar por revelaciones, por rumores o por alguna carta supuestamente nuestra en el sentido de que el día del Señor es inminente. º
3 ¡Que nadie los desoriente en modo alguno! Es preciso que primero se produzca la gran rebelión * contra Dios y que se dé a conocer el hombre lleno de impiedad, el destinado a la perdición º, º
4 el enemigo que se alza orgulloso contra todo lo que es divino o digno de adoración, hasta el punto de llegar a suplantar a Dios º y hacerse pasar a sí mismo por Dios. º
5 ¿No recuerdan que ya les hablaba de esto cuando estaba entre ustedes?
6 Ya conocen el obstáculo que ahora le impide manifestarse en espera del momento que tiene prefijado.
7 Porque ese misterioso y maligno poder está ya en acción; sólo hace falta que se quite de en medio el que hasta el momento lo frena.
8 Entonces se dará a conocer el impío * a quien Jesús, el Señor, destruirá con el aliento de su boca y aniquilará con el esplendor º de su manifestación. º
9 En cuanto a la manifestación de ese impío, como obra que es de Satanás, vendrá acompañada de todo un despliegue de fuerza, de señales y de falsos prodigios. º
10 Con su gran maldad engañará a quienes están en camino de perdición al no haber querido hacer suyo el amor a la verdad que había de salvarlos. º
11 Por eso Dios les envía un poder seductor de forma que den crédito a la mentira
12 y se condenen todos los que, en lugar de dar crédito a la verdad, se abrazaron con la iniquidad.
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III.— EXHORTACIONES Y RECOMENDACIONES (2:13—3:15)

Escogidos para la salvación

A ustedes, en cambio, hermanos, el Señor los ama y los ha escogido como primeros frutos de salvación º por medio del Espíritu que los consagra y de la fe en la verdad. Por ello, debemos dar continuas gracias a Dios º
14 que los llamó mediante el mensaje evangélico º que les anunciamos para que alcancen la gloria de nuestro Señor Jesucristo. º
15 Por tanto, hermanos, manténganse firmes y conserven las tradiciones que les hemos enseñado de palabra o por escrito. º
16 ¡Ojalá que nuestro Señor Jesucristo y nuestro Padre Dios que nos ha amado y que generosamente nos otorga un consuelo eterno y una espléndida esperanza, º
17 los llenen interiormente del consuelo y los fortalezcan en toda suerte de bien, lo mismo de palabra que de obra!

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Introducción a II Tesalonicenses 

INTRODUCCIÓN


1. Relación con 1 Tesalonicenses


A primera vista, el contenido fundamental, un buen número de expresiones y la misma disposición general de los materiales de la conocida como segunda carta a los Tesalonicenses (en adelante se utilizará preferentemente la abreviatura 2 Ts) tienen tanta semejanza con 1 Ts, que lo obvio y razonable es pensar que se trata de dos cartas del mismo autor y dirigidas a los mismos destinatarios. Y efectivamente, así lo han sostenido hasta casi nuestros días prácticamente todos los lectores y comentaristas de las cartas paulinas.


Si esta es la hipótesis correcta, Pablo la habría escrito no mucho tiempo después de la primera. Y lo habría hecho para precisar algunas cosas que, al parecer, no habían quedado del todo claras en 1 Ts y para salir al paso de quienes estaban interpretando erróneamente las enseñanzas del Apóstol sobre la venida gloriosa del Señor (ver 2Ts 2:2).


Pero una lectura más atenta de 2 Ts nos permite descubrir también notables diferencias entre ambas cartas. Distinta tonalidad (la segunda carta es más bien fría e impersonal), distinto vocabulario al menos en parte (sobre todo en 2Ts 2:1-12, que es la parte central de la carta), distinta perspectiva escatológica (inminencia de la venida del Señor en la primera carta, retraso de dicha venida en la segunda), distinta presentación de la imagen de Pablo (una personalidad más autoritaria y más idealizada del Apóstol en 2 Ts). Todo esto ha hecho pensar a numerosos autores modernos que el autor de 2 Ts no es el propio Pablo, sino un discípulo suyo que, no mucho después de la muerte del Apóstol, se reviste de la autoridad del maestro para ofrecer una recta interpretación de la doctrina escatológica de Pablo. Con esta finalidad, imita literariamente a 1 Ts utilizando incluso el recurso-estratagema de la firma paulina de puño y letra al final de la carta (2Ts 3:17). En este caso, los destinatarios reales de 2 Ts no serían tanto los cristianos de la ciudad de Tesalónica en los años 50, cuanto los creyentes de cualquier iglesia cristiana, de la década tal vez de los 70, presa de una renacida tensión apocalíptica por la espera de un final inminente del mundo y de la historia.


Como en el caso de otras cartas atribuidas a Pablo (Colosenses y Efesios, por ejemplo), tampoco está definitivamente resuelta la cuestión de la autenticidad paulina de 2 Ts. Las espadas siguen en alto y no faltan autores de prestigio, de distinto signo confesional, que siguen sosteniendo la estricta autenticidad paulina de la carta.


2. Contenido de la carta


Con independencia de quiénes hayan sido realmente el autor y los destinatarios de 2 Ts, el mensaje central de la carta es claro. El Señor no está necesariamente a punto de retornar y mucho menos hay que pensar que ya ha venido y que el día del juicio ya ha tenido lugar. Antes deben tener lugar unos importantes aunque misteriosos acontecimientos (2Ts 2:1-12). Es preciso, por tanto, seguir esperando, siempre vigilantes por supuesto, pero activos y serenos, trabajando todos para ganarse el sustento y no convertirse en carga para los demás hermanos (2Ts 2:6-15).


Para acompañar y encuadrar este tema central, el autor incorpora varios elementos inspirados en 1 Ts: alabanza de la fe y del buen comportamiento de los destinatarios (2Ts 1:3-5; ver 1Ts 2:13-16); alusión a lo que es preciso padecer por causa de Jesús y su evangelio con la consiguiente recompensa (2Ts 1:6-12; ver 1Ts 2:13-16); exhortaciones, súplicas y acciones de gracias (2Ts 2:132Ts 3:1-5; 2Ts 3:13-15; ver 1Ts 3:9-13; 1Ts 4:14-18).


En la conclusión de la carta destaca el ardiente deseo de paz (2Ts 3:16). Una paz tal vez particularmente necesaria para una iglesia (o iglesias) perturbada por la presencia de visionarios apocalípticos.


3. Estructura de la carta


— Introducción (2Ts 1:1-5)


I. — EL JUSTO JUICIO DE DIOS (2Ts 1:6-12)


II. — LA VENIDA DE CRISTO Y SUS CIRCUNSTANCIAS (2Ts 2:1-12)


III. — EXHORTACIONES Y RECOMENDACIONES (2Ts 2:132Ts 3:15)


— Conclusión (2Ts 3:16-17)


Fuente:

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Notas

II Tesalonicenses  2,11Co 15:23; 1Ts 4:15-17.


II Tesalonicenses  2,1— manifestación: Lit. parusía. Ver nota a 1Co 15:23.
II Tesalonicenses  2,21Ts 5:2.
II Tesalonicenses  2,31Ti 4:1.
II Tesalonicenses  2,3— la gran rebelión: Lit. apostasía. Término griego que se aplicaba tanto a una sublevación política, como al abandono de una creencia religiosa. El autor de esta carta lo utiliza en este segundo sentido, evocando, sin duda, pasajes del AT sobre todo del libro de Daniel (Dan 9:27; Dan 11:31; Dan 12:11).

— el destinado a la perdición: Lit. el hijo de la perdición.
II Tesalonicenses  2,4Eze 28:2; Dan 11:36.
II Tesalonicenses  2,4— suplantar a Dios: Lit. hasta sentarse en el templo de Dios. Es esta una imagen que puede aludir a la instalación de una estatua de Zeus sobre el altar de los holocaustos en el Templo de Jerusalén, hecho al que también pueden referirse pasajes tales como 1Ma 1:54; Dan 9:27; Dan 11:31; Mat 24:15.
II Tesalonicenses  2,8— el impío: En todo este pasaje el autor de la carta habla de un personaje a quien llama enemigo, impío y que ha solido identificarse con el anticristo de 1Jn 2:18. Habla también la carta de algo o alguien que retarda la aparición de este hombre lleno de impiedad (2Ts 2:3). Es posible que los tesalonicenses tuvieran mejores puntos de referencia que nosotros para saber a quién se refería nuestro autor (ver 2Ts 2:5). Se han intentado muchas identificaciones históricas, todas ellas muy problemáticas. En realidad, todo resulta aún muy misterioso.

— esplendor: Lit. con la “epifanía” (= aparición esplendorosa) de su manifestación. Aparecen aquí unidos los términos epifanía y parusía que junto con el de apocalipsis (ver nota a 2Ts 1:7) constituyen la trilogía de términos paulinos para designar el día del retorno glorioso de Cristo.
II Tesalonicenses  2,8Isa 11:4; Job 4:9; Apo 19:15.
II Tesalonicenses  2,9Mat 24:24; Apo 13:11-13.
II Tesalonicenses  2,101Co 1:18; Jua 3:19; Jua 8:44.
II Tesalonicenses  2,131Ts 2:13; Jua 15:16.
II Tesalonicenses  2,13— primeros frutos de salvación: Según variante de numerosos mss., entre ellos alguno de los más antiguos y mejores, habría que traducir: los ha escogido desde el principio para que se salven.
II Tesalonicenses  2,141Ts 2:12; 1Ts 5:9.
II Tesalonicenses  2,14— mensaje evangélico: Lit. evangelio. Ver notas a Mar 1:1 y Rom 1:1.
II Tesalonicenses  2,152Ts 3:6; 1Co 11:2.
II Tesalonicenses  2,162Co 1:3-4; 1Ts 3:11-13.