Miqueas 4 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 13 versitos |
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Promesas a Sión (4—5)

Afluencia de las naciones a Jerusalén

Cuando pase mucho tiempo º el monte de la casa del Señor quedará afianzado entre los montes, descollará entre las colinas. Hacia él confluirán las naciones,
2 acudirán pueblos numerosos que dirán: “Vengan, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Él nos indicará sus caminos y nosotros iremos por sus sendas. Y es que de Sión saldrá la ley, de Jerusalén la palabra del Señor”.
3 Él será juez de pueblos numerosos, arbitrará a naciones poderosas y lejanas º. Convertirán sus espadas en arados, harán hoces con sus lanzas. No se amenazarán las naciones con espadas, ni se adiestrarán más para la guerra.
4 Reposarán bajo su parra y su higuera sin que nadie los moleste. Lo ha dicho el Señor del universo. º
5 Otros pueblos caminan en nombre de su dios, nosotros lo hacemos en nombre del Señor que es nuestro Dios por siempre jamás.
6 Ese día —oráculo del Señor— recogeré a las ovejas cojas, reuniré a las descarriadas y a las que yo había maltratado. º
7 Con las cojas formaré un resto º, con las alejadas una nación poderosa. Y será el Señor en el monte Sión su rey ahora y para siempre. º
8 En cuanto a ti, torre del rebaño *, colina donde se asienta Jerusalén º, recobrarás el poder de antaño y la realeza volverá a Jerusalén.
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Liberación de Sión

Y ahora, ¿a qué vienen esos gritos? ¿Te has quedado sin rey? ¿Ha desaparecido tu consejero y estás atenazada por el dolor como mujer en trance de parto?
10 Retuércete de dolor, Jerusalén, y gime como parturienta, Sión, porque ahora saldrás de la ciudad y tendrás que vivir en el campo. Irás a Babilonia, pero serás liberada; allí te rescatará el Señor de tus enemigos.
11 Ahora se reúnen contra ti un sinfín de naciones que dicen: “Que [Jerusalén] sea profanada y que nuestros ojos se recreen contemplando la ruina de Sión”.
12 Pero desconocen los designios del Señor y no comprenden que los ha reunido para [trillarlos] como gavillas en la era. º
13 ¡Arriba, pues, Jerusalén y tríllalos! Te armaré con cuernos de hierro, te daré pezuñas * de bronce. Triturarás a esos pueblos, consagrarás al Señor su botín º y sus riquezas al dueño de toda la tierra.

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Introducción a Miqueas

INTRODUCCIÓN


1. Trasfondo histórico-cultural


a) Situación política: Estamos en el último tercio del s. VIII a. C., en Judá, el Reino del Sur. El problema principal del momento lo constituye la política internacional, que afecta tanto a Israel como a Judá. Desde aproximadamente el año 743 a. C. Israel pagaba tributo a Tiglapileser III, rey de Asiria. El último rey de Israel (Oseas) se rebela en tiempos de Salmanasar V y Asiria responde conquistando Samaría (721/722 a. C.) y haciendo desaparecer el Reino del Norte.


Miqueas profetiza en tiempos de Jotán (740-736 a. C.), de Ajaz (736-716 a. C.) y de Ezequías (771-687 a. C.). A partir, sobre todo, de Ezequías, rey piadoso y reformador religioso, comienzan a soplar aires de liberación. Y es que tampoco Judá había quedado al margen de los deseos expansionistas de Asiria. En el año 734 a. C. el rey Ajab de Judá había pedido ayuda a Tiglapileser III de Asiria, con motivo de la guerra siro-efraimita. Aquella ayuda no fue gratuita: supuso el pago de un tributo que, al hacerse insoportable, dio lugar a la revuelta del año 705 a. C. cuyo resultado fue catastrófico: la invasión de Senaquerib (701 a. C.). En Miq 1:16; Miq 2:12-13; Miq 4:9-13; Miq 5:5-9 encontramos vestigios de esta situación.


b) Situación social: No menos grave que la situación política es la situación social. Como en otros profetas, es la misma profecía de Miqueas la que nos proporciona algunos datos. Los poderosos y notables — autoridades y jueces — son el blanco de su crítica social. El texto de Miqueas revela la tensión entre poderosos y débiles, y constata los atropellos frecuentes de los primeros contra los segundos (Miq 2:1-11). La denuncia social que hace el profeta en Miq 3:1-3 constituye, sin duda, uno de los pasajes proféticos más vibrantes al respecto. Si la denuncia está hecha antes de la reforma de Ezequías, se percibe a las claras la necesidad de la reforma; si está hecha después (las dos cosas son posibles) indicaría lo superficial de la misma, porque todos los denunciados son a la vez acusados de creerse apoyados por Dios (ver Miq 2:7; Miq 3:4; Miq 3:11).


c) La persona del profeta: De Miqueas sabemos poco. Su nombre es una forma abreviada de Mikayahu, que significa “¿quién es como el Señor?” (cercano a Mikael = “quién es como El”, es decir, como Dios). Era natural de Moréset, a unos 40 km al sudoeste de Jerusalén. En la profecía se presenta como un campesino que visita la ciudad; una visita que no es precisamente de negocios o de turismo. Los asirios han devastado ya el sur de Judá por lo que Miqueas, junto con otros campesinos, se encamina hacia Jerusalén, que aún no ha sucumbido al desastre. Su origen y talante campesino hacen que contemple las ciudades (Samaría y sobre todo Jerusalén) con una mirada enormemente crítica.


2. Aspectos literarios


Tal como nos ha llegado, el libro de Miqueas es el resultado de una compleja actividad redaccional, posterior al profeta, que se concreta en la organización temática del material, en la incorporación de añadidos (Miq 2:12-13; Miq 7:8-20), y en posibles relecturas tardías (incluso del tiempo del exilio en Babilonia), incorporadas al texto definitivo. Tan diverso es el material que se ha pensado en la posibilidad de dos autores distintos: uno del siglo VIII a. C. y otro del tiempo del exilio. Los que así piensan atribuyen al Miqueas del siglo VIII los cps. Miq 1:1-16Miq 3:1-12 y gran parte de los cps. Miq 6:1-16Miq 7:1-20. Los cps. Miq 4:1-13Miq 5:2-15 (a excepción de Miq 5:10-15) les parece que exigen un autor distinto más tardío. Otros, sin embargo, ven la diferencia no en el tiempo, sino en la procedencia. Habría, en efecto, dos autores, pero los dos del siglo VIII: uno oriundo del Reino del Sur (autor de los cps. Miq 1:1-16Miq 5:2-15) y otro oriundo del Reino del Norte (autor de los cps. Miq 6:1-16; Miq 7:1-20). Aunque no se admita esta hipótesis de dos autores, sí da idea del largo camino recorrido por el libro de Miqueas hasta llegar a la presente redacción.


En su conjunto presenta una amplia gama de géneros proféticos: advertencias y amenazas, oráculos de juicio y condena, requisitorias o pleitos judiciales, anuncios de salvación, composiciones litúrgicas... En el estilo se emparenta con Oseas y Amós por su frescura y sencillez, apasionamiento y crudeza. Sin embargo, la utilización frecuente de los juegos de palabras hace, a veces, difícil la comprensión del texto.


La estructura general del libro puede enunciarse así:


- Proceso contra Israel (con un elocuente mensaje social) (Miq 1:1-16Miq 3:1-12)


- Promesas a Sión (con esperanzada mirada al futuro) (Miq 4:1-13Miq 5:2-15)


- Nuevo proceso contra Israel (con amargas “quejas” por la ingratitud del pueblo) (Miq 6:1Miq 7:7)


- Liturgia de esperanza (Miq 7:8-20)


3. Contenido y dimensión religiosa


El nombre de Miqueas — quién como el Señor — es ya todo un símbolo. Se revela en él la personalidad de un fiel yavista profundamente preocupado por la situación de Jerusalén. Le hieren las injusticias de los poderosos, la complicidad de los jueces, el engaño de los profetas profesionales, la falsa piedad que intenta encubrir la injusticia con un culto puramente exterior y que provoca una falsa seguridad ante el juicio de Dios. De su mensaje podríamos destacar:


— La insistencia en el pecado social. Sea anterior o posterior a la reforma de Ezequías, la denuncia de Miqueas señala con fuerza que las cláusulas de la alianza son del todo incompatibles con una sistemática violación de la justicia interhumana.


— La serena mirada hacia el futuro. Propio del profeta es no rendirse; mantener viva la esperanza, incluso en medio de las situaciones más críticas. Jerusalén tiene aún futuro, y ese futuro es el de ser la meta en la peregrinación de los pueblos. La esperanza se mesianiza concentrándose geográfica y personalmente en un singular personaje — el Mesías — oriundo de Belén de Judá (Miq 5:2). Habrá liberación de opresores, alejamiento de toda forma de idolatría y de soberbia humana, y la paz mesiánica reinará por doquier (Miq 4:2-5; Miq 5:3-6).


— La queja de Dios ante la conducta del pueblo. La última parte del libro comienza con una apasionada requisitoria de Dios contra Israel. Es la queja de un Dios dolido por la infidelidad del pueblo (Miq 6:3). Una queja que busca el arrepentimiento. Pero cuando el arrepentimiento tiene lugar, no vale cifrarlo todo únicamente en el culto; implica también y necesariamente un comportamiento ético correcto (Miq 6:8).


Fuente:

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Notas

Miqueas 4,1-3— Cuando pase mucho tiempo...: Pasaje prácticamente idéntico al de Isa 2:2-4 : No sabemos cuál depende de cuál o si ambos proceden de una fuente común.


Miqueas 4,3— lejanas: En BHS Kittel sugiere suprimir este adjetivo.
Miqueas 4,4Isa 1:20; Isa 2:5.
Miqueas 4,6Eze 34:1-31; Sof 3:19.
Miqueas 4,7Miq 2:12; Isa 4:3+.
Miqueas 4,7— formaré un resto: La teología del “resto de Israel” es característica de la literatura profética. Ver Isa 4:3; Sof 3:12-19.
Miqueas 4,8— torre del rebaño: Imagen que presenta a Jerusalén como “aprisco-fortaleza” que defiende al “rebaño-pueblo”.

— Jerusalén: Lit. hija de Sión, que es una forma poética para designar a la ciudad de Jerusalén; en el último estico de este mismo versículo se utiliza también literalmente hija de Jerusalén.
Miqueas 4,12Isa 55:8-9.
Miqueas 4,13— cuernos... pezuñas: Imágenes para describir a Jerusalén como una bestia poderosa que aplasta y tritura a sus enemigos.

— consagrarás al Señor su botín: Ver segunda nota a Jos 2:10.