I Tesalonicenses 4 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 18 versitos |
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II.— INSTRUCCIONES Y RECOMENDACIONES DIVERSAS (4:1—5:22)

Una vida agradable a Dios

Por lo demás, hermanos, les pedimos y exhortamos a que, lo mismo que aprendieron de nosotros a comportarse como conviene, agradando a Dios, así sigan comportándose para que progresen lo más posible.
2 Conocen cuáles fueron las instrucciones que les dimos de parte de Jesús, el Señor.
3 Dios, en efecto, quiere que vivan como consagrados º a él, que se abstengan de acciones deshonestas º
4 y que cada uno de ustedes sepa vivir con su mujer º santa y decorosamente, º
5 sin que los arrastre la pasión, como arrastra a los paganos que no conocen a Dios.
6 Y que nadie en este asunto * atropelle o conculque los derechos de su hermano porque, como ya les dijimos e insistimos en su día, el Señor hará justicia º de todas estas cosas.
7 Pues no los ha llamado Dios a vivir en la impureza, sino como consagrados a él.
8 Por eso, quien rechaza esto, no rechaza una norma humana, sino a Dios que es quien les da su santo Espíritu. º
9 En cuanto al amor fraterno, no hace falta que les diga nada por escrito, ya que el mismo Dios les ha enseñado a amarse los unos a los otros. º
10 Y así lo practican con todos los hermanos de la entera Macedonia º. Sólo les pedimos, hermanos, que progresen en ello más y más,
11 que procuren vivir tranquilos, que se ocupen de sus asuntos y que trabajen con sus propias manos, según las instrucciones que les dimos. º
12 Así se ganarán el respeto de los no cristianos y no tendrán que importunar a nadie. º
13

Sobre los difuntos

Hermanos, no queremos que ignoren la suerte de aquellos que ya han muerto º. Así no estarán tristes como lo están los que carecen de esperanza. º
14 Nosotros creemos que Jesús ha muerto y ha resucitado; pues, igualmente, Dios llevará consigo a quienes han muerto unidos a Jesús º. º
15 Apoyados en la palabra del Señor, les aseguramos que nosotros los que estemos vivos, los supervivientes en el día de la manifestación del Señor º no tendremos preferencia sobre los que ya murieron. º
16 Porque el Señor mismo bajará del cielo y, a la voz de mando, cuando se oiga la voz del arcángel y resuene la trompeta divina, resucitarán en primer lugar los que murieron unidos a Cristo. º
17 Después nosotros, los que aún quedemos vivos, seremos arrebatados, junto con ellos, entre nubes, y saldremos por los aires al encuentro del Señor. De este modo viviremos siempre con el Señor. º
18 Dense ánimos º, pues, unos a otros con esta enseñanza. º

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Introducción a I Tesalonicenses

INTRODUCCIÓN


1. Pablo y Tesalónica


Tesalónica ha sido siempre una de las ciudades más importantes de Grecia. Fundada a finales del siglo IV a. C. por Casandro, general de Alejandro Magno, la ciudad recibió el nombre de la esposa de Casandro que era, a su vez, hermanastra del gran conquistador. Cuando Roma se apoderó de Grecia en el año 168 a. C., Tesalónica pasó a ser la capital de la provincia romana de Macedonia, y su puerto, al fondo del amplio golfo de Termas, se convirtió en uno de los más seguros y florecientes del mar Egeo. No es de extrañar que la comunidad judía allí afincada llegara a ser numerosa e influyente, como lo prueba el hecho de tener sinagoga propia (ver Hch 17:1).


Pablo evangelizó Tesalónica durante su segundo viaje misionero, probablemente entre los años 49-50 d. C. Llegó allí procedente de Filipos y durante un período no inferior a tres o cuatro meses proclamó el evangelio entre judíos y paganos. Pero surgieron dificultades y Pablo tuvo que abandonar un tanto precipitadamente la ciudad (ver Hch 17:5-10). Atrás dejaba una iglesia elementalmente organizada que supo mantenerse fiel, progresar y ofrecer un magnífico ejemplo de vida cristiana a los creyentes de otras comunidades (ver 1Ts 1:2-10; 1Ts 2:19-20).


2. Marco histórico y peculiaridades de la carta


No todo, sin embargo, fueron luces. También aparecieron algunas sombras en la recién nacida iglesia cristiana de Tesalónica. Así se lo hace saber a Pablo su discípulo Timoteo, que había sido enviado allí por el Apóstol y que ahora regresa a Corinto con buenas noticias en conjunto, pero con algunos asuntos que él no ha sabido resolver y que pedirían la intervención de Pablo. En concreto, los judíos continúan tratando de desprestigiar a Pablo, las costumbres paganas no han desaparecido del todo entre los nuevos discípulos de Jesús, y, sobre todo, los cristianos tesalonicenses se plantean una doble pregunta en relación con los creyentes que han comenzado a morir: ¿qué va a ser de los hermanos que mueran antes de la venida gloriosa del Señor? ¿cuándo tendrá lugar esa venida?


Pablo entiende que, por una parte, debe hacer presente a los tesalonicenses su satisfacción por la buena marcha de la comunidad y, por otra, debe responder a sus preguntas. Ante la imposibilidad de acudir personalmente a Tesalónica, decide enviarles una carta. Lo hace desde Corinto en el año 50 o 51 (según los distintos cálculos cronológicos) y significa el bautismo epistolar de Pablo. También estaríamos, casi con toda seguridad, ante el escrito más antiguo del NT.


Precisamente por tratarse de los primeros pasos de Pablo como escritor cristiano, no debemos buscar en 1 Ts profundas y sistemáticas disquisiciones teológicas. Es, más bien, el padre y pastor que entra en comunicación con los suyos y que transmite, por una parte, sentimientos de alegría y agradecimiento a Dios y, por otra, avisos, plegarias, palabras de aliento y de consuelo a los propios tesalonicenses. Y todo ello en un tono sencillo, familiar y profundamente afectuoso.


3. Contenido de la carta


Después de un saludo breve pero denso (1Ts 1:1), Pablo pasa a alabar el magnífico comportamiento de la iglesia de Tesalónica y a dar gracias a Dios por esta respuesta tan positiva al mensaje evangélico aun en medio de la persecución y el sufrimiento (1Ts 1:2-10). En realidad, toda la primera parte de la carta está como penetrada por un clima de acción de gracias (ver 1Ts 2:13; 1Ts 3:9) que Pablo aprovecha para recordar con gozo y añoranza su ministerio en Tesalónica (1Ts 2:1-16), para manifestar su permanente preocupación por aquellos a quienes ha engendrado en la fe (1Ts 2:171Ts 3:5), y para animar a los tesalonicenses a mantenerse fieles al Señor hasta el día de su gloriosa manifestación (1Ts 3:6-13).


La segunda parte de la carta (1Ts 4:11Ts 5:22) contiene una amplia serie de exhortaciones, recomendaciones, instrucciones y avisos que tienen como telón de fondo el tema de la “parusía” o venida gloriosa del Señor. Dentro de este marco exhortativo, responde Pablo a las dos cuestiones que preocupaban de manera especial a los tesalonicenses y que han sido señaladas más arriba. A la primera, diciendo que todos los creyentes, tanto los que han muerto como los que aún vivan en el momento de la venida de Cristo, compartirán la victoria del Señor (1Ts 4:13-18). A la segunda, afirmando que el momento de la venida pertenece estrictamente al secreto de Dios y que, por tanto, nadie fuera de Dios lo conoce. Eso sí, será un acontecimiento para el que todos los creyentes debemos estar preparados con una vida consagrada al trabajo, a la paz, a la ayuda mutua, a la oración, a la alegría y a un uso conveniente de los dones del Espíritu (1Ts 5:1-22).


La carta concluye con una ardiente súplica a Dios para que haga posible lo que es muy difícil o imposible a los seres humanos (1Ts 5:23-24) y con un saludo pleno de afecto para todos los hermanos (1Ts 5:25-28).


4. Estructura de la carta


— Introducción (1Ts 1:1-10)


I. — MINISTERIO DE PABLO EN TESALÓNICA (1Ts 2:1-201Ts 3:1-13)


II. — INSTRUCCIONES Y RECOMENDACIONES DIVERSAS (1Ts 4:11Ts 5:22)


— Conclusión (1Ts 5:23-28)


Fuente:

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Notas

I Tesalonicenses 4,31Ts 5:23; Lev 19:2; Rom 6:19; Rom 6:22; Efe 1:4; Heb 10:10; 1Co 6:12-20.


I Tesalonicenses 4,3— que vivan como consagrados: Lit. la santificación de ustedes. Ver nota a Rom 1:7.
I Tesalonicenses 4,41Co 7:2.
I Tesalonicenses 4,4— vivir con su mujer: La expresión griega, traducida literalmente, dice: poseer su vaso. También puede interpretarse esta imagen como referida al cuerpo y en consecuencia se traduciría: sepa dominar su cuerpo.
I Tesalonicenses 4,6— en este asunto: O bien: en los negocios, si se acepta la alternativa de traducción propuesta en la nota anterior.

— hará justicia: Lit. tomará venganza. Los términos vengar, vengador, venganza, sólo en contadas ocasiones se aplican a Dios en la Biblia (Sal 94:1; Sal 99:8; Deu 32:35; Nah 1:2); cuando se utilizan en el NT, evocan casi siempre pasajes veterotestamentarios (Luc 21:22; Rom 12:19; 2Ts 1:8; Apo 6:10; Apo 19:2). En el presente caso, se diría que Pablo paga tributo a su formación judía y al contexto histórico-cultural en que se mueve.
I Tesalonicenses 4,8Luc 10:16; Eze 36:27; Eze 37:14; Rom 5:5; 2Co 1:22; Gál 4:6; 1Jn 3:24.
I Tesalonicenses 4,9Jer 31:33-34; Isa 54:13; Jua 13:34; Jua 15:12-14.
I Tesalonicenses 4,10— Macedonia: Ver nota a Rom 15:26.
I Tesalonicenses 4,11Efe 4:28.
I Tesalonicenses 4,121Co 5:12-13; Col 4:5 (ver Mar 4:11).
I Tesalonicenses 4,13Efe 2:12.
I Tesalonicenses 4,13— han muerto: Lit. los que están dormidos. Tanto entre los judíos como entre los griegos, el sueño era una imagen frecuente de la muerte (ver Jua 11:11). La palabra “cementerio” significa, etimológicamente, “dormitorio”.
I Tesalonicenses 4,14Mar 9:31; Hch 2:24; Rom 14:9; 1Co 15:34; 1Co 15:12.
I Tesalonicenses 4,14— unidos a Jesús: El texto griego resulta ambiguo y, por tanto, da pie a traducciones diversas. Además de la adoptada en el texto, son posibles otras, por ejemplo: llevará consigo, por medio de Jesús, a quienes han muerto; o bien: Dios llevará con Jesús a quienes han muerto unidos a Jesús.
I Tesalonicenses 4,151Co 7:10; 1Co 15:51.
I Tesalonicenses 4,15— el día de la manifestación del Señor: Lit. en la parusía del Señor. Ver nota a 1Co 15:23. También podría traducirse: los que estemos vivos, los que aún quedemos, el día de la manifestación del Señor no tendremos preferencia.
I Tesalonicenses 4,16Mat 24:30-31; 1Co 15:52.
I Tesalonicenses 4,17Flp 1:23.
I Tesalonicenses 4,181Ts 5:11.
I Tesalonicenses 4,18— Dense ánimos: O bien, consuélense.