Genesis 47 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 31 versitos |
1 Fue José a dar la noticia al Faraón, y le dijo: Mi padre y mis hermanos, con sus rebaños y vacadas y con todo lo que poseían, han venido del país de Canaán y se encuentran en la tierra de Gosen.
2 Había llevado a cinco de sus hermanos, y los presentó al Faraón.
3 Y éste les preguntó: ¿Cuáles son vuestras ocupaciones? Ellos respondieron al Faraón: Nosotros, tus siervos, somos pastores de ganado menor, tanto nosotros como nuestros padres.
4 Y siguieron diciendo al Faraón: Hemos venido para morar en el país como forasteros, pues no había pasto para el ganado menor de tus siervos, por ser grande el hambre en la tierra de Canaán.
5 Deja, pues, que tus siervos habiten en el territorio de GoSén. Habló el Faraón a José, diciéndole: Tu padre y tus hermanos han venido a ti.
6 Ahora, pues, a tu disposición tienes toda la tierra de Egipto. Coloca a tu padre y a tus hermanos en lo mejor del país; que se establezcan en la tierra de Gosen. Y si sabes que hay entre ellos, hombres de valer, ponlos al frente de lo mío por mayorales de mi ganado.
7 Después José hizo venir a Jacob, su padre, y lo presentó al Faraón. Jacob bendijo al Faraón.
8 » Y el Faraón preguntó a Jacob: ¿Cuántos son los años de tu vida?
9 Contestó Jacob al Faraón: Los años de mis peregrinaciones son ciento treinta. Pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han alcanzado los años de la vida de mis padres en sus peregrinaciones.
10 Jacob bendijo al Faraón, y se retiró de su presencia.
11 José instaló a su padre y a sus hermanos y les entregó una propiedad en la tierra de Egipto, en lo mejor del país, en la región de Ramsés, como había ordenado el Faraón.
12 José proveyó de alimentos a su padre, a sus hermanos y a toda la casa de su padre, según el número de familias.
13 Faltó el pan en toda la tierra, pues el hambre arreció tanto, que el país de Egipto y la tierra de Canaán desfallecían de hambre.
14 José llegó a hacerse con todo el dinero de la tierra de Egipto y del país de Canaán a cambio del trigo que ellos le compraban, e ingresaba el dinero en la casa del Faraón.
15 Cuando se agotó el dinero de la tierra de Egipto y del país de Canaán, todos los egipcios acudían a José, diciéndole: Danos pan. Pues ¿por qué vamos a morir delante de ti por falta de dinero?
16 Respondía José: Si el dinero se ha acabado, dadme vuestros ganados, y a cambio os daré pan.
17 Traían ellos sus ganados a José, y José les daba pan a cambio de caballos, de ganado menor y mayor y de asnos. Así les proveyó de pan aquel año a cambio de todos sus ganados.
18 Acabado aquel año, presentáronse de nuevo al año siguiente y le dijeron: No se le oculta a mi señor que el dinero se ha acabado, y que la posesión del ganado ha pasado a mi señor; no queda, pues, a disposición de mi señor más que nuestros cuerpos y nuestras tierras:
19 ¿Vamos a morir ante tus ojos, nosotros y nuestras tierras? Cómpranos, pues, a nosotros y a nuestras tierras a cambio de pan; y seremos nosotros con nuestras tierras esclavos del Faraón. Pero danos con qué sembrar, para que vivamos y no muramos, y nuestras tierras no se conviertan en un desierto.
20 Adquirió José todas las tierras de Egipto para el Faraón, pues los egipcios le vendieron cada uno su campo, porque el hambre pesaba duramente sobre ellos. Así pasaron las tierras a ser propiedad del Faraón.
21 En cuanto al pueblo, lo redujo a servidumbre de un extremo a otro de la tierra de Egipto.
22 Solamente dejó de comprar las tierras de los sacerdotes; porque existía un decreto del Faraón en favor de los sacerdotes, los cuales comen de lo que les dio el Faraón por decreto, y por eso no tuvieron que vender ellos sus tierras.
23 Dijo José al pueblo: Hoy os he comprado para el Faraón, a vosotros y a vuestras tierras. Ahí tenéis semilla para que sembréis la tierra.
24 Pero cuando llegue el tiempo de la cosecha, entregaréis al Faraón la quinta parte; las cuatro partes restantes quedarán en vuestro poder: para sembrar, para alimento vuestro y de los que están en vuestras casas, para alimento de vuestras familias.
25 Dijeron ellos: Tú nos has salvado la vida. Hallemos gracia a los ojos de mi señor, y seremos esclavos del Faraón.
26 José impuso, pues, en Egipto la ley que hoy subsiste todavía, la de entregar al Faraón la quinta parte. Sólo las tierras de los sacerdotes no pasaron al poder del Faraón.
27 Israel habitó en la tierra de Egipto, en el territorio de Gosen. Tomaron posesión de ella, fueron fecundos y se multiplicaron mucho.
28 Jacob vivió diecisiete años en tierra de Egipto. Los días de Jacob, los años de su vida, fueron ciento cuarenta y siete años.
29 Cuando se aproximaban los días de la muerte de Israel, llamó éste a su hijo José y le dijo: Si he hallado gracia a tus ojos, pon tu mano debajo de mi muslo y muéstrame favor y lealtad: No me entierres en Egipto.
30 Cuando me vaya a reposar con mis padres, sácame de Egipto, y entiérrame en el sepulcro de ellos. José le contestó: Haré como tú dices.
31 Jacob le dijo: Júramelo. José se lo juró; y se inclinó Israel sobre la cabecera de la cama.

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Introducción a Genesis

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas