Salmos 145 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 21 versitos |
1 Alabanza, de David.

Yo te quiero ensalzar, mi Dios el rey, quiero por siempre bendecir tu nombre,
2 cada día celebrarte y enaltecer tu nombre por los siglos.
3 Muy grande es el Señor y digno de alabanza, su grandeza, insondable.
4 Una edad loa sus obras a otra edad y cuentan sus proezas.
5 Del glorioso fulgor de tu majestad hablan y anuncian tus portentos;
6 divulgan tus prodigios de poder y alaban tus grandezas;
7 de tus muchas bondades transmiten el recuerdo y cantan tu justicia.
8 El Señor es bondadoso y compasivo, lento a la ira y grande en sus favores.
9 Para todos es bondad, sobre todas sus obras, su clemencia.
10 Te dan gracias, Señor, todas tus obras, tus fieles te bendicen;
11 la gloria de tu reino hacen saber, publican tus proezas,
12 enseñando tus glorias a los hombres y el esplendor glorioso de tu reino.
13 Un reino de eternidades es tu reino, tu gobierno, por las generaciones.
14 El Señor es el sostén para el que cae, el que yergue a los postrados.
15 Las miradas de todos esperan ante ti y a su hora les das tú su sustento:
16 con sólo abrir tu mano, saturas a placer todo viviente.
17 El Señor es justiciero en todos sus caminos, y en todas sus acciones, compasivo;
18 está vecino al que le invoca, al que lo llama con verdad.
19 Satisface el anhelo al que le teme, escucha su gemido y lo socorre.
20 El Señor es el guardián del que lo ama, mas también el que extermina a los malvados.
21 Mi boca cantará las glorias del Señor, y los mortales todos bendecirán su nombre santo, por los siglos, por siempre.

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Introducción a Salmos

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas