Cantares  6 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 13 versitos |
1 ¿Adonde fue tu amado, la hermosa entre mujeres? ¿A qué parte se tornó, que contigo lo busquemos?
2 Mi amado descendió a su jardín, al arriate del bálsamo, a apacentar en los vergeles, a recoger los lirios.
3 Yo soy para mi amado y mi amado para mí; él apacienta su rebaño entre los lirios.
4 Eres, bella, amiga mía, como Tirsá, como Jerusalén, llena de gracia, terrible como ejército en banderas.
5 Desvía de mí tus ojos, que me están asaltando. Tus cabellos, como un hato de cabras ondulando en el monte Galaad.
6 Tus dientes, como rebaño de ovejas esquiladas cuando suben del baño; todas llevan mellizos, sin cría no hay ninguna.
7 Tus mejillas, como mitades de granada a través de tu velo.
8 Sesenta son las reinas, ochenta las esposas, las doncellas, sin cuento.
9 Pero una es mi paloma, mi perfecta, la única de su madre, la preferida de la que la alumbró. Al verla, las doncellas la agasajan, las reinas y las esposas la celebran.
10 ¿Quién es aquélla que se alza cual la aurora, hermosa como la luna, brillante como el sol, terrible como ejército en banderas?
11 Al huerto de nogales descendí, para ver los retoños de la vega, para ver si germinan ya las viñas, si el granado está en flor.
12 No sé cómo, me puso mi deseo en el carro del príncipe.
13 Vuelve, vuelve, Sulamita, vuelve, vuelve: queremos contemplarte. ¿Qué veis en la Sulamita cuando danza entre dos coros?

Patrocinio

 
 

Introducción a Cantares 

No hay comentario

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

Patrocinio

Notas