Jeremías  39 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 18 versitos |
1 El año noveno de Sedecías, rey de Judá, en el décimo mes, llegó Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército a Jerusalén, y la asediaron.
2 El año undécimo de Sedecías, en el cuarto mes, el día nueve del mes, abrieron una brecha en la ciudad.
3 Cuando Jerusalén fue tomada, entraron todos los jefes del rey de Babilonia y se establecieron en la puerta central: NergalSaréser, príncipe de SinMaguir, oficial mayor, y Nebusazbán, alto dignatario, y todos los demás jefes del rey de Babilonia.
4 Cuando Sedecías, rey de Judá, y todos los soldadas los vieron, huyeron, saliendo de noche por el camino del jardín del rey a través de la puerta entre los dos muros, y tomaron el camino del Araba.
5 Pero las tropas de los caldeos los persiguieron y dieron alcance a Sedecías en las estepas de Jericó. Lo prendieron y lo llevaron a Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Ribblá, en el país de Jamat, el cual dictó sentencia contra él.
6 El rey de Babilonia degolló a los hijos de Sedecías en Ribblá ante sus propios ojos. El rey de Babilonia degolló también a todos los nobles de Judá.
7 Luego sacó los ojos a Sedecías y lo aherrojó con doble cadena de bronce para llevarlo a Babilonia.
8 Los caldeos prendieron fuego al palacio real y a las casas de la población y derribaron las murallas de Jerusalén.
9 Nabuza-radán, jefe de la escolta, deportó a Babilonia al resto de la población que había quedado en la ciudad, a los desertores que se habían pasado a él y al resto de los artesanos que quedaban.
10 Pero de la gente pobre que nada tenía, Nabuzaradán, jefe dé la escolta, dejó una parte en el país de Judá y les dio aquel día viñas y campos.
11 Nabucodonosor, rey de Babilonia, había dado a Nabuzaradán, jefe de la escolta, la siguiente orden con respecto a Jeremías:
12 Tómalo, mira por él, no le hagas ningún daño, antes al contrario: pórtate con él como él te diga.
13 Entonces Nabuzaradán, jefe de la escolta, Nebusazbán, el alto dignatario, NergalSaréser, el oficial mayor, y todos los jefes del rey de Babilonia,
14 enviaron gente para sacar a Jeremías del patio de la guardia y lo entregaron a Godolías, hijo de Ajiqam, hijo de Safan, para que lo llevara a casa. Así quedó en medio de la población..
15 Mientras estaba recluido en el patio de la guardia, a Jeremías le había sido dirigida la palabra de Yahvéh en estos términos:
16 Vete a decir a ÉbedMélek, el kuSita, lo siguiente: Así dice Yahvéh Sebaot, Dios de Israel: Mira: voy a cumplir mis palabras acerca de esta ciudad para mal y no para bien. Se cumplirán ante ti en aquel día.
17 Pero en aquel día yo te libraré - oráculo de Yahvéh -, para que no seas entregado en mano de los hombres que temes.
18 Sí; ciertamente te salvaré, para que no caigas a espada, y así tendrás tu vida por botín, puesto que has confiado en mí - oráculo de Yahvéh -.

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Introducción a Jeremías 

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas