Genesis 9 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 29 versitos |
1 Y bendijo Dios a Noé y a sus hijos, diciéndoles: Sed fecundos, multiplicaos y llenad la tierra.
2 El temor y el terror que inspiraréis se impondrán a todo animal de la tierra, a toda ave de los cielos, a todo lo que repta sobre la tierra y a todos los peces del mar; todos han sido puestos en vuestras manos.
3 Todo ser que se mueve y tiene vida os servirá de alimento, así como la hierba verde; yo os lo entrego todo.
4 Pero no comeréis la carne con su vida, es decir, con su sangre.
5 Yo pediré cuenta de vuestra propia sangre, o sea, de vuestra vida; la reclamaré de mano de cualquier animal. Reclamaré la vida del hombre de mano del hombre, de mano de cualquiera, incluso de su propio hermano.
6 El que derramare la sangre del hombre, por el hombre será derramada la suya; porque a imagen de Dios hizo Dios al hombre.
7 Mas vosotros sed fecundos y multiplicaos; pululad sobre la tierra y multiplicaos en ella.
8 Habló Yahvéh a Noé y a sus hijos, diciéndoles:
9 Yo establezco mi alianza con vosotros y con vuestra descendencia después de vosotros,
10 y con todo ser viviente que está con vosotros: aves, ganados y todos los animales de la tierra que están con vosotros, con todos los que salieron del arca, con todos los animales de la tierra.
11 Establezco, pues, mi alianza con vosotros, para que no sea exterminada ya más toda carne por las aguas del diluvio, de manera que ni haya más diluvio que destruya la tierra.
12 Y dijo Dios: Ésta es la señal de la alianza que yo establezco entre mí y vosotros y entre todo ser viviente que está con vosotros, para todas las generaciones venideras:
13 pongo mi arco en las nubes para señal de la alianza entre mí y la tierra.
14 Y cuando yo acumule nubes sobre la tierra y aparezca entonces el arco en las nubes,
15 recordaré la alianza, que existe entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y las aguas no se convertirán ya más en un diluvio que destruya toda carne.
16 Estará el arco en las nubes y, al verlo, me acordaré de la alianza eterna entre Dios y todo ser viviente de toda carne que hay sobre la tierra.
17 Dijo Dios a Noé: Ésta es la señal de la alianza que establezco entre mí y toda carne que está sobre la tierra.
18 Los hijos de Noé salidos del arca fueron Sem, Cam y Jafet; Cam es el padre de Canaán.
19 Estos tres son los hijos de Noé, y de ellos se pobló toda la tierra.
20 Y Noé, agricultor, comenzó a plantar una viña.
21 Bebió vino de ella, se embriagó y quedó desnudo en medio de su tienda.
22 Vio Cam, padre de Canaán, la desnudez de su padre, y fue a contárselo a sus dos hermanos que estaban fuera.
23 Sem y Jafet tomaron un manto, se lo pusieron ambos sobre los hombros, y caminando de espaldas, cubrieron la desnudez de su padre; por tener su rostro vuelto hacia atrás no vieron la desnudez de su padre.
24 Cuando Noé despertó de su embriaguez y se enteró de lo que había hecho con él su hijo menor,
25 dijo: Maldito sea Canaán; esclavo de esclavos será para sus hermanos.
26 Y añadió: Bendito sea Yahvéh, el Dios de Sem, y sea Canaán esclavo suyo.
27 Dilate Dios a Jafet, y habite éste en las tiendas de Sem; y sea Canaán esclavo suyo.
28 Vivió Noé después del diluvio trescientos cincuenta años.
29 Y fueron todos los días de Noé novecientos cincuenta años, y murió.

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Introducción a Genesis

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas