I Macabeos 9 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 73 versitos |
1 Enterado Demetrio de que Nicanor y su ejército habían sucumbido en el combate, envió por segunda vez a Báquides y a Alcimo a tierra de Judá, y con ellos el ala derecha de su ejército.
2 Fueron por el camino que conduce a Guilgal y acamparon frente a Mesalot, en el territorio de Arbelas. La tomaron por asalto y sacrificaron muchas vidas humanas.
3 El mes primero del año ciento cincuenta y dos acamparon frente a Jerusalén.
4 De allí partieron hacia Berea con veinte mil hombres de infantería y dos mil jinetes.
5 Judas estaba acampado en Elasá, con tres mil hombres escogidos.
6 Cuando vieron que era inmensa la multitud del ejército enemigo, les acometió un enorme pavor, de modo que muchos se escaparon del campamento, donde no quedaron más que ochocientos hombres.
7 Viendo Judas que su ejército se había dispersado y que la batalla era inminente, sintió destrozársele el corazón, porque no tenía tiempo para reagruparlos.
8 Quedó abatido y dijo a los que le habían quedado: "¡Ánimo y vayamos contra nuestros enemigos, por si podemos hacerles frente!".
9 Intentaban disuadirlo, diciéndole: "No podemos. Salvemos ahora nuestras vidas. Ya volveremos con nuestros hermanos a combatir contra ellos. Ahora somos muy pocos".
10 Judas dijo: "¡Lejos de mí hacer tal cosa
11 El ejército sirio partió del campamento y los judíos salieron a su encuentro. La caballería siria se había dividido en dos escuadrones; los honderos y los arqueros avanzaban delante del ejército, y en primera línea iban todos los más aguerridos. Báquides estaba en el ala derecha.
12 La falange se acercaba por los dos lados, y al mismo tiempo sonaban las trompetas. También los de Judas hicieron sonar las suyas
13 y la tierra se estremeció por el estruendo de los ejércitos. Duró el combate desde la mañana temprano hasta la caída de la tarde.
14 Vio Judas que Báquides y el fuerte de su ejército estaban en el ala derecha. Todos los de corazón más esforzado se agruparon a su alrededor;
15 destrozaron el ala derecha y los persiguieron hasta la colina de Asdod.
16 Pero los del ala izquierda, al ver que había sido destrozada el ala derecha, volvieron sobre los pasos de Judas y de los suyos por la espalda.
17 Se encarnizó la lucha, y de uno y otro bando cayeron muchos heridos.
18 Cayó también Judas, y los demás huyeron.
19 Jonatán y Simón tomaron a su hermano Judas y lo sepultaron en el sepulcro de sus padres, en Modín.
20 Lo lloraron, y todo Israel hizo por él un gran duelo. Durante muchos días repetían esta lamentación:
21 "¡Cómo ha caído el valiente que salvaba a Israel!".
22 El resto de los hechos de Judas, los combates que libró y las hazañas que llevó a cabo, y su grandeza, no se pusieron por escrito, porque son innumerables.
23 Después de la muerte de Judas reaparecieron los impíos en todo el territorio de Israel y levantaron cabeza todos los obradores de iniquidad.
24 En aquellos días sobrevino un hambre extremada y el pueblo se pasó a ellos.
25 Báquides escogió a hombres impíos y los estableció por señores de la comarca.
26 Éstos iban buscando y descubriendo a los amigos de Judas, y los llevaban ante Báquides, quien los castigaba y escarnecía.
27 Fue una gran tribulación para Israel, cual no la había habido desde los tiempos en que dejaron de surgir profetas.
28 Entonces se reunieron todos los adictos de Judas y dijeron a Jonatán:
29 "Desde que murió tu hermano Judas, no hay hombre semejante a él que salga y vaya contra los enemigos
30 Por eso mismo te elegimos, para que en su lugar seas desde hoy nuestro jefe y guía y dirijas nuestros combates".
31 Y en aquel momento recibió Jonatán el mando y ocupó el puesto de su hermano Judas.
32 Báquides se enteró de ello y andaba buscándolo para matarlo.
33 Pero lo supieron Jonatán y su hermano Simón, así como sus partidarios, y huyeron todos al desierto de Técoa, donde acamparon junto a las aguas del estanque Asfar.
34 Báquides lo supo en un día de sábado y pasó con todo su ejército al otro lado del Jordán.
35 Envió Jonatán a su hermano Juan al frente de la expedición, para pedir a los nabateos, sus amigos, que les permitieran depositar entre ellos su bagaje, que era mucho.
36 Pero los hijos de Yambrí, los de Medebá, salieron y se apoderaron de Juan y de todo cuanto tenía y se lo llevaron todo.
37 Después de estos sucesos, notificaron a Jonatán y a su hermano Simón que los hijos de Yambrí estaban celebrando una gran boda y que llevaban desde Nadabat, con gran pompa, a la desposada, hija de uno de los principales de Canaán.
38 Acordándose de la sangre de su hermano Juan subieron a ocultarse al abrigo del monte.
39 Alzaron sus ojos para ver y en esto percibieron confuso rumor de nutrida caravana
40 Salieron entonces de su emboscada contra ellos y se pusieron a matarlos. Cayeron muchos heridos y los demás huyeron al monte, mientras ellos se apoderaron de todos sus despojos.
41 La boda se convirtió en duelo y la música de sus instrumentos en lamentación.
42 Vengada la sangre de su hermano, se volvieron a las orillas pantanosas del Jordán.
43 Se enteró Báquides y fue en día de sábado a las orillas del Jordán con un numeroso ejército.
44 Jonatán arengó así a los que con él estaban: "¡Ánimo, y luchemos por nuestras vidas, porque hoy no es como ayer y anteayer!
45 El combate se nos viene encima por delante y por la espalda, de una parte y de otra están las aguas del Jordán, las orillas pantanosas y la maleza. No hay por donde escapar.
46 Clamad, pues, al Cielo, para salvaros de vuestros enemigos".
47 Y se trabó la batalla. Jonatán extendió la mano para herir a Báquides, pero éste esquivó el golpe echándose atrás.
48 Jonatán y los suyos pudieron lanzarse al Jordán y ganar a nado la otra orilla, pero los enemigos no atravesaron el Jordán para perseguirlos.
49 Cayeron aquel día como unos mil hombres del lado de Báquides.
50 Vuelto a Jerusalén, Báquides mandó fortificar diversas ciudades en Judea
51 Puso en ellas guarniciones para hostigar a Israel.
52 Fortificó también la ciudad de Bet Sur y de Guézer, y la ciudadela, y puso en ellas tropas y reservas de víveres.
53 Tomó luego como rehenes a los hijos de los jefes del país y los puso bajo custodia en la ciudadela de Jerusalén.
54 El año ciento cincuenta y tres, el segundo mes, ordenó Alcimo derribar el muro del atrio interior del santuario, destruyendo así la obra de los profetas. Comenzó el derribo;
55 pero en aquel momento le sobrevino un ataque a Alcimo y se suspendieron las obras. Se le cerró la boca y quedó paralítico; no podía ya hablar palabra ni disponer los asuntos de su casa.
56 Así murió Alcimo, en medio de grandes sufrimientos.
57 Cuando Báquides vio que Alcimo había muerto, se volvió al lado del rey. El país de Judá estuvo así en calma durante dos años.
58 Entonces todos los impíos celebraron consejo y dijeron: "Ved cómo Jonatán y los suyos viven confiados y en calma. Pues bien, procuremos que Báquides suba ahora, y en una sola noche los apresará a todos".
59 Y se fueron a comunicarle el resultado de sus deliberaciones.
60 Se puso en marcha para subir con un gran ejército, y en secreto envió cartas a todos sus aliados de Judea, para que prendieran a Jonatán y a los suyos. Pero no pudieron, porque se descubrieron sus proyectos,
61 y los de Jonatán apresaron a unos cincuenta hombres del país, cabecillas de aquella conjura, y los mataron.
62 Luego Jonatán, Simón y sus partidarios se retiraron a Bet Basí, que está en el desierto; edificaron sus ruinas y la fortificaron.
63 Enterado Báquides de ello, reunió toda su gente y pasó aviso a los de Judea.
64 Llegó y acampó frente a Bet Basí; la atacó durante muchos días y construyó máquinas de guerra.
65 Jonatán dejó en la ciudad a su hermano Simón, salió por la región y regresó con un pequeño grupo.
66 Derrotó a Odomerá, a sus hermanos y a los hijos de Fasirón, que estaban acampados en sus tiendas. Luego comenzaron a hacer estragos internándose entre las tropas.
67 Entonces Simón y los que con él estaban salieron de la ciudad y prendieron fuego a las máquinas de guerra.
68 Atacaron a Báquides, que fue derrotado por ellos, y le causaron profunda amargura, porque vio fracasados sus planes y su expedición.
70 Jonatán, enterado de ello, le envió mensajeros para concertar con él la paz y la entrega de prisioneros.
71 Él aceptó, actuó en conformidad con la propuesta y le juró que no intentaría mal alguno contra él en todos los días de su vida.
72 Enfurecido de cólera contra los hombres impíos que le habían aconsejado venir al país, mató a muchos de ellos y decidió volverse a su tierra.
72 Le devolvió los prisioneros que anteriormente había capturado en tierra de Judá; tomó el camino de vuelta a su tierra y no pensó más en volver al territorio de Judá.
73 Así en Israel descansó la espada. Jonatán se estableció en Micmás comenzó a gobernar al pueblo y a exterminar a los impíos de Israel.

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Introducción a I Macabeos

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas