Jeremías  35 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 19 versitos |
1 Palabra que le fue dirigida a Jeremías de parte de Yahvéh, en tiempo de Yoyaquim, hijo de Yosías, rey de Judá:
2 Vete a la comunidad de los rekabitas, habla con ellos, llévalos a una de las salas del templo de Yahvéh y dales a beber vino.
3 Tomé entonces a Yaazanyá, hijo de Jeremías, hijo de Jabassinyá, a sus hermanos, a todos sus hijos y a toda la comunidad de los rekabitas,
4 y los llevé al templo de Yahvéh, a la sala de los hijos de Janán, hijo de Yigdalyá, hombre de Dios, que está junto a la sala de los príncipes, por encima de la sala de Maaseyá, hijo de SaHum, guardián del vestíbulo.
5 Luego puse ante los miembros de la comunidad de los rekabitas jarras llenas de vino y copas, y les dije: Bebed vino.
6 No bebemos vino - replicaron ellos -, pues nuestro antepasado Yonadab, hijo de Rekab, nos dio esta orden: No bebáis vino nunca, ni vosotros ni vuestros hijos;
7 no edifiquéis casas ni sembréis simiente ni plantéis viñas ni las tengáis, sino que habitaréis en tiendas toda vuestra vida, para que viváis mucho tiempo en el territorio en donde residís como forasteros.
8 Nosotros hemos escuchado la voz de nuestro antepasado Yonadab, hijo de Rekab, en todo lo que nos mandó: no hemos bebido vino en toda nuestra vida, ni nosotros ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos ni nuestras hijas;
9 no hemos edificado casas para morada nuestra ni hemos tenido viñas, ni campos, ni sembrados.
10 Habitamos en tiendas y obedecemos y hacemos todo lo que nos mandó nuestro antepasado Yonadab.
11 Pero cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, invadió el país, dijimos: ¡Venid, entremos en Jerusalén para huir del ejército de los caldeos y del ejército de Aram! ; y así nos hemos establecido en Jerusalén.
12 La palabra de Yahvéh le fue dirigida a Jeremías en estos términos:
13 Así dice Yahvéh Sebaot, Dios de Israel: Vete a decir a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: ¿No queréis recibir la lección para escuchar mis palabras? - oráculo de Yahvéh -.
14 Se han cumplido las palabras de Yonadab, hijo de Rekab, que mandó a sus hijos no beber vino, y no lo han bebido hasta hoy; pues obedecieron el mandato de su antepasado. En cuanto a mí, que os he hablado con tiempo y sin cesar, no me habéis escuchado;
15 pues os he enviado con tiempo y sin cesar a todos mis siervos, los profetas, diciendo: Convertíos cada uno de vuestra mala conducta y enmendad vuestras obras, no vayáis tras otros dioses para servirlos, y así permaneceréis en el país que di a vosotros y a vuestros padres, pero no habéis aplicado vuestro oído ni me habéis escuchado.
16 Sí; los hijos de Yonadab, hijo de Rekab, han cumplido la orden que su antepasado les había impuesto. Este pueblo, en cambio, no me ha escuchado a mí.
17 Por eso, así dice Yahvéh, el Dios Sebaot, el Dios de Israel: Voy a traer sobre Judá y sobre todos los habitantes de Jerusalén todo el mal que les he predicho, puesto que les he hablado y no me han escuchado; los he llamado y no me han respondido.
18 A la comunidad de los rekabitas, sin embargo, Jeremías le dijo: Así dice Yahvéh Sebaot, Dios de Israel: Puesto que habéis obedecido la orden de vuestro antepasado Yonadab, guardando todos sus mandamientos y obrando de acuerdo con todo lo que os ordenó,
19 por eso, así dice Yahvéh Sebaot, Dios de Israel: A Yonadab, hijo de Rekab, no le faltará nunca alguien que esté delante de mí.

Patrocinio

 
 

Introducción a Jeremías 

No hay comentario

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

Patrocinio

Notas