Salmos 26 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 12 versitos |
1 De David.

Hazme, Señor, justicia, que mi conducta es pura: confío en el Señor, no habré de resbalar.
2 Explórame, Señor, y ponme a prueba, sondea mi interior y mis entrañas.
3 Tus bondades las tengo ante mis ojos y me conduzco en tu verdad.
4 Con los hombres falaces no me paro ni me acerco a tratar con el fingido;
5 aborrezco el consorcio del malvado y en compañía del impío no me siento.
6 Quiero lavar mis manos en pureza y dar vueltas, Señor, en torno a tus altares,
7 haciendo resonar la acción de gracias y refiriendo todos tus portentos.
8 Amo, Señor, la casa donde habitas, el lugar de la morada de tu gloria.
9 No recojas mi alma en el haz de los errados, mi vida con la gente sanguinaria,
10 que tienen en las manos el delito y su derecha llena de soborno.
11 Por mi parte, yo voy en inocencia: rescátame y concédeme tu gracia.
12 Mis pies están ya firmes en el llano: bendeciré al Señor en la asamblea.

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Introducción a Salmos

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas