Salmos 52 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 9 versitos |
1 Del director. Maskil, de David. Cuando vino Doeg el edomita a traer a Saúl este mensaje: David entró en casa de Ajimélek.

¿Qué tienes que gloriarte en tu maldad, potente despiadado?
2 Todo el día meditas en el crimen; cual cuchillo afilado, así tu lengua, artífice de engaños.
3 Prefieres mal a bien, la mentira a la palabra justa. Selah
4 Amas todos los dichos que devoran, lengua fraudulenta.
5 Así te arrasará Dios para siempre, al asirte y tirarte de tu tienda, y arrancarte de raíz de la tierra de los vivos. Selah
6 Cuando el justo lo vea, temerá y hará burla de él:
7 Así pasa el valiente que no busca en Dios refugio. Confiaba en sus riquezas, que resista en su ruina.
8 Pero yo, como el olivo verdeen la casa del Señor, yo confío en la gracia del Señor por los siglos, por siempre.
9 Sin cesar te alabaré, porque has obrado, y esperaré en tu nombre pues eres bondadoso con tus fieles.

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Introducción a Salmos

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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