Salmos 14 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 7 versitos |
1 Del director. De David.

Dice el necio en su interior: Dios no existe. Corruptos, abominables en sus obras, no hay quien haga el bien.
2 El Señor observa desde el cielo a los hijos de los hombres, para ver si hay quien comprenda, quien pregunte por Dios.
3 Todos van desviados, conjuntamente corrompidos: no hay quien haga el bien, no hay uno siquiera.
4 ¿Es que no saben comprenderlos fautores del mal, que devoran a mi pueblo, como quien come pan, y no invocan al Señor?
5 Allá se hallan temblando de terror, pues Dios está con la progenie de los justos.
6 El consejo del humilde les produce vergüenza, porque el Señor es su refugio.
7 ¿Quién dará desde Sión la victoria a Israel? Cuando el Señor restaure la suerte de su pueblo, Jacob se gozará, alegraráse Israel.

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Introducción a Salmos

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas