Ezequiel  47 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 23 versitos |
1 Después me hizo volver a la entrada del templo, y vi que manaba agua de debajo del umbral del templo hacia oriente - pues la fachada del templo daba a oriente - y que el agua bajaba de debajo de la pared lateral derecha del templo, al sur del altar.
2 Luego me sacó por la puerta del norte y me hizo dar la vuelta por fuera hasta la puerta exterior que mira a oriente, y vi que el agua goteaba de la pared lateral derecha.
3 Cuando el hombre salió hacia oriente, tenía una cuerda en su mano y midió mil codos. Luego me hizo pasar por el agua con ella hasta los tobillos.
4 Midió otros mil, y me hizo pasar por el agua con ella hasta las rodillas. Midió otros mil, y me hizo atravesar con el agua hasta la cintura.
5 Midió otros mil: era un río que no se podía vadear, porque el agua era tan alta que era agua donde se podía nadar; era un río que no se vadeaba.
6 Entonces me dijo: ¿Has visto, hijo de hombre? Después me condujo de nuevo a la orilla del río.
7 Cuando volví, vi que a la orilla del río, a uno y otro lado, había una arboleda espesísima.
8 Me dijo: Esta agua que corre hacia la región oriental, baja al Araba, y cuando entra en las aguas estancadas del mar, las aguas quedan saneadas.
9 Adondequiera que llegue el río, todo ser viviente que pulula vivirá, y los peces serán abundantísimos, porque habrá llegado allí esta agua y las aguas del mar habrán quedado saneadas. Por eso habrá vida dondequiera que llegue el río.
10 Los pescadores se pararán a la orilla; desde EnGaddí hasta EnEgláyim será un tendedero de redes. Sus peces serán de numerosísimas especies, como los peces del mar grande.
11 Sus marismas y sus lagunas no serán saneadas; quedarán para salinas.
12 Junto al río, a su orilla, por uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales, cuyo follaje no se marchitará y cuyo fruto no se agotará; cada mes producirán nuevos frutos, porque sus aguas manan del santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas de medicina.
13 Así dice el Señor Yahvéh: Éstas son las fronteras, dentro de las cuales dividiréis el país como posesión hereditaria entre las doce tribus de Israel. José tendrá dos partes.
14 Recibiréis en posesión cada uno en igual proporción que su hermano, porque juré con la mano en alto darlo a vuestros padres. Por eso este país os tocará en concepto de herencia.
15 Éstas serán las fronteras del país: Por el lado del norte, desde el mar grande, por el camino de Jetlón hasta la entrada de Jamat, continuando hasta Sedad,
16 Berotá, Sibráyim - que está entre la frontera de Damasco y la frontera de Jamat - y hasta JaserHattikón, que está en la frontera de Jaurán.
17 Así pues, la frontera irá desde el mar hasta JasarEnón, que está en la frontera septentrional de Damasco con la frontera de Jamat al norte. Éste será el lado norte.
18 Por el lado este, entre Jaurán y Damasco, entre Galaad y el país de Israel, el Jordán hará de frontera hasta el mar oriental, hasta Tamar. Éste será el lado este.
19 Por el lado sur, al mediodía: desde Tamar hasta las aguas de MeribáQadés a lo largo del torrente, hasta el mar grande. Éste será el lado sur, al mediodía.
20 Por el lado oeste: el mar grande hará de frontera hasta enfrente de la entrada de Jamat. Éste será el lado oeste.
21 Repartiréis este país entre vosotros, según las tribus de Israel.
22 Lo sortearéis como propiedad hereditaria entre vosotros y entre los forasteros que residen entre vosotros y que hayan engendrado hijos entre vosotros, porque serán para vosotros como indígenas entre los hijos de Israel. Junto con vosotros participarán en las suertes de la propiedad hereditaria entre las tribus de Israel.
23 En la tribu en que resida el forastero, allí le asignaréis su propiedad hereditaria - oráculo del Señor Yahvéh -.

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Introducción a Ezequiel 

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas