Abdías  1 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 21 versitos |
1 Visión de Abdías. Así habla el Señor Yahvéh para Edom. Hemos oído un mensaje de Yahvéh, un mensajero fue enviado a las naciones: ¡Levantaos! ¡Alcémonos en guerra contra él!
2 Mira: te hice pequeño entre las gentes, eres sumamente despreciado.
3 El orgullo de tu corazón te engañó, tú que habitas en las hendiduras de la roca, que tienes la altura por morada, que dices en tu corazón: ¿Quién será capaz de derribarme en tierra?
4 Aunque te remontaras como el águila y pusieras tu nido en las estrellas de allí te derribaré- oráculo de Yahvéh -.
5 Si vinieran ladrones a ti o salteadores nocturnos, ¡cómo serías aniquilado! ¿No te robarían lo que necesitaran? Si vinieran a ti vendimiadores, ¿no te dejarían sólo el rebusco?
6 ¡Cómo ha sido registrado Esaú, cómo han escudriñado sus escondrijos!
7 Hasta la frontera te han expulsado tus aliados, tus amigos te engañan y te dominan los que comían tu pan te ponen trampas. ¡No hay en Edom entendimiento!
8 ¿Es que en aquel día- oráculo de Yahvéh -no destruiré a los sabios de Edom y a los prudentes de la montaña de Esaú?
9 Tus héroes, Teman, estarán aterrados, porque todo hombre de la montaña de Esaú será aniquilado con muerte violenta.
10 Por la violencia contra tu hermano Jacob te cubrirá la vergüenza, y serás exterminado para siempre.
11 El día en que estuviste allí presente, el día en que enemigos llevaban cautivo a su ejército, y extraños franqueaban sus puertas, y sobre Jerusalén echaban suertes, tú también eras como uno de ellos.
12 No te deleites mirando a tu hermano en el día de su desgracia; no te alegres de los hijos de Judá en el día de su ruina; no abras ancha tu boca en el día de su angustia.
13 No entres por la puerta de mi pueblo en el día de su infortunio; no te deleites también tú viendo sus males en el día de su angustia; no alargues la mano a sus riquezas en el día de su desgracia.
14 No te apostes en la encrucijada, para exterminar a sus fugitivos; no entregues a sus evadidos en el día de su angustia.
15 Porque está cerca el día de Yahvéh contra todas las naciones. Como hiciste, te harán: tu paga caerá sobre tu cabeza.
16 Como bebisteis sobre mi santo monte, así beberán sin cesar todas las naciones; beberán y tragarán, y serán luego como si no hubieran sido.
17 Pero en el monte Sión quedará un resto, que será santo. La casa de Jacob expoliará a los que la han expoliado.
18 La casa de Jacob será un fuego, la casa de José será una llama y la casa de Esaú como estopa: les prenderán fuego y los devorarán. No quedará un superviviente de la casa de Esaú. ¡Es Yahvéh quien lo ha dicho!
19 Los del Négueb ocuparán la montaña de Esaú, y los de la Sefelá la tierra de los filisteos; ocuparán el territorio de Efraím y el territorio de Samaría, y los de Benjamín ocuparán Galaad.
20 Los deportados, este ejército de los hijos de Israel, ocuparán Canaán hasta Sarepta; y los deportados de Jerusalén que están en Sefarad, ocuparán las ciudades del Négueb.
21 Y subirán victoriosos al monte Sión, para juzgar a la montaña de Esaú. ¡El reino será de Yahvéh!

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Introducción a Abdías 

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas