Jeremías  49 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 39 versitos |
1 Acerca de los ammonitas. Así dice Yahvéh: ¿No tiene hijos Israel o no tiene un heredero? ¿Por qué heredó Milkom a Gad y habita su pueblo en sus ciudades?
2 Por eso, mirad que vienen días- oráculo de Yahvéh -, en que proclamaré contra Rabbá de los ammonitas un grito de guerra: será una escombrera desolada, y sus hijas consumidas por el fuego. Así heredará Israel a sus herederos, dice Yahvéh.
3 Gime, JeSbón, porque Ay ha sido ya devastada; gritad, hijas de Rabbá, ceñíos los sacos, plañid, vagad cubiertas de incisiones, porque Milkom marcha al destierro con sus sacerdotes y sus príncipes.
4 ¿Por qué te glorías de tus tropas? Tu tropa huye, hija rebelde, que confía en sus tesoros y dice: ¿Quién vendrá contra mí?
5 Mira que yo te traigo el terror- oráculo del Señor Yahvéh Sebaot - de todos tus alrededores. Se os expulsará a cada uno por su lado, y nadie recogerá a los que huyan.
6 Pero después de esto cambiará la suerte de los hijos de Ammón - oráculo de Yahvéh -.
7 Acerca de Edom. Así dice Yahvéh Sebaot: ¿No hay ya en Teman sabiduría? ¿Desapareció de los cuerdos el consejo? ¿Está su sabiduría corrompida?
8 ¡Huid! ¡Volved! ¡Morad en las cavernas, habitantes de Dedán! Porque la ruina de Esaú yo se la traigo, el tiempo de su castigo.
9 Si vinieran a ti vendimiadores, no dejarían rebusco; si ladrones de noche, saquearían a su gusto.
10 Pues yo mismo despojo a Esaú, descubro sus escondites, para que no pueda ocultarse. Su estirpe está devastada, como sus hermanos y vecinos, y él ya no existe.
11 Deja a tus huérfanos, yo les conservaré la vida, y que tus viudas confíen en mí.
12 Porque así dice Yahvéh: Mirad: los que no estaban condenados a beber la copa, ciertamente la beberán; y tú ¿habrás de quedar impune? No quedarás impune, sino que tendrás que bebería.
13 Porque he jurado por mí mismo - oráculo de Yahvéh - que Bosrá se convertirá en horror, oprobio, ruina y maldición, y todas sus ciudades se convertirán en ruinas perpetuas.
14 Oí un mensaje de parte de Yahvéh, y un mensajero fue enviado a las naciones: ¡Reuníos, venid contra ella! ¡En pie para la guerra!
15 Porque mira: te hago pequeña entre las gentes, despreciada entre los hombres.
16 Te engañó el horror que causabas, la soberbia de tu corazón, tú que habitas en las hendiduras de la roca y ocupas la cumbre del collado. Aunque eleves como el águila tu nido, de allí te haré bajar - oráculo de Yahvéh -.
17 Edom se convertirá en horror; todo el que pase por ella quedará espantado y silbará a causa de todas sus heridas.
18 Será como la catástrofe de Sodoma y Gomorra y de sus vecinas, dice Yahvéh. Nadie habitará allí, ni residirá en ella hombre alguno.
19 Mirad: como sube un león de la espesura del Jordán a un pastizal regado, así, en un instante, los ahuyentaré de allí y escogeré sus carneros más selectos. Porque ¿quién como yo? ¿Quién me citará a juicio? ¿Quién es el pastor que resistirá ante mí?
20 Por eso, oíd el proyecto de Yahvéh que proyecta sobre Edom, y los planes que planea sobre los habitantes de Teman: Ciertamente los arrastrarán como a los más pequeños del rebaño. Ciertamente su pastizal se horrorizará por ellos.
21 Al estruendo de su caída tiembla la tierra, el clamor de su voz se oye en el mar de los Juncos.
22 Mirad: él sube como el águila y planea y extiende sus alas sobre Bosrá. El corazón de los guerreros de Edom será aquel día como el corazón de mujer en trance de parto.
23 Acerca de Damasco. Avergonzadas están Jamat y Arpad porque oyeron una mala noticia; como el mar, se agitan con una inquietud que no se puede calmar.
24 Acobardada se halla Damasco, emprende la huida. El pánico se apodera de ella, angustia y dolores la toman como a la parturienta.
25 ¡Ay, cómo abandonan la villa famosa, la ciudad de mi alegría!
26 Por eso caerán en sus plazas sus jóvenes, y todos los guerreros perecerán en aquel día- oráculo de Yahvéh Sebaot -.
27 Prenderé fuego a los muros de Damasco y devorará los palacios de BenHadad.
28 Acerca de Quedar y los reinos de Jazor, que batió Nabucodonosor, rey de Babilonia. Así dice Yahvéh: Levantaos, subid contra Quedar, devastad a los hijos de Oriente.
29 Toman sus tiendas y sus rebaños, sus pabellones y todas sus cosas. Se llevan sus camellos, gritándoles: ¡Terror en derredor!
30 Huid, marchad a toda prisa, morad en las cavernas, habitantes de Jazor - oráculo de Yahvéh -, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, proyecta contra vosotros un proyecto, planea contra vosotros un plan:
31 Levantaos, subid contra una nación tranquila, que habita segura - oráculo de Yahvéh -, que no tiene ni puertas ni cerrojos, vive solitaria.
32 Sus camellos serán el botín, y la multitud de sus ganados el despojo. Dispersaré hacia todos los vientos a esos que se rapan las sienes, y traeré su ruina de todas partes- oráculo de Yahvéh -.
33 Jazor será guarida de chacales, una desolación sempiterna: no habitará allí hombre alguno, no residirá en ella ningún ser humano.
34 Palabra de Yahvéh que le fue dirigida al profeta Jeremías acerca de Elam, al comienzo del reinado de Sedecías, rey de Judá.
35 Así dice Yahvéh Sebaot: Mirad que yo quebranto el arco de Elam, su fuerza principal.
36 Traigo contra Elam a los cuatro vientos de los cuatro extremos de los cielos, y los disperso a todos estos vientos: no habrá una nación adonde no lleguen los fugitivos de Elam.
37 Aterraré a Elam ante sus enemigos y ante quienes atentan contra su vida. Traeré una desgracia sobre ellos: mi ira furibunda - oráculo de Yahvéh -; y enviaré tras ellos la espada hasta que acabe con ellos.
38 Pondré mi trono en Elam, extirparé de allí al rey y sus príncipes- oráculo de Yahvéh -.
39 Pero al fin de los días cambiaré la suerte de Elam- oráculo de Yahvéh -.

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas