II Crónicas  35 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 27 versitos |
1 Yosías celebró en Jerusalén la pascua en honor de Yahvéh. Inmolaron el cordero pascual el día catorce del mes primero.
2 Estableció a los sacerdotes en sus funciones, y los animó a que sirvieran en el templo de Yahvéh.
3 Y dijo a los levitas encargados de instruir a todo Israel y que estaban consagrados a Yahvéh: Colocad el arca santa en el templo que edificó Salomón, hijo de David, rey de Israel, pues ya no tenéis que llevarla sobre los hombros. Ahora servid a Yahvéh, vuestro Dios, y a su pueblo, Israel.
4 Estad dispuestos según vuestras casas paternas y vuestras clases, conforme a lo prescrito por David, rey de Israel, y conforme a la ordenación de su hijo Salomón.
5 Ocupad vuestros puestos en el santuario, conforme a las agrupaciones de las casas paternas de vuestros hermanos, los hijos del pueblo, y según las clases levíticas de cada casa paterna.
6 Purificaos, sacrificad el cordero pascual y preparadlo para vuestros hermanos, a fin de que actúen conforme a la palabra de Yahvéh transmitida por Moisés.
7 Yosías reservó para los hijos del pueblo treinta mil cabezas de ganado menor - corderos y cabritos -, como víctimas pascuales de todos los que allí se hallaban, y tres mil cabezas de ganado mayor. Todo esto procedía de la hacienda real.
8 También los jefes presentaron ofrendas voluntarias para el pueblo y para los sacerdotes y levitas. Juilquiyyá, Zacarías y Yejiel, intendentes del templo de Dios, entregaron a los sacerdotes, para víctimas pascuales, dos mil seiscientas cabezas de ganado menor, y trescientas de ganado mayor.
9 Konanyá, Semayá, su hermano Netanel y Jasabyá, Yeiel y Yozabad, jefes de los levitas, entregaron para los levitas cinco mil corderos pascuales y quinientos bueyes.
10 Preparado el servicio, los sacerdotes ocuparon sus puestos, e igualmente los levitas, según sus clases, conforme a lo dispuesto por el rey.
11 Inmolaron, pues, las víctimas pascuales: los sacerdotes vertían la sangre, recibida de manos de los levitas, y éstos desollaban las víctimas.
12 Luego pusieron aparte los holocaustos, para dárselos a los diversos grupos de las casas paternas de los hijos del pueblo, a fin de que los ofrecieran a Yahvéh, según está escrito en el libro de Moisés. Y lo mismo hicieron con el ganado mayor.
13 Asaron la víctima pascual al fuego, conforme al rito; después cocieron en ollas, calderos y cacerolas las ofrendas sagradas, y las repartieron rápidamente a todos los hijos del pueblo.
14 Después prepararon la pascua para ellos mismos y para los sacerdotes, porque los sacerdotes, descendientes de Aarón, estuvieron ocupados hasta la noche en ofrecer el holocausto y las grasas. Por eso los levitas la prepararon para sí y para los sacerdotes, hijos de Aarón.
15 También los cantores, hijos de Asaf, estaban en sus puestos, conforme a lo ordenado por David, Asaf, Hernán y Yedutún, vidente del rey; e igualmente, los porteros estaban cada uno en su puesto. No tuvieron que apartarse de su servicio, porque sus hermanos, los levitas, prepararon la pascua para ellos.
16 Así se organizó en aquel día todo el servicio de Yahvéh para celebrar la pascua y ofrecer los holocaustos sobre el altar de Yahvéh, conforme a lo prescrito por el rey Yosías.
17 Los hijos de Israel que se hallaban allí celebraron en aquella ocasión la pascua y la fiesta de los ázimos durante siete días.
18 Desde los días del profeta Samuel, no se había celebrado una pascua como aquélla en Israel; y ningún rey de Israel había celebrado una pascua como la que celebró Yosías con los sacerdotes, los levitas y con todo Judá e Israel que allí se hallaban, juntamente con los habitantes de Jerusalén.
19 Esta pascua se celebró el año dieciocho del reinado de Yosías.
20 Después de todas estas cosas, y después que Yosías había restaurado el templo, Nekó, rey de Egipto, subió a combatir a KarkemíS, junto al Eufrates; y salió a su encuentro Yosías.
21 Nekó le envió mensajeros a decirle: ¿Qué problema hay entre nosotros, rey de Judá? Hoy no vengo contra ti, sino contra uno con quien estoy en guerra; y Dios me ha dicho que me dé prisa. Deja de oponerte a Dios, que está conmigo, no sea que él te aniquile.
22 Pero Yosías no quiso retirarse de él, sino que se disfrazó para combatir contra él. No hizo caso de las palabras de Nekó, a pesar de que procedían de la boca de Dios, sino que fue a presentarle batalla en el valle de Meguiddó.
23 Los arqueros dispararon contra el rey Yosías, y el rey dijo a sus servidores: Sacadme fuera, porque estoy gravemente herido.
24 Sus servidores lo sacaron de su carro, lo pasaron al segundo carro que tenía y lo llevaron a Jerusalén, donde murió. Fue sepultado en las tumbas de sus padres, y todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por Yosías.
25 Jeremías compuso una elegía por, Yosías; y todos los cantores y cantoras cantan todavía hoy sus elegías por Yosías, de lo cual se ha hecho costumbre fija en Israel. Están escritas entre las Lamentaciones.
26 Los restantes hechos de Yosías, sus obras de piedad, conforme a lo escrito en la ley de Yahvéh,
27 o sea, sus hechos, desde los primeros a los últimos, están consignados en el libro de los reyes de Israel y de Judá.

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Introducción a II Crónicas 

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas