Salmos 116 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 19 versitos |
1 Amo al Señor, pues él escucha la voz de mi lamento,
2 porque torna a mí su oído el día en que le invoco.
3 Cuando lazos de muerte me acordonan y angustias de seol me dan alcance, cuando me hallo en pesar y en aflicción,
4 en nombre del Señor alzo la voz: ¡Ah Señor, salva mi vida!
5 El Señor es bondadoso y providente, nuestro Dios es compasivo.
6 El Señor es el guardián de los humildes, y yo débil, habrá de socorrerme.
7 Alma mía, retorna a tu reposo, que el Señor cumple contigo.
8 Tú, cierto, me preservas de la muerte, mis ojos del llorar, mis pies de la caída.
9 Andaré en la presencia del Señor en el mundo de los vivos.
10 Yo confío, aun cuando diga: Mi aflicción es extrema.
11 Y yo digo, en efecto, en mi atropello: El hombre es todo engaño.
12 ¿Qué daría yo al Señor por todos sus favores?
13 Elevaré la copa del socorro, invocando en el nombre del Señor.
14 Cumpliré con mis promesas al Señor, a la vista de su pueblo.
15 La muerte de sus fieles es preciosa a los ojos del Señor.
16 Ah Señor, que soy tu siervo, soy tu siervo, nacido de tu esclava, al que tú has desatado las cadenas.
17 Yo te ofrezco acción de gracias, invocando el nombre del Señor.
18 Cumpliré con mis promesas al Señor, a la vista de su pueblo,
19 en los atrios de la casa del Señor, en medio de ti, Jerusalén. Aleluya.

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Introducción a Salmos

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas