Salmos 12 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 8 versitos |
1 Del director, con el octacordio. Salmo, de David.

Salva, Señor, pues se acaban los piadosos, se terminan los fieles de entre los hijos de los hombres.
2 Vano es lo que se dicen los unos a los otros; lenguaje lisonjero, con doble corazón, lo que se hablan.
3 Cercene el Señor todos los labios lisonjeros, las lenguas contadoras de grandezas,
4 los que dicen: Nuestra lengua es nuestro fuerte, los labios nos asisten, ¿quién será nuestro dueño?
5 Por la opresión del pobre, por el llanto del débil, ahora me levanto - asegura el Señor -: pondré en salvo a todo el que es burlado.
6 Los dichos del Señor son dichos puros, plata afinada en el crisol, depurada siete veces.
7 Tú, Señor, los guardarás, nos preservarás de generación tal, para siempre.
8 Irán a la deriva los impíos, al ser exaltado lo humilde entre los hombres.

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Introducción a Salmos

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas