Salmos 48 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 14 versitos |
1 Canto; salmo, de los hijos de Coré.

Grande es el Señor y digno de loores en la ciudad de nuestro Dios, su monte santo.
2 Hermosa altura, alegría de la tierra, la colina de Sión, en el extremo norte, la ciudad del gran rey.
3 Dios en sus fortalezas se ha dado a conocer como refugio.
4 Monarcas, en efecto, se aliaron, para marchar, unidos, contra ella.
5 Mas, apenas la vieron, se admiraron, se turbaron, se alarmaron.
6 Un temblor los cogió allí, un terror, cual de la mujer en parto;
7 tal el viento del este que hace trizas los navíos de Tarsis.
8 Como habíamos oído, así hemos visto en la ciudad del Señor de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios: Dios la tiene fijada para siempre. Selah
9 Nosotros revivimos, Dios, tus gracias en medio de tu templo.
10 Como tu nombre, oh Dios, así es tu gloria, hasta los extremos de la tierra: tu diestra se ha henchido de justicia.
11 El monte de Sión se regocija, las hijas de Judá saltan de gozo ante tus actos justicieros.
12 Dad la vuelta a Sión, girad en torno, contad sus fortalezas;
13 parad vuestra atención en sus murallas, recorred sus castillos, para poder contar a las generaciones venideras
14 que así es el Señor, nuestro Dios, por los siglos, y que él nos guiará por encima de la muerte.

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Introducción a Salmos

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas