Salmos 65 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 13 versitos |
1 Del director. Salmo, de David; canto.

La alabanza te es debida, oh Dios, sobre Sión, y a ti se cumplen las promesas.
2 Tú, el que escuchas la oración, a ti puede acercarse toda carne.
3 Si el pecado sobrepasa nuestras fuerzas, cubres tú nuestras culpas.
4 Dichoso el que tú eliges, y que atraes a morar en tus atrios: saciarémonos de bienes de tu casa y de lo santo de tu templo.
5 Con tremendos prodigios nos socorres, Dios de nuestras victorias, esperanza de los confines de la tierra y los mares remotos.
6 Tú eres el que afirma con tu fuerza los montes, ceñido de vigor;
7 el que acalla el bramido de los mares, el estruendo de las olas y el tumulto de los pueblos.
8 Los que habitan las tierras más lejanas temen ante tus portentos. Tú haces gozosas las salidas de la mañana y de la tarde.
9 Tú visitas la tierra y la haces fértil, la enriqueces de mil formas, rebosando de agua tus ríos caudalosos. Cuando quieres sacar trigo, la aprestas para ello.
10 Le saturas los surcos de humedad y le allanas la gleba; con chubascos la ablandas y bendices sus gérmenes.
11 Tú coronas el año de tus bienes, y de tus huellas rezuma la abundancia,
12 retoñan los oasis del desierto, las colinas se ciñen de alegría,
13 las praderas se visten de ganados y los valles se encapan con el trigo, resonando de gritos y cantares.

Patrocinio

 
 

Introducción a Salmos

No hay comentario

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

Patrocinio

Notas