Exodo  30 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 38 versitos |
1 Fabricarás un altar de madera de acacia para quemar el incienso.
2 Será de un codo de largo y de uno de ancho, cuadrado, y de dos codos de alto; sus cuernos harán un cuerpo con él.
3 Revestirás de oro puro su parte superior, sus costados y sus cuernos, y le harás una moldura de oro en derredor.
4 Le pondrás dos anillas de oro en sus dos costados, debajo de la moldura, las colocarás a ambos lados, a fin de introducir por ellas los varales para poder trasportarlo.
5 Los varales serán de madera de acacia y los recubrirás de oro.
6 Emplazarás el altar delante del velo que oculta el arca del testimonio, enfrente del propiciatorio que está sobre el testimonio, en el lugar donde me entrevistaré contigo.
7 Aarón quemará en él el incienso aromático. Todas las mañanas, mientras prepara las lámparas, lo quemará;
8 y también habrá de quemarlo Aarón cuando, al caer de la tarde, prepare las lámparas. Será el incienso perpetuo delante de Yahvéh en todas vuestras generaciones.
9 No ofreceréis sobre el altar perfume profano, ni holocausto, ni oblación; y no derramaréis sobre él libación alguna.
10 Una vez al año, Aarón hará la expiación sobre los cuernos del altar. Con la sangre de la víctima por el pecado, hará sobre él la expiación una vez al año, de generación en generación. Este altar será santísimo para Yahvéh.
11 Yahvéh habló a Moisés, diciéndole:
12 Cuando hicieres el cómputo de los hijos de Israel para el censo, cada uno de ellos entregará a Yahvéh el rescate de su propia persona, para que no caiga sobre ellos plaga alguna con ocasión de su censo.
13 Esto es lo que entregará cada uno de los que están incluidos en el censo: medio siclo, según el peso del siclo del santuario, que es de veinte gerah por siclo; el medio siclo será un tributo a Yahvéh.
14 Todo el que pase por el censo, de veinte años para arriba, pagará el tributo a Yahvéh.
15 Ni el rico pagará más ni el pobre dará menos de medio siclo, para pagar el tributo a Yahvéh como rescate de vuestras vidas.
16 Recibirás de los hijos de Israel el dinero del rescate, y lo destinarás al servicio de la tienda de la reunión. Será para los hijos de Israel como memorial delante de Yahvéh para rescate de vuestras vidas.
17 Yahvéh habló a Moisés, diciéndole:
18 Harás una pila de bronce, con su base también de bronce, para las abluciones, y la colocarás entre la tienda de la reunión y el altar, y pondrás agua en ella.
19 Aarón y sus hijos se lavarán con esta agua las manos y los pies.
20 Cuando entren en la tienda de la reunión se lavarán con esta agua, y no morirán. Del mismo modo, cuando se llegaren al altar para oficiar, para quemar un sacrificio por el fuego a Yahvéh,
21 se lavarán las manos y los pies, y no morirán. Ésta será una ley perpetua para ellos, para Aarón y su descendencia, de generación en generación.
22 Yahvéh habló a Moisés, diciéndole:
23 Procúrate perfumes de la mejor calidad: quinientos siclos de mirra virgen; la mitad, o sea, doscientos cincuenta, de cinamomo aromático; doscientos cincuenta de caña aromática;
24 quinientos siclos de casia, según el peso del siclo del santuario; y un hin de aceite de oliva.
25 Con esto prepararás el aceite para la unción sagrada, un perfume elaborado según el arte de la perfumería. Éste será el óleo para la unción sagrada.
26 Con él ungirás la tienda de la reunión y el arca del testimonio,
27 la mesa y todos sus utensilios, el candelabro y sus accesorios, el altar de los perfumes,
28 el altar de los holocaustos y todos sus utensilios, la pila y su base.
29 Tú los consagrarás y serán santísimos; cuanto los tocare será sagrado.
30 Ungirás y consagrarás a Aarón y a sus hijos para que sean mis sacerdotes.
31 Y hablarás a los hijos de Israel, diciéndoles: Éste será para mí el óleo de unción sagrada en vuestras generaciones.
32 No se derramará sobre cuerpo de hombre, ni haréis otro de la misma calidad que se le parezca, porque es cosa sagrada y vosotros la consideraréis como tal.
33 Cualquiera que fabrique otro parecido o unja con él a un profano será exterminado de en medio de los suyos.
34 Dijo Yahvéh a Moisés: Procúrate aromas: estacte, uña aromática, gálbano, especias aromáticas e incienso puro, en cantidades iguales,
35 y con ellos prepararás el incienso perfumado, compuesto según el arte de la perfumería, salado, puro, santo.
36 Parte de él lo pulverizarás y lo pondrás delante del testimonio, en la tienda de la reunión, donde me entrevistaré contigo. Será para vosotros cosa sacratísima.
37 No os haréis para vuestro uso personal un perfume de la misma calidad. Será para vosotros cosa consagrada a Yahvéh.
38 Cualquiera que hiciere algo parecido con el fin de aspirar su aroma, será exterminado de en medio de los suyos.

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Introducción a Exodo 

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas