Proverbios 1 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 33 versitos |
1 Proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel,
2 para aprender sabiduría y disciplina, para entender máximas sensatas,
3 para recibir instrucción provechosa, justicia, equidad y rectitud,
4 para procurar a los ingenuos prudencia, a los jóvenes ciencia y discreción.
5 Escuche el sabio y aumentará su saber; el inteligente ganará en habilidad
6 para comprender proverbios y alegorías, las palabras de los sabios y sus enigmas.
7 Principio de la ciencia es el temor de Yahvéh. Los necios desprecian sabiduría y disciplina.
8 Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre y no rechaces la enseñanza de tu madre,
9 pues son corona preciosa para tu cabeza y un collar para tu cuello.
10 Hijo mío, si los pecadores te quieren seducir, no condesciendas.
11 Si te dicen: Vente con nosotros; conspiremos para derramar sangre, acechemos sin motivo al inocente;
12 lo devoraremos vivo como el seol, entero como quien desciende a la fosa;
13 hallaremos multitud de bienes preciosos, llenaremos de botín nuestras casas;
14 echarás tu parte a suerte con nosotros; todos haremos bolsa común;
15 hijo mío, no sigas su camino, desvía tu pie de su sendero,
16 porque sus pies corren al mal y se apresuran a verter sangre;
17 porque en vano se tiende la red a la vista de los mismos pájaros.
18 Y ellos conspiran contra sí mismos, acechan contra su propia vida.
19 Tal es la suerte de quien corre tras el lucro: su avidez termina por matarle.
20 La sabiduría clama por las calles, alza su voz en las plazas,
21 llama en los lugares concurridos, en las puertas de entrada en la ciudad pronuncia sus discursos:
22 ¿Hasta cuándo los ingenuos amaréis la ingenuidad, y los insolentes gozarán con la insolencia, y los necios a la ciencia tendrán odio?
23 Atended a mis reproches; mirad que os abro mi espíritu, os doy a conocer mis palabras.
24 Porque yo llamo y vosotros os negáis, porque extiendo la mano y nadie atiende,
25 porque rechazáis todos mis consejos y no aceptáis mis reprensiones,
26 también yo me reiré de vuestra desdicha, me burlaré cuando os llegue el espanto,
27 cuando os llegue el espanto como huracán y os venga la desdicha como tormenta, cuando os sorprenda la angustia y la opresión.
28 Entonces me llamarán, y no responderé; me buscarán, pero no me encontrarán.
29 Porque detestaron la ciencia y no buscaron el temor de Yahvéh ;
30 porque no quisieron mi consejo y rechazaron todas mis reprensiones,
31 comerán del fruto de su conducta y se hartarán de sus propios consejos.
32 El extravío de los ingenuos es su muerte, y la indolencia de los necios, su perdición.
33 ssPero quien me escucha morará seguro, vivirá tranquilo, sin miedo a la desdicha.

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Introducción a Proverbios

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas