Proverbios 25 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 28 versitos |
1 También éstos son proverbios de Salomón, que copiaron los hombres de Ezequías, rey de Judá.
2 Gloria de Dios es encubrir una cosa; gloria de los reyes, averiguarla.
3 Altos son los cielos y profunda la tierra; el corazón de los reyes es insondable.
4 Aparta de la plata la escoria, y el orfebre obtendrá un primor;
5 aparta del rey al malvado, y su trono se afirmará en la justicia.
6 No alardees delante del rey, no te pongas en el lugar de los grandes;
7 pues más vale que te digan: Sube acá que ceder el puesto a uno más noble. Lo que han visto tus ojos
8 no lo aduzcas en seguida en un proceso, pues ¿qué harás después si tu prójimo te confunde?
9 Dirime tu querella con tu prójimo, pero sin descubrir el secreto ajeno,
10 no sea que te afrente quien lo escuche y tu vergüenza no tenga fin.
11 Manzanas de oro en bandeja de plata: eso son las palabras dichas a tiempo.
12 Anillo de oro y alhaja preciosa: tal es un prudente reproche al oído atento.
13 Como frescor de nieve en día de siega es el mensajero fiel para quien lo envía: reconforta el ánimo de su señor.
14 Nubarrones y viento, pero sin lluvia: tal es el que se jacta de sus falsos dones.
15 Con paciencia se ablanda al juez, la lengua suave quebranta los huesos.
16 Si encuentras miel, come lo preciso, no sea que te hartes y la vomites.
17 Sé comedido en visitar la casa de tu prójimo, no sea que se harte de ti y te aborrezca.
18 Maza, espada, flecha aguda: tal es quien declara en falso contra su prójimo.
19 Diente roto, pie vacilante: tal es confiar en un traidor el día aciago.
20 Cual quitarse la ropa en día de frío o poner vinagre en una herida, así es dedicar canciones al afligido.
21 Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber;
22 así amontonas brasas sobre su cabeza, y Yahvéh te dará la recompensa.
23 El viento del norte produce la lluvia; la lengua maldicente, rostros airados.
24 Más vale morar en un rincón de la terraza que compartir la casa con mujer quisquillosa.
25 Agua fresca en garganta sedienta: tal es la buena noticia de lejanas tierras.
26 Fuente turbia, manantial corrompido: tal es el justo que claudica ante el malvado.
27 No es bueno comer mucha miel: sé comedido en palabras laudatorias.
28 Ciudad abierta, sin murallas: tal es el hombre sin dominio de sí.

Patrocinio

 
 

Introducción a Proverbios

No hay comentario

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

Patrocinio

Notas