Eclesiastés 12 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 14 versitos |
1 Piensa en tu Creador durante tu juventud, antes que vengan los días malos y lleguen los años en que digas: No me gustan;
2 antes que se oscurezcan el sol y la luz, la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia:
3 cuando tiemblan los guardianes de la casa, cuando los guerreros se encorvan, cuando las mujeres cesan en la molienda porque la luz se debilita y se entenebrece en las ventanas,
4 cuando se cierran las puertas de la calle, cuando se apaga el rumor del molino, cuando se extingue el canto del pájaro y enmudecen todas las canciones,
5 cuando se tiene miedo de la altura y el terror acecha en el camino, cuando florece el almendro, se torna lento el saltamontes y revienta la alcaparra- y es que el hombre se va a su eterna morada, mientras los plañideros recorren las calles -;
6 antes que se rompa el hilo de plata, se quiebre la lámpara de oro, se haga pedazos el cántaro en la fuente, se parta la polea en el pozo;
7 antes que vuelva el polvo a la tierra de donde vino y el hálito vital vuelva a Dios, que lo dio.
8 Vanidad de vanidades, dice Qohélet. Todo es vanidad.
9 Además de ser sabio, Qohélet enseñó la ciencia al pueblo: oyó, meditó y propuso muchos proverbios.
10 Qohélet procuró hallar palabras acertadas y escribir con rectitud sentencias verdaderas.
11 Las palabras de los sabios son como aguijadas, y como clavos plantados las de los autores de colecciones: éstas son ofrecidas por un solo pastor.
12 Por lo demás, hijo mío, ten presente que el componer libros es tarea sin fin, y el mucho estudiar cansa el cuerpo.
13 Fin del discurso. Una vez oído todo, teme a Dios y guarda sus mandamientos: eso es lo que al hombre corresponde.
14 Porque Dios llamará a juicio todas las acciones, todo lo que está oculto, sea bueno o malo.

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Introducción a Eclesiastés

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas