Isaías 7 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 25 versitos |
1 En los días de Ajaz, hijo de Yotam, hijo de Ozías, rey de Judá, Resín, rey de Aram, y Péqaj, hijo de Remalyá, rey de Israel, subieron a Jerusalén a luchar contra ella, pero no pudieron conquistarla.
2 Cuando a la casa de David se le informó, diciéndole: Aram acampa en Efraím, tembló su corazón y el corazón de su pueblo como tiemblan los árboles del bosque sacudidos por el viento.
3 Yahvéh dijo a Isaías: Sal al encuentro de Ajaz, tú y tu hijo SearYaSub, al extremo del canal de la piscina superior, en el camino del campo del batanero,
4 y dile: Sé precavido, pero estáte tranquilo; no temas ni desmaye tu corazón por esos dos cabos de tizones humeantes, a causa de la ira furibunda de Resín de Aram y del hijo de Remalyá,
5 debido a que hayan tramado el mal contra ti Aram, Efraím y el hijo de Remalyá, diciendo:
6 Subamos contra Judá, infundámosle terror, conquistémosla para nos-otros y pongamos en ella como rey al hijo de Tabeel.
7 Así dice el Señor Yahvéh: No se cumplirá y no ocurrirá, porque la capital de Aram es Damasco, y el jefe de Damasco es Resín;
8 la capital de Efraím es Samaría, y el jefe de Samaría, el hijo de Remalyá; dentro de sesenta y cinco años, Efraím, destruido, dejará de ser pueblo.
9 Si no creéis, no subsistiréis.
10 Yahvéh habló otra vez a Ajaz en estos términos:
11 Pide una señal para ti de parte de Yahvéh, tu Dios, en lo más profundo del seol o en lo más alto del cielo.
12 Respondió Ajaz: No la pediré y así no tentaré a Yahvéh.
13 Entonces añadió Isaías: Escuchad, pues, casa de David: ¿Os parece poca cosa cansar a los hombres, sino que cansáis también a mi Dios?
14 Pues bien, el Señor mismo os dará una señal: Mirad: la doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá el nombre de Emmanuel.
15 Comerá cuajada y miel hasta que sepa rechazar lo malo y escoger lo bueno.
16 Pues antes de que el niño sepa rechazar lo malo y escoger lo bueno, será abandonado el país ante cuyos dos reyes tienes miedo.
17 Yahvéh traerá sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre días como no han llegado desde el día en que Efraím se separó de Judá, es decir: al rey de Asiria.
18 Sucederá en aquel día: Yahvéh silbará a las moscas que hay en los confines de los ríos de Egipto, y a las abejas del país de Asiria,
19 y vendrán y se posarán todas ellas en las gargantas de los valles, en las hendiduras de las rocas, en todos los matorrales y en todos los abrevaderos.
20 Yahvéh afeitará, aquel día, con navaja alquilada al otro lado del río- con el rey de Asiria -, la cabeza y el vello del cuerpo y aún la barba también le rapará.
21 Sucederá en aquel día: cada uno criará una ternera y dos ovejas.
22 Y por la abundancia de leche, se comerá cuajada; pues cuajada y miel comerá todo el que quede en el país.
23 Sucederá en aquel día: todo lugar donde hay mil cepas por valor de mil siclos de plata, se convertirá en zarzas y abrojos.
24 Con flechas y arco allí se entrará; pues zarzas y abrojos será todo el país.
25 A ninguno de los montes cavados con azada se podrá ir, por miedo a las zarzas y abrojos; serán dehesa de bueyes y pastizal de ovejas.

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Introducción a Isaías

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas