Ezequiel  10 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 22 versitos |
1 Miré y vi que, sobre la plataforma que había encima de la cabeza de los querubines, apareció una piedra como de zafiro, semejante en la apariencia a un trono que se veía encima de ellos.
2 Y dijo al hombre vestido de lino: Métete entre las ruedas, por debajo de los querubines, llena el hueco de tus manos de carbones encendidos de entre los querubines y espárcelos por la ciudad. Él se metió ante mis propios ojos.
3 Cuando entró aquel hombre, los querubines estaban parados a la derecha del templo, y la nube llenaba el atrio interior.
4 Entonces la gloria de Yahvéh se elevó por encima de los querubines hacia el umbral del templo, y el templo se llenó de la nube, mientras el atrio estaba lleno del resplandor de la gloria de Yahvéh.
5 El ruido de las alas de los querubines llegaba hasta el atrio exterior; era como la voz de Sadday cuando habla.
6 Pues bien, cuando hubo dado la orden al hombre vestido de lino diciéndole: Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines, el hombre entró y se paró junto a la rueda.
7 Entonces el querubín alargó su mano, entre los querubines, hacia el fuego que había entre los querubines, lo tomó y lo puso en el hueco de las manos del hombre vestido de lino; y éste lo tomó y salió.
8 En los querubines se veía una especie de mano humana debajo de sus alas.
9 Miré y vi cuatro ruedas junto a los querubines, cada rueda al lado de cada querubín; el aspecto de las ruedas era como el centelleo del topacio.
10 En cuanto a su aspecto, las cuatro tenían la misma forma; era como si una rueda estuviera dentro de la otra.
11 Cuando andaban, andaban hacia las cuatro direcciones; no giraban al andar, porque caminaban hacia el lugar adonde estaba orientada su cabeza, sin girar al andar.
12 Todo su cuerpo, su espalda, sus manos y sus alas, lo mismo que las ruedas, estaban llenos de ojos todo alrededor - las ruedas que tenían los cuatro -.
13 Oí que a las ruedas se las llamó Torbellino.
14 Cada uno tenía cuatro caras; las facciones del primero eran facciones de querubín; las facciones del segundo, facciones de hombre; las del tercero, facciones de león; y las del cuarto, facciones de águila.
15 Los querubines se elevaron: era el ser viviente que yo había visto junto al río Kebar.
16 Cuando los querubines avanzaban, avanzaban junto a ellos las ruedas; y cuando los querubines alzaban sus alas para elevarse del suelo, las ruedas no se separaban tampoco de su lado.
17 Cuando ellos se paraban, se paraban ellas; y cuando se elevaban ellos, se elevaban ellas hacia ellos, pues el espíritu del ser viviente estaba en ellas.
18 La gloria de Yahvéh salió de encima del umbral y se paró sobre los querubines.
19 Los querubines alzaron sus alas y se elevaron del suelo, viéndolos yo cuando salían, y las ruedas con ellos; y se pararon a la entrada de la puerta oriental del templo de Yahvéh. La gloria del Dios de Israel estaba encima de ellos, por la parte de arriba.
20 Era el ser viviente que yo había visto debajo del Dios de Israel junto al río Kebar; entonces supe que eran querubines.
21 Cada uno tenía cuatro caras, y cuatro alas cada uno; debajo de sus alas había una especie de manos humanas.
22 En cuanto a la forma de sus facciones eran las facciones que yo había visto junto al río Kebar. Cada uno iba de frente hacia adelante.

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Introducción a Ezequiel 

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas