Josué 5 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 15 versitos |
1 Cuando todos los reyes amorreos del lado occidental del Jordán y todos los reyes ananeos de la costa marítima oyeron que Yahvéh había secado las aguas del Jordán ante los hijos de Israel hasta que éstos lo atravesaron, desmayó su corazón y les faltó hasta el aliento ante los hijos de Israel.
2 En aquel tiempo dijo Yahvéh a Josué. Hazte cuchillos de pedernal y circuncida por segunda vez a los hijos de Israel.
3 Hízose, pues, Josué cuchillos de pedernal y circuncidó a los israelitas en la colina de los Prepucios.
4 La razón por la que Josué hizo esta circuncisión es la siguiente: todo el pueblo salido de Egipto, los varones, todos los hombres aptos para la guerra, habían muerto en el desierto, por el camino, después de salir de Egipto.
5 Había sido circuncidado todo el pueblo salido de Egipto; pero todos los nacidos en el desierto, por el camino, después de salir de Egipto, no habían sido circuncidados.
6 Porque los hijos de Israel anduvieron por el desierto durante cuarenta años, hasta que se extinguió toda la generación, la de los hombres aptos para la guerra salidos de Egipto, que no habían obedecido la voz de Yahvéh, a los que Yahvéh juró que no habían de ver la tierra que, según había prometido a sus antepasados, Yahvéh nos iba a dar, la tierra que mana leche y miel.
7 Josué, pues, circuncidó a los hijos de éstos, a los surgidos en su lugar, ya que estaban sin circuncidar, por no haber sido circuncidados por el camino.
8 Cuando acabó de circuncidarse toda la gente, permanecieron en su puesto del campamento hasta que estuvieron curados.
9 Entonces dijo Yahvéh a Josué: Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto. Y aquel lugar se llamó Guilgal hasta el día de hoy.
10 Los hijos de Israel acamparon en Guilgal, y celebraron la pascua el día catorce del mes, al atardecer, en las estepas de Jericó.
11 Y desde el día siguiente a la pascua, comieron de los productos del país: panes ázimos y espigas tostadas, desde aquel mismo día.
12 Y al día siguiente cesó el maná, una vez que ellos empezaron a comer de los frutos del país. Y los hijos de Israel ya no volvieron a tener maná; y a partir de aquel mismo año se alimentaron de los frutos del país de Canaán.
13 Y acaeció que, estando Josué cerca de Jericó, levantó sus ojos, vio delante de sí a un hombre que estaba de pie, con una espada desnuda en la mano. Josué se adelantó hacia él y le dijo: ¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?
14 Respondió él: No, soy el príncipe del ejército de Yahvéh, que llego ahora. Josué cayó rostro en tierra y lo adoró. Luego le dijo: ¿Qué manda mi señor a su siervo?
15 Repuso el príncipe del ejército de Yahvéh a Josué: Quítate las sandalias de los pies, pues el lugar en que te hallas es santo. Hízolo así Josué.

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Introducción a Josué

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas